Cayetano Coll y Toste, un hombre polifacético

Tema: Cayetano Coll y Toste, un hombre polifacético

 “ La historia muestra que ha de ser considerada como literatura propiamente dicha, para llenar su misión en los tiempos modernos”. Cayetano Coll y Toste, cirujano, político, ensayista, poeta, periodista, médico, historiador y hombre de letras en el más alto sentido de la palabra. Nació en Arecibo y murió en Madrid, España. Una persona sumamente competente en ciencias, arte y en filosofía, cuya creación artística destaca en su obra. Un escritor, cuyas leyendas, sin utilizar mucha fantasía, logran ilustrar con detalles verídicos, respetando la buena fe de nuestros mayores y su bella tradición, el espíritu de nuestro país y nuestras costumbres. Este hombre, que a sus cinco años quedó huérfano de padre y a pesar de la estrechez económica y las limitaciones que surgieron en su vida, logró cursar un bachillerato sobresaliente, luego de ser enviado al Colegio de los Jesuitas en San Juan, por ser un joven brillante en su primera escuela en Arecibo. Además, obtuvo una gran cantidad de trabajos, donde se le ofrecía un porvenir asegurado, pero sin salario. Sin embargo, a pesar de las pocas oportunidades que en un comienzo se le ofrecían, nunca abandonó la ilusión de ser médico, como su abuelo, titulo que logró obtener cuando se estableció en Barcelona. No obstante, ahí no se detuvo. Como buen conocedor de su brillante capacidad intelectual, presidió una sociedad de jóvenes estudiantes de Cuba y Puerto Rico, pues para él, enseñar no era sólo transmitir conocimiento, sino un arte para ayudar a descubrir. Se le puede reconocer como uno de los hombres más emprendedores de su época, fundador de revistas literarias y anuarios, como “El Ramillete” y “El Tiburón”, donde publicó varios trabajos. Estos le abrieron puertas, iniciando así una nueva etapa en el mundo del periodismo y las letras. De la misma manera, ocupó varios cargos civiles. Fue Supervisor de Escuelas, y formó parte de la Junta de Instrucción Pública de Arecibo. Asimismo, gracias a sus arduos estudios en medicina, la ciencia de la incertidumbre y el arte de la probabilidad, estableció el Hospital de la Monserrate. Posteriormente, recibió el nombramiento de Médico Forense de la Real Audiencia Territorial de Puerto Rico. Cabe señalar que siempre tuvo participación en la política, con el interés de lograr el desarrollo económico y cambio social para su país. Militó dentro de las filas del Partido Liberal, donde como buen patriota, participó durante gran parte de su vida, respetando siempre las leyes de su país. Sin duda alguna, fue sumamente versátil, ya que fue delegado de San Juan, la bella ciudad amurallada, así como administrador de Rentas y Aduanas, subsecretario de Agricultura, Industria y Comercio. También ocupó el cargo de delegado en la Cámara de Representantes en el Diamante del Norte, Arecibo. Fue Secretario de Hacienda, liquidador de la diputación Provincial, Secretario Civil del Gobierno Militar, comisionado del Gobierno Civil, y director del Asilo de Niños, siguiendo su promesa de ayudarlos, pues para él, ser grande, era inclinarse ante los más pequeños. De ahí, pasó a lo que marcaría la parte más importante de su vida como escritor, convirtiéndose en la máxima representación de la literatura, como historiador oficial de Puerto Rico. Recopiló una gran cantidad de documentos históricos, relacionados con Puerto Rico y el Archivo de Indias en Sevilla, los cuales utilizó como recurso para su extensa obra. Entre sus textos, cabe mencionar “Crónicas de Arecibo”, “Memoria sobre el aspecto general de la civilización en Puerto Rico”, “Colón en Puerto Rico” y “Prehistoria de Puerto Rico”, donde explica el origen de nuestra isla y los eventos que la han llevado hasta donde se encuentra, en la actualidad. De la misma manera, escribió el ensayo “Reseña del Estado Social, Económico, y Político de Puerto Rico al tomar posesión de ella los Estados Unidos”. Sin embargo, su obra cumbre se divide en tres volúmenes y se llama “Leyendas puertorriqueñas”. Aquí supo exponer hechos con elegancia, con estilo fácil y agradable, especialmente en “El pirata Cofresí”, “Guanina” y “Una página de gloria”, donde utiliza la imaginación como forma de representar la gracia de nuestro pueblo. Este ilustre poeta recopila las tradiciones, con casi un centenar de cuentos, mitos y fábulas protagonizadas por nativos, descubridores, colonizadores y criollos en la isla caribeña. Colaboró en varias publicaciones locales tales como la “Revista Puertorriqueña”, “La Democracia”, “Puerto Rico Ilustrado”,”Revista de las Antillas”, “El Mundo”, “Plumas Amigas”, “Repertorio Histórico de Puerto Rico” y “La Semana Política”. También participó en publicaciones extranjeras e incursionó en la poesía con “Mártir de Atenas”, “Una página de gloria” y “A Virgilio Dávila”. Una de sus principales obras es el “Boletín Histórico de Puerto Rico” con estudios relacionados a la prehistoria, historia, antropología, arqueología, etnografía y filología. Reflejó su pasión por la medicina, en estudios relacionados al “Tratamiento de la Fiebre Amarilla”, cólera, entre otros. Ciertamente, este presidente del Ateneo Puertorriqueño, de la Sociedad de Historia y de la Sociedad de Escritores y Artistas, así como miembro correspondiente de la Real Academia de Historia de España, Cuba y Venezuela, y Vice-director de la Academia Antillana de la Lengua, creó un gran impacto en la historia de la obra literaria de Puerto Rico e Hispanoamérica. Su capacidad para realizar un sin número de textos, desarrollar una extensa variedad de temas y recopilar datos en cada lugar, lo convirtieron en uno de los escritores más reconocidos de la época, llevándolo a conseguir varios premios. Este Comendador de la Real Orden Americana, así como Caballero de la Orden de Bolívar en Venezuela, fue un gran intelectual. Sin duda, fue un hombre polifacético, cuyo impacto en la historia nunca pasará por desapercibido.

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