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Cazadores De Microbios


Enviado por   •  26 de Noviembre de 2014  •  520 Palabras (3 Páginas)  •  198 Visitas

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Cazadores de Microbios es un libro donde habla y describe sobre los millones de microorganismos que hay en todo el planeta.

Los ´´Cazadores de Microbios´´ fueron los que pensaban, veían e investigaban sobre los microorganismos, los cuales no podemos ver y nos superan a nosotros los humanos en cantidades de millones. El primer Cazador fue Anton Van Leeuwenhoek

Hace doscientos cincuenta años que un hombre humilde, llamado Leeuwenhoek,

se asomó por vez primera a un mundo nuevo y misterioso poblado por millares de

diferentes especies de seres diminutos, algunos muy feroces y mortíferos, otros útiles

y benéficos, e, incluso, muchos cuyo hallazgo ha sido más importantísimo para la

Humanidad que el descubrimiento de cualquier continente o archipiélago.

Ahora, la vida de Leeuwenhoek es casi tan desconocida como lo eran en su

tiempo los fantásticamente diminutos animales y plantas que él descubrió. Esta es la

vida del primer cazador de microbios. Es la historia de la audacia y la tenacidad que le

caracterizaron a él, y que son atributos de aquellos que movidos por una infatigable

curiosidad exploran y penetran un mundo nuevo y maravilloso.

Estos cazadores, en su lucha por registrar este microcosmos no vacilan en jugarse

la vida. Sus aventuras están llenas de intentos fallidos, de errores y falsas

esperanzas. Algunos de ellos, los más osados, perecieron víctimas de los mortíferos

microorganismos que afanosamente estudiaban. Para muchos la gloria lograda por

sus esfuerzos fue vana o ínfima.

Hoy en día los hombres de ciencia constituyen un elemento prestigioso de la

sociedad, cuentan con laboratorios en todas las grandes ciudades y sus proezas llenan

las páginas de los diarios, a veces aún antes de convertirse en verdaderos logros. Un

estudiante medianamente capacitado tiene las puertas abiertas para especializarse en

cualquiera de las ramas de la ciencia y para ocupar con el tiempo una cátedra bien

remunerada en una acogedora y bien equipada universidad. Pero remontémonos a la

época de Leeuwenhoek, hace doscientos cincuenta años, e imaginémonos al joven

Leeuwenhoek, ávido de conocimientos, recién egresado del colegio y ante el dilema de

elegir carrera. En aquellos tiempos, si un muchacho convaleciente de paperas

preguntaba a su padre cuál era la causa de este mal, no cabe duda que el padre le

contestaba: «El enfermo está poseído por el espíritu maligno de las paperas». Esta

explicación distaba de ser convincente, pero debía aceptarse sin mayores

indagaciones, por temor a recibir una paliza o a ser arrojado de casa por el

atrevimiento de poner en tela de juicio la ciencia paterna. El padre era la autoridad.

Así

...

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