Cien años De Soledad

Capítulo 5 Jorge Arturo García Medina

Número de cuenta: 312338558

El capítulo comienza con la boda de Aureliano Buendía y Remedios Moscote, que desde hacía tiempo la estaban planeando pero estaban esperando a que Remedios tuviera edad para hacer feliz a su esposo y tener hijos. Un poco después de este acontecimiento el padre Nicanor se empieza a volver popular con sus interpretaciones de mano divina que lo hacían levitar, todo esto con el fin de recaudar fondos para su nueva iglesia y poder ejercer de manera más amena su idea de propagación del cristianismo en el pueblo de Macondo. No mucho después en una cena en la casa de los Buen Día el sacerdote es invitado a cenar y les habla sobre su plan de la nueva iglesia, en ese momento Amaranta se siente celosa por el hecho de que Rebeca se vaya a casar con Pietro Crespi y recurre a muchas artimañas con el propósito de acabar o en el peor de los casos retardar su boda, así que se le ocurre proponer que la boda de Rebeca y el Italiano inaugure la nueva iglesia, sin embargo para el termino de dicha parroquia faltan alrededor de 3 años, por ello, Rebeca se molesta mucho con Amaranta, ella estaba consciente de los planes de atrasar su boda. Después de un par de años está por celebrarse la boda de Rebeca y Amaranta está desesperada, no sabe qué hacer pues sus ideas se estaban terminando y con ello llegaba la de matar a su propia hermana para lograr sus fines. Un error de cálculo termina matando a la pequeña Remedios y a sus gemelos por un café con láudano mal colocado y Amaranta queda devastada. En realidad, toda la casa Buen Día vivió en las sombras durante un tiempo. Hasta que llegó de sus aventuras y desventuras José Arcadio, el cual había abandonado la casa décadas atrás.

El noviazgo de Rebeca y el Italiano termina por falta de cuidado en su relación por todo lo que había sucedido y un hombre grande y fornido llamado José Arcadio decide “consolar” a su hermana Rebeca y termina con el casamiento

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de ellos. José Arcadio y Rebeca fueron repudiados por la forma en la que sucedieron las cosas y fueron expulsados de la casa.

Pietro Crespi sigue frecuentando la casa de los Buen Día por costumbre y para conversar con Amaranta. Descubre que aquella chica tiene una ternura peculiar y se termina enamorando de ella y pidiéndole matrimonio, sin embargo Amaranta decide no apresurar las cosas y le dice que primera viene la amistad antes que todo.

Aureliano siguió trabajando en el taller de alquimia, aunque no estaba demasiado triste sobre la muerte de su esposa si estaba un tanto indiferente con los demás pero seguía frecuentando la casa de sus suegros por mera costumbre. Apolinar Moscote le cuenta cosas que tienen que ver con las ideas liberales y conservadoras que se empiezan a salir de control en Macondo y en los pueblos

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