Comparacion Entre La Iliada De Homero Y La Divina Comedia De Dante

Historia Social de la Literatura y el Arte

Reflexiones sobre La Ilíada de Homero y La Divina Comedia de Dante Alighieri

Amaury Hernández Chávez

Curso escolar 2014-2015

2do Año

El acto de escribir no desaparecerá jamás. Es una necesidad innegable el hecho de plasmar los pensamientos para inmortalizarlos. Es por esto que obras magistrales como La Ilíada de Homero y La Divina Comedia de Dante Alighieri aparecen en el plano literario convirtiéndose en memorias invaluables para la literatura universal. Un elemento esencial para la trascendencia de estas radica en que muestran de manera precisa y fascinante el contexto en que se vieron desarrolladas.

Por ejemplo, dentro del contexto artístico y el sistema socio-histórico La Ilíada (obra dividida en 24 sub-libros o capítulos que suman unos 1500 versos, escritos en un lenguaje complejo) se puede ambientar en el siglo IX a.C., etapa conocida como la Edad Antigua. Se describe el entorno de Troya, narrando hechos legendarios que supuestamente ocurrieron mucho antes de la época en que fue escrita. Describe la relación de los reyes y héroes con los dioses o adivinos, pero se especifica más a fondo el lado alto de la sociedad. Se “dibuja” a los soldados, tanto griegos como troyanos quienes tenían que defender a sus países ante los conflictos creados por la realeza. Nos ilustra la vida en la antigua Grecia donde se le da relevancia al carácter místico de las cosas y donde sus deidades forman parte importante de su cotidianidad. El hombre ve al destino y a sus dioses como aquellas fuerzas que regirán su estancia en la tierra hasta que finalmente acabe todo al ser el alma enviada al Hades. En el contexto de la guerra de Troya apreciamos como el alcanzar fama, prestigio y sobre todo la gloria, es de vital importancia para los hombres de la época, donde solo la parca controla cada circunstancia que acontezca.

El sistema de pensamiento de la obra se asocia a las ideas que se dan en el período histórico de la época que representa y se basan fundamentalmente en las ideas religiosas, pues La Ilíada está muy ligada a los dioses y la presencia de los adivinos. El ambiente de aquella época, en que la historia se diluía en mil leyendas y en que la raza humana tenía falsos conceptos de la vida y de la muerte, queda claramente plasmado. En cuanto al aspecto psicológico reina la venganza, la esclavitud, la ley del más fuerte y el desprecio al vencido, que eran las bases reales de una sociedad que vivía en la ignorancia y el miedo a lo desconocido.

Mientras que La Divina Comedia (poema alegórico con un total de 100 cánticos: 33 corresponden al Cielo, 33 al Purgatorio y 33 al Infierno, más un canto introductorio) fue escrita a mediados del siglo XIV, en lo que conocemos como la alta Edad Media. Ésta fue una época de continuas crisis de subsistencias y disminuciones de la población debido a la peste. El sistema político era la monarquía y el económico estaba basado en el feudalismo. En su afán por alabar las cualidades humanas, el poema deja una notable crítica a la Florencia del momento, a su sistema político y de gobierno. Esta ciudad italiana, en la que nació Dante, luego de una época e plenitud, crecimiento demográfico y creación de universidades, entra en una crisis con brutales represiones a actos de rebeldía y herejía, adicionándoles las constantes guerras feudales que causaban un daño incalculable.

El tiempo de acción de las obras es diferente: en La Ilíada el estimado es de 12 meses, que incluyen momentos de supuesta inactividad, los días de peste, los del viaje de los dioses a los países de los etíopes, los del ultraje a Héctor y sus funerales, entre otros. En La Divina Comedia el tiempo no se determina de una manera directa, pero comprende desde la noche del viernes santo hasta el miércoles después de semana santa. Como punto común es esencial señalar que el dinamismo y la tensión están conjugados con la dilación de los hechos provocando la espera y expectación en ambas obras.

También en ambas obras se muestra la filosofía imperante en cada una de las épocas, destacando como percibían la espiritualidad y religiosidad. La Ilíada, con un sentido más pagano y politeísta sobresale por dar un carácter menos perfeccionista a sus deidades, contemplándolas en su sentido humano, con sus virtudes y defectos, son figuras representativas por medio de las cuales se logra materializar la naturaleza humana. Las imágenes de los dioses surgen de la alienación de virtudes y cualidades que los seres humanos no pueden tener.

Por otro lado, en La Divina Comedia, Dios es el móvil del universo dantesco, su figura se manifiesta como el creador de lo existente, el que determina el proyecto de la vida, su ciclo y la forma de distribución de las almas en los círculos de acuerdo a sus acciones en la tierra., lo que demuestra la presencia de Dios en todos los aspectos de la vida cotidiana de la Edad Media. El hombre tiene el poder de elegir y tomar sus propias decisiones, como se puede ver reflejado en la obra, las almas condenadas al purgatorio o al infierno, están ahí producto de sus decisiones tomadas en la tierra, tal como lo asegura Virgilio (quien personifica la razón). Sus acciones son las que los condenan o los premian, pero todo en razón de la capacidad del hombre para decidir u obrar.

En cuanto a estructura La Ilíada está escrita en tercera persona, destacándose la abundancia de epítetos como son: Héctor, domador de caballos, Atenea, la de ojos claros y símiles como: … “resplandecía el bronce, semejante al relámpago, o al fuego ardiente, o a Helios cuando se levanta”…. Estos recursos literarios logran un retrato fidedigno de los personajes y tienen una utilidad mnemotécnica. Se usan los diálogos fundamentalmente para resaltar el dramatismo y hechos más importantes de la obra.

En tanto, La Divina Comedia está escrita en primera persona, en dialecto toscano y no en latín, lenguaje empleado para llegar a un mayor número de personas. Su variedad discursiva es la narración en verso que se mezcla con el diálogo. Se utilizan numerosos recursos como la célebre metáfora del inicio de la obra: “A mitad del camino de la vida…”. Con ella el autor nos introduce en un ambiente incierto en el que la realidad aparece desdibujada o trascendida por la fuerza de los significados alegóricos. La anécdota concreta del individuo perdido en la selva, deviene con toda naturalidad signo del hombre que va trazando su destino. El yo de Dante personaje es a la vez un “nosotros” y la selva, en cuya oscuridad se pierde, es alusión al pecado, ausencia de luz

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