Compañeros de curso

Compañeros de curso

Con tristeza observo a diario que se ha olvidado quien es el pueblo, se ha olvidado su lugar en esta nación, así como se ha olvidado el poder que en sus manos se encuentra, gente que deambula con una venda en los ojos, la venda de la ignorancia, que los somete claramente a cumplir los designios de aquellos que, a conveniencia decidieron dejarlos en un segundo plano, si, desaparecieron la patria, e hicieron de sus habitantes esclavos de un sistema “intocable”

El cual los desconoce como ciudadanos, y les disfraza la realidad detrás de partidos de futbol, aquel sistema que entretiene con modelos detrás de una caja hipnotizante, llena de mentiras y falsa vanidad, que ha hecho de nuestras mujeres objeto de mórbidas pasiones, el pueblo se ha convertido en objeto lucrativo de aquellos que dominan su vivir y han olvidado que antes de ser dirigentes, son parte la nación, nación que se desangra gracias a la corrupción.

los quieren ver enfermos, para que no luchen, por eso, a falta de inversión para garantizar el aseguramiento en salud de los ciudadanos, se observa con decepción casos de negación de servicios y onerosos problemas en el flujo de los recursos entre aquellos que “velan por nuestra salud” los quieren ignorantes para que no opinen, por eso, tristemente, en un barrio, donde habitan más de ocho mil familias, se dispone de tan solo dos escuelas públicas, los cuales, se quedan pobres, en el escaso intento de dar educación a los miles de niños y niñas que dado a la precariedad en recursos educativos, no pueden acceder a un cupo en dichas instituciones.

Es injusto, que en un país, en el cual se necesita purgar los recintos que aguardan el poder, se inviertan recursos superiores a los 21 billones de pesos en defensa y policía, y la inversión en educación sea de menos de la mitad de esta suma, que simplemente solo aumenta la violencia y las ansias de sangre de aquellos que “defienden la nación”

En este país con tantas cualidades humanas y diversidad cultural, donde la fuerza de su población es más grande que la hegemonía, más inteligentes y sobro todo más humanos, donde los valores son más poderosos que el fusil, y la sonrisa de aquella persona, que temprano en la mañana sale a sus labores diarias, alegra hasta el día más gris, son lo que hacen de este país el más caluroso de los hogares

Compañeros, el poder está en nuestras manos, por que podrán sistematizar nuestras vidas, pero no podrán apagar nuestro deseo de justicia, basta ya del silencio, basta ya de seguir como borregos a quienes nos conducen a la perdición. Somos más, y si levantamos nuestras manos, verán quienes somos, porque ellos no pueden notar nuestro inconformismo, ya que su egoísmo solo permite llenar sus bolsillos con dinero que con esmero trabajamos, alcemos nuestros corazones, y de esta forma verán que seguimos latiendo, que aún seguimos vivos, en

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