Comprensión Lectora
Enviado por Shampo • 17 de Enero de 2014 • 695 Palabras (3 Páginas) • 276 Visitas
• Proponer situaciones en las que sea necesario leer una receta de cocina, las instrucciones de un juego, el artículo de una revista, el menú de un restaurante, un anuncio publicitario...
• Buscar la palabra fantasma, también conocido como Procedimiento Cloze: seleccionar un texto en el que se suprimen varias palabras fáciles de deducir por el contexto de la historia. El niño debe adivinar cuáles son esas palabras que faltan.
• Plantear un tema cualquiera y quien consiga más información sobre él, gana.
• Técnica de la idea principal: se muestra al niño la ilustración de una acción concreta y se ofrecen diferentes opciones textuales que la expliquen. A continuación, deberá escoger aquella que mejor la explique. También puede realizarse sin necesidad de dibujo alguno: tras leer el fragmento de un texto se le pide que extraiga el sentido principal o el tema de lo que acaba de leer. Otra buena idea es subrayar la que crea idea principal de un párrafo.
• Resumir: se lee un texto y el niño debe escribir una o dos frases que lo resuman. O bien, debe contar a sus compañeros en pocas palabras de qué trata la historia.
• Tras la lectura, realizar un dibujo o una dramatización sobre el contenido.
• Escribir finales distintos para una misma historia.
• Completar y ordenar frases, hacer sopas de letras, responder preguntas relacionadas con el texto...
• Lectura simultánea: leer una frase y, a continuación, enunciar otra con el mismo significado pero con palabras distintas, más sencillas. Así, aprende vocabulario y comprende más fácilmente lo leído.
• Leer cuidadosamente títulos, encabezados y pies de página
Más información
• Ejercicios para mejorar la comprensión lectora, en Aula de Letras.
• Prácticas de lectura intensiva
• Algunas actividades para mejorar la comprensión lectora
Obviamente, la lectura puede realizarse de muchas maneras y con muchos objetivos. Así, no es lo mismo la lectura por placer que aquella que se realiza por obligación para cumplir determinado objetivo educativo o laboral. De cualquier modo, siempre la lectura actuará como un fenómeno que nos permite alentar nuestra imaginación, crear nuevos mundos en nuestras mentes, reflexionar sobre ideas o conceptos abstractos, entrar en contacto con nuestro idioma o con otros, mejorar nuestra ortografía, conocer más sobre otras realidades, etc. Es siempre relevante para que la lectura rinda sus mejores frutos que la misma se realice en ambientes relajados y tranquilos, que inviten a la concentración, que permitan que la persona se olvide de aquello que lo rodea y se sumerja en la historia que lee.
En realidad, la mayoría de los jóvenes casi siempre leen los libros de texto sólo por obligación, y por lo mismo leen mal, sin comprenderlos bien, sin que cumplan con su función más importante,
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