Contra Natura, contra fortuna “El perfume del incesto no lo tiene otro amor”

Contra Natura, contra fortuna

“El perfume del incesto no lo tiene otro amor”.   (Félix, s.f.)

     Del latín incestus, se le llama incesto a la práctica de relaciones sexuales entre parientes o individuos con algún parentesco sanguíneo. A lo largo de la historia, o bien podríamos decir que desde el principio, el incesto ha perseguido al ser humano, siendo como una pequeña piedra en el zapato que causa molestia al caminar, pero no siendo lo suficientemente molesta como para deshacerse de ella. Este es un tema complejo, que hoy en día tiene puntos de vista desde todas las áreas, incluyendo la médica, psicológica, social etc. Revisando la idea sobre las fases de la sexualidad de Sigmund Freud, podríamos asociar algunas etapas de esta al comportamiento de los habitantes de la familia Buendía, en la novela del escritor colombiano Gabriel García Márquez, Cien años de soledad, como lo es el hecho de que Amaranta haga la labor a amamantar a muchos de su familia, haciendo énfasis en el enamoramiento que causa en su sobrino Aureliano José. Teniendo en cuenta la teoría del desarrollo psicosexual en la fase oral, podríamos decir que Aureliano José, al ser alimentado por su tía en sus primeros años, desarrolla un pensamiento de satisfacción hacia su tía, lo que años más tarde se convertiría en un deseo sexual. Así como este hay muchos casos, y cada uno de ellos tiene una razón de ser y podremos analizarlo desde distintos tipos de vista, llegando a conclusiones sorprendentes, que nos harán entender a la familia protagonista del libro un poco más.

     Para hacer la lectura de este ensayo más provechosa, es impajaritable que, si el lector no ha leído la obra, se deba hacer un resumen de ella. Es quizás el libro más conocido del escritor colombiano Gabriel García Márquez, Cien años de soledad. Esta novela relata la historia de la familia Buendía en un pueblo llamado Macondo. Nuestro libro comienza narrando el matrimonio de José Arcadio Buendía y Úrsula Iguarán, así como su travesía por la sierra y la llegada al lugar que llaman hogar el resto de la historia, Macondo. Mientras el libro avanza podremos ir conociendo a la descendencia de José Arcadio Buendía y su esposa, sus relaciones y sus desventuras, así como el desarrollo del pueblo. En el libro podremos ver que el autor logra contar la historia de Colombia en el siglo XX en forma poética. El libro termina con el último de los Buendía descifrando los pergaminos de Melquíades y sabiendo que en el instante en que termine de leer los pergaminos un tornado arrasaría con él y con Macondo.  La obra es considerada una obra maestra de la literatura hispanoamericana y una de las más traducidas y leídas en español.

     La idea central de este ensayo es comprobar que el incesto en C.A.S^[1], además de reflejar una tendencia humana, representa el inicio y el fin de la estirpe Buendía. Para sustentar la idea tesis, se presentarán tres argumentos o variables. El primero de ellos será la relación entre José Arcadio Buendía e Úrsula Iguarán, quienes cometen el primer desliz que perseguirá a su descendencia alrededor de la novela: se casan siendo primos. La segunda variable radica en el texto sagrado de la religión católica, la Biblia, en la cual podremos admirar como desde el inicio de los tiempos el ser humano ha sucumbido a la tentación del incesto e incluso podremos contemplar como el mismísimo Dios cedía a aquello que páginas más adelante llamaría pecado. Como última y tercera variable, se hablará sobre la última relación entre familiares del libro, la de Aureliano y Amaranta Úrsula, esta relación prueba una vez más que todo en el libro de cien años de soledad se repite, incluso la misma historia de los Buendía, que está condenada a caer en el mismo pecado una y otra vez.

     El funesto destino de la familia Buendía está amarrado a la maldición del incesto. Todo empezó con la relación de Úrsula Iguarán y José Arcadio Buendía que aunque “era previsible desde que vinieron al mundo”^[2] causó controversia al momento en el que sus integrantes manifestaron el deseo de casarse. Las cosas no mejoraron, pues la mamá de Úrsula no hizo sino meterle cuentos en la cabeza sobre las consecuencias del incesto, lo que hizo que la esposa de José Arcadio Buendía pospusiera el consumar el matrimonio casi un año, hasta que Prudencio Aguilar quien por falta de prudencia^[3] provocó la ira de José Arcadio y este le provocó la muerte. Esa misma noche hicieron el amor y nueve meses después, nacería José Arcadio, quien repetiría el mismo error de sus padres al casarse con su hermana adoptiva Rebeca. El matrimonio entre Iguarán y Buendía será como una especie de premonición del futuro de la familia, hasta que llegamos a las últimas páginas del libro y con los pergaminos de Melquíades entendemos que todo siempre estuvo escrito desde un inicio pero que ninguno fue capaz de atar cabos hasta el final. Este matrimonio estuvo siempre unido por un remordimiento de conciencia en donde fue la mujer quien se llevó la peor parte ya que ella siempre representó el poco de cordura que había en la casa, la tradición y la religiosidad, así que cuando está a punto de morir ruega a y le pide en una oración que parecía interminable a Dios durante casi dos días seguidos que entre los suyos no hayan más relaciones de este tipo.

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Esta exageración o hipérbole, puede ser entendida como el sentimiento de arrepentimiento o de culpa que sintió la mujer al darse cuenta de que había enseñado a su descendencia el error que quería que estos no cometieran, por lo que decide intentar expiarse con Dios y pedir por la suerte de los suyos, como un pequeño niño pidiendo perdón a sus padres, aun sabiendo que esto no servirá de nada.

     Ahora bien, no podríamos analizar desde un contexto histórico/moral si no viéramos la Biblia, uno de los textos con más referencia al incesto que hay. Si bien es cierto que en uno de los libros del antiguo testamento, Levítico 18: 8-18 queda terminantemente prohibido establecer cualquier tipo de relación con la familia, en el mismo texto sagrado se presentan diversos casos de incesto, como el de Sarah y su medio hermano, Abraham; por no mencionar muchos otros diversos, en donde las personas acceden a casarse entre primos e incluso mantienes una buena relación con Dios, lo que es bastante irónico, ya que está más adelante explicito que cualquiera que cometa alguna de estas acciones sufrirá diversos castigos:

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