Un Disfraz Llamado Amor, Prevención De La Violencia Adolescente

“UN DISFRAZ LLAMADO AMOR”

PREVENCIÓN DE LA VIOLENCIA EN LAS RELACIONES DE PAREJA DE ADOLESCENTES Y JÓVES

INTRODUCCIÓN

Este trabajo pretende aportar conocimientos sobre cómo se propician las relaciones de violencia en jóvenes adolescentes, mujeres y hombres en una relación de noviazgo. Se puede considerar que durante el periodo de la adolescencia es un escenario significativo para que se den conductas violentas hacia la pareja que puede repercutir y afectar las relaciones interpersonales en la etapa adulta. Los tipos de actos violentos que se tomaran en cuenta en la investigación, son los que se presentan del hombre hacia la mujer, como de la mujer al hombre.

La presente investigación pretende identificar los contextos y condiciones en que se generan las relaciones de violencia en el noviazgo, se abrirá un espacio en el broten ofertas que ayuden a prevenir esta problemática psicosocial. Dichas ofertas tendrán gran relevancia en el reconocimiento que los jóvenes tienen de sus relaciones de noviazgo y la forma en que estas surgen.

Por la naturaleza de la profesión de psicología, misma que pretende crear acciones de tipo preventivo y de atención a la violencia de pareja en adolescentes ya que es un reto que se debe de asumir, ya que dará como resultado una calidad de vida optima de este sector significará conformar relaciones futuras sanas y contribuir a la baja de índices de violencia que prevalecen hoy en día.

La investigación parte de un análisis de la etapa de la adolescencia desde lo social, las relaciones de noviazgo, la construcción de masculinidad y la feminidad y las diferentes formas de violencia de género que se ejercen en el marco del noviazgo.

• Una de cada tres mujeres en el planeta ha sufrido abusos en algún momento de su vida a manos de su pareja o bien de miembros de su familia o conocidos.

• Aproximadamente el 70 por ciento de las mujeres asesinadas en el mundo lo son a manos de sus parejas o ex parejas.

• La violencia en el ámbito familiar es la principal causa de muerte y discapacidad entre las mujeres de 16 a 44 años de edad.

• La violencia en la familia es la principal causa de muerte y de minusvalía para muchas mujeres, por encima del cáncer y los accidentes de tránsito.

1. JUSTIFICACIÓN

La adolescencia se puede considera como una etapa de transición física, psicológica, social y cultural, por la que todas las personas atraviesan; es en esta etapa en la que todas las pautas de conductas y pensamientos se transforman de acuerdo al entorno en que se desenvuelven, es en esta etapa en la que dan inicio las relaciones de noviazgo entre adolescentes que contribuye a desarrollar su propia identidad y a desarrollar su personalidad. Es cuando el adolescente se descubre a sí mismo, además inicia el preámbulo para que surjan las relaciones y se lleguen a establecer en la etapa adulta.

Para los adolescentes la familia, amigos y los medios de comunicación representan una gran influencia al establecer relaciones de pareja, ya que influyen en grandes dimensiones en las conductas que el chico llegue a adoptar sobre como relacionarse con su entorno, trayendo como resultado efectos tanto positivos como negativos; los efectos positivos contribuirán en seguir modelos de comunicación sanos y saludables, pero los modelos negativos generan conductas insanas que vendrán a repercutir fuertemente en etapas de adultez. Uno de estos efectos es la violencia de género hacia la pareja.

Las relaciones de pareja cimentadas en estas condiciones conllevan a experimentar maltratos que ponen en peligro la integridad y la dignidad de quien lo vive en una posición de subalternidad. El problema radica en que durante la adolescencia cuándo estos comportamientos son evidentes en un miembro de la pareja, se presentarán actitudes y una identidad de género que fomentan y propician la violencia, puesto que no está conciente que el control y la manipulación son formas de ejercer agresión.

Hablar hoy en día de violencia de género significa traer a colación uno de los problemas sociales más apremiantes y de mayor importancia dentro de la prevención e intervención psicológica en el ámbito familiar, comunitario e individual, pero también, por supuesto, dentro del ámbito educativo. Dentro de esta problemática, la violencia que se ejerce en las relaciones de noviazgo, relaciones que comienzan cada vez a una edad más temprana.1(Price y Byers, 1999), no es excepcional y se ha encontrado que ésta, en las relaciones de pareja de adolescentes, al igual que la violencia de género en adultos, se extiende en un continuo que va desde el abuso verbal y emocional, hasta la agresión sexual y el asesinato; es un grave problema que afecta de forma considerable la salud física y mental de los y las adolescentes (Makepeace, 1981).

La violencia de género no tiene por qué comenzar después del matrimonio, de hecho, generalmente y cada vez más, ésta se da en el noviazgo o al comienzo de la convivencia (Gorrotxategi y de Haro, 1999). Encontramos que diversas formas de control exagerado, que han sido pormenorizadamente enumeradas (Ferreira, 1992), comienzan a aparecer de forma temprana y, poco a poco, este tipo de conductas abusivas se van haciendo cada vez más frecuentes y extremas.

Es común que la violencia en la pareja inicie desde el noviazgo, entre los novios pasan algunas pequeñas cosas que en un principio suelen ser vistas en forma graciosa, como interés o como una manifestación de amor entre ellos. Estas conductas que se ven como muestras de afecto en realidad son signos de violencia o de deseos de contralar algunas situaciones de la relación. Conductas como nalgadas, pellizcos, piquetes en alguna parte del cuerpo, llamadas continuas, actitudes de celos, chistes y humillaciones indirectas, mordeduras, incluso algunas bofetadas son vistas en nombre del amor y del afecto en lugar de señales que pueden indicar situaciones conflictivas a futuro. La mayoría de estas conductas no se perciben como violencia, mas es posible identificar que se dan cuando hay un desacuerdo o una diferencia de opinión, lo que puede ir en aumento a medida que se relacionan diariamente y las diferencias de opiniones, creencias y estilos son más evidentes y más continuas.

Consideramos que los futuros profesionales de la intervención Psicológica, Educadores Sociales y Trabajadores Sociales, deben ser informados y formados a fin de que puedan intervenir sobre este problema. Creemos que es posible cambiar las

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