CorrientES DEL PENSAMIENTO
Enviado por ruzmily • 19 de Junio de 2014 • 2.340 Palabras (10 Páginas) • 363 Visitas
CORRIENTES FILOSOFICAS CONTEMPORANEAS DE LA EDUCACIÓN
Doctorante: Villamediana, Granellys
C.I. 12.322.981
Facilitador: Dr. Luís, Seijas
Las corrientes educativas estudian las formas prevalentes de la educación a través del tiempo. Estas constituyen los grandes itinerarios pedagógicos que se han desarrollado históricamente para responden a los problemas y retos que se suscitan en cada época, representando así, el esfuerzo consciente de las generaciones anteriores por mejorar la educación, de acuerdo a la situación heredada y las circunstancia que les tocó vivir. Esto hace que las corrientes educativas estén íntimamente ligadas a la evolución cultural y también influida por las distintas concepciones del hombre y de la vida que se han desarrollado en el pasado. Por tanto, no puede considerarse, como un conjunto de hechos aislados, sino como factores de gran importancia para reconstruir y comprender en mayor medida la historia de la humanidad. Aunque estrechamente vinculada a su contexto histórico ninguna corriente agota en sí misma la realidad educativa de una sociedad, ni alcanza a cambiarla drásticamente. Para ello, hay que tener en cuenta que generalmente suponen nuevas vías de reflexión y de práctica educativa, bajos las que viven otro modo de entender el hecho educativo como tal en su contexto. Donde el objetivo básico, es comprender el sentido y el valor de la educación a través de sus dimensiones históricas reconociéndolas influencias que esta corrientes ejercen sobre la situación actual.
Es a partir de allí, que estudiar las corrientes contemporáneas educativas exige y acredita un enfoque filosófico propio que coadyuve a la convalidación del conocimiento científico acerca del hecho educativo en toda su extensión, la legitimación del modo como se obtiene y la acreditación de la forma como se utiliza dicho conocimiento. Es precisamente tal exigencia lo que ofrece la posibilidad de introducirse en el estudio de las distintas corrientes filosóficas que, de una u otra forma, han sustentado la educación. Con este fin, se parte intencionadamente desde una visión global de las concepciones materialista e idealista del mundo que le rodea analizando las variadas vinculaciones de dichas concepciones con el pensamiento universal y en específico con el de la educación contemporánea. De esta manera, se abren las puertas para dar paso, en lo sucesivo, al conocimiento de las auténticas implicaciones políticas, económicas, socio-culturales, geográfico-ambientales y cultual-religiosas que propulsaron el origen, surgimiento y desarrollo de la actividad educativa en el mundo.
Para nadie constituye un secreto las muchas interrogantes y los múltiples problemas por resolver que presentan la educación como fuentes y partes componentes de la formación integral del ser humano. Al mismo tiempo, también es harto conocido el hecho de que la resolución de los nombrados problemas necesariamente ha de vincularse a los planteamientos políticos, sociales, culturales, económicos y sobre todo filosóficos. Por ello, tener una forma propia de concebir y estudiar el mundo, defender una posición y argumentarla, enfocar y asimilar desde determinada óptica algún problema para dar solución al mismo, convenir ajustándose o no al sentir o parecer de otros, son sinónimos de filosofía.
Si bien es cierto que la filosofía implica una búsqueda, una indagación y un afán en relación con el conocimiento, no menos cierto es por el sentido literal del término la casi imposible definición del contenido y del objeto histórico de tal disciplina, ya que desde sus orígenes, entendida como forma suprema de conocimiento y praxis al servicio de la interpretación y transformación del mundo, goza de un mayor contenido que aquel que hasta la fecha se ha reflejado, a través de su etimología y significación. Precisamente a partir de la tendencia predominante en la respuesta a los problemas fundamentales de la filosofía relación de lo material con lo espiritual, la conciencia con el ser, el cerebro con el pensamiento, lo cuantitativo con lo cualitativo, es lo que conlleva a que los filósofos se dividan en dos grandes grupos matrices:
-Una corriente denominada Materialistas, los que reconocen el carácter primario de lo material, del ser, de la naturaleza; es decir, la idea, la conciencia, el espíritu los cuales son percibidos como lo secundario, lo derivado o el producto de lo material. Para ellos, el aspecto de intangibilidad del pensamiento es un producto función de la compleja y palpables estructura y contenido del cerebro. Cuando en sus enunciados se asevera que la materia no ha sido creada, que es eterna e infinita y que su causa hay que buscarla en ella misma, el materialismo por ende conduce a la negación de dios.
La corriente, Idealistas los cuales declaran todo lo contrario a los materialistas, dando preponderancia a la conciencia, la idea y el espíritu o el alma como lo primario. Este grupo de filósofos, aparte de ser considerados también formalistas por sostener que la realidad es la forma o la idea se subdividen en idealistas objetivos e idealistas subjetivos, ya que los del primer caso admiten la cognoscibilidad del mundo, y los del segundo aseveran que el ser humano no puede conocer el mundo, sino nada más que sus propias sensaciones. Desde estos dos precitados grupos de filósofos, han emergido otros que se caracterizan por sus peculiares formas de conjugar los nombrados problemas fundamentales de la filosofía, tales como los (a), Dualistas que se basan en dos principios iniciales, independientemente el uno del otro, de manera que la materia no determina la conciencia o espíritu y viceversa. (b), Ecléticos, se caracterizan por intentar mezclar aspectos y postulados del materialismo e idealismo. (c), Agnósticos, tienen como principio irrenunciable, negar la posibilidad que tiene el ser humano de conocer el mundo que lo rodea y los (d), Escépticos, que ponen en duda la cognoscibilidad del universo, aduciendo que sobre todo proceso, actividad, objeto o fenómeno se pueden emitir dos diferentes opiniones que, a su vez, pueden excluirse recíprocamente.
Es así como la educación acompañada de los múltiples matices que se le atribuyen como ciencia, acción pedagógica, proceso aglutinador de saberes científicos o fenómeno social, no queda exenta de tener sus propios problemas que no sólo se diferenciaban significativamente de otros, sino que también estaban sujetos a solución desde una óptica filosófica y científica propia. Es a partir de este proceso filosófico, que el sistema educativo adquiere una dimensión más flexible
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