Cualidades De Un Texto Escrito
Enviado por 160659 • 26 de Mayo de 2015 • 4.662 Palabras (19 Páginas) • 337 Visitas
CUALIDADES DE UN TEXTO ESCRITO
Un texto escrito se configura a partir de cinco propiedades: 1.) se concibe con un propósito
comunicativo específico, 2) tiene sentido completo, 3) unidad, 4) coherencia y 5) cohesión.
Seguidamente se explica cada uno de estos aspectos.
Propósito comunicativo
Todo el que escribe tiene una intención comunicativa específica: proporcionar una
información, narrar un hecho real o ficticio, persuadir o convencer a un auditorio, describir
un objeto o un estado de cosas, protestar por una situación, denunciar una anomalía,
solicitar una información, etc.
En el discurso oral un enunciado corto puede ser suficiente para expresar este
propósito: “Un vaso de agua, por favor” expresa con mucha claridad el deseo de un cliente
al dirigirse al mesero de un restaurante. En el discurso escrito también abundan los textos
cortos que reflejan con claridad la intención comunicativa de su autor: “No hay vacantes”,
“Se prohíbe fumar”, “Papá grave. Urgen recursos”. Identificar el propósito de textos más
complejos y más extensos como ensayos, códigos, ponencias, conferencias, monografías,
libros de investigación, etc., exige mayor esfuerzo para el lector.
Sentido completo
En un texto se desarrolla una idea completa. El texto es una manifestación lingüística
relativamente independiente, cuya interpretación depende fundamentalmente de la
información que se suministra en su interior. Pero aunque un texto tenga sentido completo
en sí mismo, de alguna manera su interpretación remite a otros textos producidos con
anterioridad. A la presencia de un texto en otro se le denomina
intertextualidad.
De ahí que
la interpretación de un texto se enriquece en la medida en que el lector esté en condiciones
de establecer nuevas relaciones significativas con otros textos en los que se abordan los
mismos referentes. Por eso interpreta mejor un ensayo sobre algún aspecto del Quijote
quien haya leído esa novela, que quien no la haya leído.
Un texto tiene sentido completo cuando en su interior aparece la información suficiente
para que el lector comprenda el propósito por el cual fue escrito. De modo que la extensión
de un texto depende del grado de complejidad de lo que se desea comunicar.
Unidad
Cuando se habla de unidad se tienen en cuenta criterios normativos en el nivel textual. La
unidad se refiere a la cantidad de información que ha de aparecer en el texto. Grice
(1983:106) denomina “cantidad” a esta cualidad textual. Las apreciaciones de Grice
provienen de lo que él denomina una “lógica de la conversación”. Hay un par de principios
enunciados por Grice, que son igualmente valederos para lo que sería una lógica del texto
escrito:
1. Haz que tu contribución sea tan informativa como se requiera para los propósitos
vigentes en el momento del intercambio.
2. Haz que tu contribución no sea más informativa de lo que se requiere.
En el texto escrito se presenta una violación al primer principio cuando la idea central
es parcialmente desarrollada; dicho de otro modo, cuando hacen falta premisas que
sustenten las conclusiones u opiniones del autor. Se viola el segundo principio cuando en el
texto se suministra información que es irrelevante para el desarrollo del propósito del texto;
es decir, cuando quien escribe se sale del tema.
En el discurso oral espontáneo es prácticamente imposible mantener la unidad
temática —además de que resultaría aburridor—. Sólo en algunos casos especiales —
conferencias, debates, foros— algunos expositores la mantienen, pero hasta ciertos límites.
En el texto escrito, en cambio, la unidad es un requisito ineludible. La falta de unidad esmás
notoria cuando se viola el segundo principio de Grice, esto es, cuando quien escribe se sale
del tema en alguna oración o en algún párrafo. Con el siguiente ejemplo ilustramos la
violación del principio de unidad:
1. La literatura nos ofrece de una forma directa o indirecta una fuente inagotable
de verdades y conocimientos. 2. Pero el conocimiento que nos ofrece la literatura
no es ese tipo de información basada en datos codificados y transmitidos, sino
conocimientos personales, conocimientos de cómo nos relacionamos con el
mundo, de cómo nos sentimos, pensamos e
interpretamos la vida. 3. La literatura
ofrece conceptos cargados de valores sobre cómo es la vida o por lo menos de
cómo debería ser. 4. La literatura existencia
lista no es una literatura de diversión, de
ocio, de recreación; antes por el contrario, se trata de llevar al plano estético de
las letras una descripción del diario acontecer del hombre en la vida real. 5. Antes
que diversión, se trata de una literatura de reflexión.
6.
La obra literaria nos formula una invitación para que participemos en una
interpretación de la vida. 7. Ella nos enseña lo que otros han experimentado y
cómo se han comportado en esa experiencia; y nos invita, al mismo tiempo, a
confrontar esas percepciones con las nuestras y a construir nuevos paradigmas,
nuevos esquemas de nuestra visión del mundo. 8. Las obras de ficción son un
producto de la imaginación personal, una ilusión de la realidad. 9. Los personajes
de las obras de ficción en verdad no
existen. 10. La literatura no ofrece un
conocimiento ya elaborado, sino una oportunidad para construirlo. 11. No se trata
de un conocimiento de cosas —propio de los científicos— sino acerca de
relaciones, valores, motivaciones. 12. Se trata, en fin, de un conocimiento del que
cada lector tiene que responsabilizarse.
El texto anterior da la impresión de estar bien concebido; sin embargo las oraciones 4 y 5
del primer párrafo rompen su unidad porque expresan contenidos que no tienen nada que
ver con el propósito de ese párrafo: explicar por qué la literatura es una fuente para la
adquisición de nuevos conocimientos. Sin motivación alguna, el autor dedica espacio a un
par de oraciones, sobre la literatura existencialista que, aunque bien redactadas, se apartan
de lo que se pretendía sustentar. Del mismo modo, las oraciones 8 y 9 se refieren al hecho
de que todo lo dicho en una obra literaria es ficción; estas oraciones se apartan demasiado
del propósito del segundo
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