Cuento A BLANCO Y NEGRO

A BLANCO Y NEGRO

Mi nombre es Lina tengo 25 años, hace 3 años estoy en una relación un poco complicada con un hombre llamado Julián. Al principio de la relación era un hombre muy cariñoso, detallista y se preocupaba mucho por mí, ahora digamos que cambio un poco, soy como la sirvienta de la casa solo un objeto que utiliza cuando quiere y lo desecha cuando ya no le sirve.

Hace dos años no he salido de mi casa, no me deja trabajar ni estudiar, solo porque dice que me ama y no quiere separarse de mí, ni que ningún otro hombre me mire.

He intentado varias veces escapar de la casa pero lo que gano cada vez que lo intento es que el me dé una golpiza. La última vez que lo intente casi me mata, pero cuando se dio cuenta de cómo me había dejado me llevo rápido al hospital, diciéndoles a los doctores que había sido por un accidente. Cuando desperté estaba a mi lado llorando diciendo que no quería perderme, que él iba a cambiar, abrí los ojos y empezó a darme besos , me pregunto que si lo perdonaba, yo creí que todo lo que me decía era cierto y decidí perdonarlo, pero creo que fue la peor decisión.

El tiempo que dure internada en el hospital me atendió un doctor joven que parecía de mi edad, se llamaba Diego, era muy atento con todo lo que yo necesitaba, durante el transcurso del tiempo me volví muy amiga de él; cuando fue mi último día en el hospital me dio su número de teléfono, y que cuando quisiera o necesitara ayuda lo  llamara.

Desde ese día estuvimos en contacto; nos volvimos muy cercanos, el me conto toda su historia y yo le conté todo de la mía, dijo que me iba a ayudar para que me pudiera ir lejos de Julián, ya que después de que salí del hospital Julián volvió a hacer el mismo monstruo que siempre había sido.

Cuando llego el día tan esperado, en el cual acabaría mi tortura, todo iba de acurdo al plan, Julián estaba en la oficina como siempre, yo estaba alistando mis maletas y esperando a Diego. Eran las 3:30 de la tarde, tan solo faltaba media hora para que llegara Diego; cuando estaba terminando de empacar tocaron el timbre, pensé que era Diego, se me hizo un poco raro ya que estaba hablando con él hace un rato y me había dicho que se iba a bañar, cuando abrí era la persona a la que menos esperaba Julián, entro bravo y me dijo que era una inútil que ni para abrir una puerta rápido servía, me asusté mucho cuando el entro al cuarto y vio mis maletas hechas Y fue entonces cuando se dio cuenta de que estaba empacando para irme , lejos de él, lejos de la tortura ; la reacción de Julián no me la espere fue muy tranquilo por un momento pero luego me golpeo haciéndome caer y fue allí donde me agarro de las muñeca y me amarro a la cama. Julián comenzó a caminar como un león enjaulado de un lado para el otro agarrándose la cabeza.

-tú no te puedes ir, no me puedes dejar, solo yo te puede tener nadie más, creí que me querías - dijo desesperado, al borde de las lagrimas

No supe que decir simplemente me mantuve callada y mirando su reacción. A veces pienso que él tiene algún problema de bipolaridad o simplemente es un obsesivo compulsivo.

Fue allí cuando comenzó a sonar mi celular a lo que imaginé que podría ser Diego, Julián no alcanzo a escucharlo ya que estaba muy encerrado en sí mismo. Trate de alcanzar el celular pero no pude, Julián al parecer escucho el celular que no paraba de sonar y vino a cogerlo; al darse cuenta se puso rojo de cólera y me volvió a golpear.

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