Cuento Agartha

Agartha

Ava Fernández Velasco

Mi abuela me contaba historias sobre un mundo subterráneo donde habitan criaturas fascinantes y también los bajo tierra (así llaman a la gente que viven allí). Me contaba que ellos son una clase de superhombre que vigilaban la evolución de la humanidad. Esta tierra es conocida como el inframundo, la tierra de Yomi, Hades, Shambhala,  Agartha un paraíso donde se encuentra el secreto de la muerte y de la vida, y por eso es tan venerado por el hombre.

Según mi abuela años atrás el hombre y los bajo tierra convivian en paz hasta que un dia el hombre y su necesidad de poder creó caos y guerra entre ambos mundos, desde entonces Agartha es custodiado por grandes criaturas prehistóricas y casi inmortales que no permiten que el hombre común entre a perturbar la tranquilidad que hay y tampoco permiten que los bajo tierra emergen a la superficie.  Estas criaturas se encuentran en las diversas entradas que hay hacia Agartha, la más conocida es una que queda adentrándose al desierto de Gobi actual Mongolia-China.

En este misterioso mundo de Agartha hay un ser que es conocido aquí en la superficie como El Rey del Mundo que lidera todas las pequeñas provincias en Agartha. Se dice que este rey vive en la capital llamada Shambhala ubicada debajo del desierto de Gobi. El Rey del Mundo no tiene una apariencia humanoide, es un gigante que tiene mil ojos alrededor de él. Es un ser muy poderoso que lleva en él todas las almas de todos los seres del mundo cuando mueren, sean hombres, animales, criaturas místicas y los bajo tierra. Se dice que este rey te puede conceder el deseo de traer a la vida a un ser querido violando toda creencia de Agartha que dice  que la muerte en sí es parte de la vida misma.

Un dia mi abuela me contó que un hombre llamado Itzé devastado por el dolor decidió bajar a Agartha para poder traer a su esposa Aruma de la muerte. Después de haber bajado al se encontró finalmente con su esposa y le dijo “ me he vuelto parte del mundo de la muerte sin embargo, si el Rey del Mundo me lo permite podre regresar a casa contigo”. El rey le puso la condición de que mientras Itzé hablaba con él y emprendia su viaje de vuelta al mundo de la superficie no podía voltear a mirar a su esposa. También le dijo que su esposa no iba a hablar con él y que él no iba a sentir su presencia.  Itzé aceptó la condición del rey y emprendió su viaje de vuelta a casa, recorrió los inmensos lagos, llanuras, montañas de Agartha sin mirar atrás ni una vez.

Después del quinto día de viaje Itzé se empezó a cuestionar si el rey cumplio su palabra, si en serio su esposa Aruma estaba detrás de él. Sin dudarlo Itzé voltio y vio a Aruma. Al instante se abrió un portal ya que Itzé había roto la condición del Rey del Mundo, una fuerza dentro del portal succiono el alma de Aruma llevándola de vuelta.

Itzé quedó más devastado que nunca, no podría creer que estaba a punto de traer a su esposa de vuelta y no haya sido capaz de cumplir la condición del rey. El ya no le veía sentido a la vida y le pidió al rey del mundo que tomara su alma. El rey le dijo que por incumplir su condición le iba a poner una penitencia, tenía que vivir mil siglos para que el alma de él y la de su esposa se encontraran y descansaran en paz.

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