Cuento De Literatura
Enviado por Yolikis • 19 de Julio de 2015 • 1.246 Palabras (5 Páginas) • 162 Visitas
ENCUENTRO FORTUITO
Se dice que la muerte es otro plano distinto a esta vida terrenal, mas sin embargo, entre nosotros viven personas muertas en vida… Débiles de mente, sin razón de si mismas y que cada día intentan en vano encontrar la felicidad.
Una tarde de verano, de esas que se pueden disfrutar en algún lugar placido y fresco que nos mitigan un poco de la vida cotidiana, un joven con espíritu aventurero decidió salir a explorar la naturaleza. Teniendo en mente algunos conocimientos generales de supervivencia y cargando consigo algunos víveres para un par de días, se sentía confiado de que la pasaría muy bien alejándose del bullicio de la ciudad y encontrándose consigo mismo en un lugar apacible y tranquilo.
En camino iba, por el bosque observando y llenando su mente de imágenes bellas, respirando el aire fresco que solo ahí se puede encontrar. Siguió por la vereda al lado del rio por un tiempo prolongado y cuando el cansancio venció su energía, se detuvo en una rivera y se tiro a descansar mientras que degustaba una frutilla.
Transcurridos algunas horas el joven retomo el andar no sin antes refrescarse un poco con agua del rio; se acerco y tomo con sus dos manos un poco de la cristalina corriente, la dejo caer por su cara y al momento que repetía la acción algo sobresalto al muchacho, en el reflejo del agua pudo ver un rostro un tanto familiar pero distinto al suyo. Se sintió sorprendido, mas su mente racional encontró una respuesta para esa situación – posiblemente ha sido el cansancio y calor abrazador que hace aquí– pensó para sus adentros.
Haciendo caso omiso de aquella situación, prosiguió con su camino el cual tenia como destino pasar unos días en un poblado casi solitario donde había unas ruinas. La gente comentaba acerca de la energía que se puede obtener de las cosas antiguas, pero también comentaban de los incidentes un poco fuera de lo ordinario que sucedían en los alrededores.
Durante el trayecto sentía un poco de ansiedad, el estar rodeado de una inmensidad verde, de un espacio tan amplio y frondoso pero al mismo tiempo acompañado de la soledad y su pensamiento un poco excitado por el incidente y las habladurías de la gente, podría jugarle alguna mala broma. Enfoco un poco su atención en lo que había a su alrededor como las flores de colores brillantes y de bellos aromas, el canto de los pájaros pero aun distraído en ello seguía con un sobresalto, tal vez un presentimiento, quizás solo era su imaginación pero se sentía observado incluso que era seguido por alguien.
Transcurrido el tiempo llego a su destino después de pasar una pequeña loma alcanzo a divisar el panorama que tenia en mente la ruinas tan majestuosas aun a pesar de los estragos por el paso del tiempo y el clima.
Se acerco a un anciano del pueblo al pie de las abandonadas ruinas, para preguntar acerca de una posada para pasar esa noche, su cara se le hizo familiar.
- Buenas tardes, ¿podría decirme si hay alguna posada por aquí? – pregunto con voz serena el joven.
- ¿Quién, quién? – murmuro una voz suave - ¿Piensa quedarse mucho tiempo? – pregunto aquel señor.
- Solo un par de días, ya esta atardeciendo y necesito donde pasar la noche. –contesto un poco apresurado.
- Tengo un pequeño cuarto que es muy modesto, pero le aseguro que descansara – esbozo una amplia sonrisa al tiempo que indicaba al chico un pequeño tejaban en las laderas de la loma.
- ¿Esta segura que es ahí? – un poco temeroso respondió
- Sígueme, no tengas miedo… se aparecen algunos fantasmas pero habrás
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