Cuento El Zorro Y El Coyote
Enviado por adzrael • 29 de Abril de 2015 • 469 Palabras (2 Páginas) • 1.243 Visitas
EL ZORRO Y EL COYOTE
E
n la orilla de un arroyo estaba tirado un zorro flaco y débil. Tenía días sin probar alimento; solamente tomaba agua esperando la muerte. Por suerte pasó por ese lugar un coyote gordo y activo. El coyote se acercó al zorro diciendo: - ¿Qué haces aquí amigo?, - el zorro explicó sus problemas con ojos llorosos y, con una voz muy baja, dijo: - Con mi debilidad no puedo cazar ni una gallina enferma, pues la última vez que intenté cazar una gallina los perros me andaban matando y por eso decidí morirme de hambre; pero ni aun la muerte me quiere llevar, pues ya llevo más de 20 días sin comida y no puedo morir.
El coyote le dijo:- No seas tonto amigo, la comida sobra cuando se utiliza la técnica de cacería fácil, mi amigo, acompáñame a cazar una gallina, borrego, chivo, conejo o cualquier animal que se nos atraviese en el camino y vas a recobrar tu fuerza. El zorro le dijo:- No amigo yo he intentado varias veces y siempre me va mal con los perros y los dueños de los pollos y borregos. El coyote le dijo: -Yo me comprometo a enseñarte las técnicas de cacería. El zorro por fin se convenció y una noche se acercaron a donde está el corral de chivos. A una distancia, algo lejos, empezaron a provocar mucho ruido de manera que los perros salieron a perseguirlos con mucho ladrido; repitieron esa técnica varias veces de manera que hicieron cansar a los perros; este acto era perjudicial para los perros porque luego se cansaron y les agarró mucho sueño. Una vez dormidos los perros, el coyote y el zorro se metieron en el corral, se llevaron el chivo más gordo y se fueron sin ninguna novedad. El zorro se puso muy contento, bebió mucha sangre y comió mucha carne y agarró fuerza.
Otra noche iban con más preparación porque llevaban un montón de huesos del chivo que habían cazado la noche anterior para los perros. Tan pronto como llegaron, calcularon muy bien si el campesino ya se había dormido; entonces se dirigieron a los perros usando la misma técnica de hacer ruido lejos del corral, pero ahora, dejaron también los huesos en el camino para entretener a los perros y, efectivamente la técnica surtió efecto porque los perros hasta se estaban peleando entre ellos por los huesos mientras que el zorro y el coyote se metieron al corral y se llevaron dos gallinas gordotas. El zorro aprendió estas técnicas de cacería de parte de su amigo coyote y le quedó muy agradecido; se despidieron y cada quien jaló por su lado, el zorro se fue pensando que más vale usar técnicas con inteligencia y no la fuerza bruta…
Recopilación: Pablo Hernández Cruz
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