Cuento Sadako

SADAKO Y EL HERMANO SORDO

Había una vez una niña de nombre Sadako que vivía en un lugar muy bonito llamado el Jardín del príncipe; ahí tenía la compañía de su mamá, su papá, su hermano Horacio, Harold el perro y Chester el gato, que era su mascota preferida.

Su hermano Horacio era sordo, pero no de nacimiento, ya que tuvo una enfermedad cuando era pequeño, por ese motivo ella y sus papás le dedicaban mucho tiempo y lo tenían muy consentido, en ocasiones lo llevaban de día de campo, puesto que a él le gustaba mucho disfrutar del campo. Siempre que salía de su recámara buscaba a su mejor amigo que era el perro Harold, con el cual jugaba y trataba como fuera de la familia.

En ocasiones tenían problemas Sadako y Horacio, puesto que cada uno de ellos defendía a su mascota y como los perros y los gatos no pueden ser amigos casi siempre había problemas a causa de estos animales.

La niña siempre terminaba gritándole muy fuerte a Horacio y diciéndole cosas muy feas, pero, la verdad al niño no le causaban ningún daño, ya que él no escuchaba, pero en algunas ocasiones también terminaban por golpearse uno al otro, hasta que tenían que intervenir sus padres.

A como fue transcurriendo el tiempo, Horacio se fue acostumbrando a vivir con su problema de sordera, esto a su vez hizo que desarrollarán otras habilidades con los demás sentidos, a través de la vista lograba leer los labios de las personas con las que convivía, pero, antes de que descubriera esto se tenían que comunicar con él por medio de señales y por escrito, lo cual resultaba un tanto difícil a las demás personas.

Un día la familia decidió salir de vacaciones a Estados Unidos y decidieron dejar al perro y al gato en una pensión para animales que se llamaba “la posada del aullido”.

Los niños no estaban de acuerdo en dejar a sus mascotas en ese lugar, pero, el papá les explico que durante el viaje que iban a realizar no se permitía viajar con animales. Las vacaciones duraron algunos días, visitaron muchos lugares de los más bonitos que había, pero los niños no mostraban estar felices porque al parecer extrañaban mucho a su mascota.

Cierto día cuando caminaban por una calle de la ciudad Sadako vio que en la ciudad de Hiroshima había un doctor que era especialista en problemas como la sordera y pronto le platico a sus papás y ellos decidieron viajar hacia ella para llevar a Horacio a curar, al llegar a la dirección indicada se dieron cuenta por algunas personas que el doctor había salido de la ciudad a causa de que se aproximaba la segunda guerra mundial.

La familia al enterarse de la guerra decidieron regresar de inmediato pero todas las rutas estaban cerradas, el gobierno ordeno que no se permitiera la entrada ni la salida de personas al lugar, esto se hacia con el fin de evitar accidentes ya que la guerra estaba a punto de iniciar. Un vocero dio

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