Cuento a cerca de la violencia armada en Colombia
Enviado por Este12ban • 12 de Marzo de 2019 • Trabajo • 1.393 Palabras (6 Páginas) • 158 Visitas
RECORDAR ES VIVIR
Mientras el viejo carro recorre las trochas de estas tierras escarpadas, yo solo pienso si la decisión que tomé fue la mejor, y es que volver al lugar en el que sufrí tanto, donde perdí amigos y familiares no es fácil, alguien me dijo que era una forma de sanar heridas, pero yo creo que es echar sal en la llaga; aunque lo que más me motiva a volver es ver a mi familia, ya llevo mucho tiempo lejos de ellos.
Falta poco para llegar y ya siento el olor a café tostado y maíz pelado, ya escucho el estruendo del rio y recuerdo los días de paseo de olla y de pesca en las cristalinas aguas del Opón; también invaden mi mente los recuerdos de los juegos nocturnos, con la brillante luna sobre nuestra cabeza como compañía, y es que aquellos tiempos, bellos tiempos que no volverán, tiempos llenos de armonía donde reinaba la paz y tranquilidad.
Me siento ansioso de abrazar a mis padres y comer de las ricas arepas hechas por mi abuela, apenas pongo un pie en el suelo un escalofrío recorre cada uno de mis huesos, veo la imagen rota de la virgen del Carmen ubicada en el medio de la plaza y es que antes quedó en pie, ese cilindro bomba que lanzaron a la mitad de la plaza fue devastador, acabó con medio pueblo, cegó la vida de por lo menos doce pobladores, entre ellos mi tío Darío y su esposa quienes en ese momento estaban limpiando la fuente de la plaza, dejaron a sus dos hijo huérfanos con tan solo seis y once años, pero ese no fue el único ataque, fueron muchos, y no eran solo ataques, las extorciones, abusos, violaciones eran constantes.
Voy de camino a mi casa, queda dos cuadras arriba de la plaza, en el trayecto veo a mi primo, el hijo de mi tío Darío, está enorme, se parece mucho a él, también me encuentro con doña Rosa, ella es la mamá de Laura a la que todos por cariño llamábamos chiki, y digo “llamábamos” porque fue una víctima más, su muerte fue una de las más trágicas, fue violada y torturada, la descuartizaron, dejaron partes de su cuerpo por todo el pueblo y el motivo era simple, solo por ser hija del presidente de la junta de acción comunal y también profesor quien les hizo la vida imposible a este grupo armado, pero a quien días después también mataron, a él lo sacaron de su casa en la madrugada y lo llevaron a las afueras del pueblo, le dieron tiros de gracia y su cuerpo lo dejaron sobre una roca enorme en la que las iguanas salían a tomar el sol. En la cara de doña Rosa se nota la tristeza, sus ojos melancólicos reflejan los años de soledad, después de darle un fuerte abrazo continúo mi camino.
Por fin diviso mi casa, justo como la había visto antes de partir años atrás; siento mi corazón hinchado, la felicidad es enorme, mi bella madre está sentada en el viejo sillón terciopelo rojo leyendo una revista, su reacción fue inmediata, sus ojos se iluminaron y nuestro abrazo fue eterno, del cuarto del fondo salió mi hermana, cada día se parece más a mi madre, cuando me fui de casa era una niña, ahora está hecha una señorita; pregunto por mi padre y me dicen que aún no ha llegado de la finca, me dirijo a mi cuarto a dejar las maletas, y es que estoy muy cansado, el viaje es agotador, son aproximadamente 9 horas.
Tomé una ducha y después de haber cenado quiero ir donde mi abuela, ya estaba oscureciendo y sentía temor salir a esa hora ya que en los tiempos de conflicto no era para nada seguro salir después de las seis y es que una noche un compañero del colegio salió de su casa a comprar unos globos y una tarjeta para celebrar el cumpleaños de su novia y encontró la muerte, iba entrando a la papelería y un disparo en el pecho fue suficiente para acabar con su vida; creo que mi madre notó mi cara de preocupación y me dijo que estuviera tranquilo, que hacía mucho tiempo todo había transcurrido con normalidad, pero decido aplazar mi salida para el día siguiente.
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