Cuento. creacion del fuego

Cuento 2

Luego de obtener el fuego los hombres trataron de mantener la llama encendida echándole ramas y pasto seco pero esto no duro mucho tiempo, una vez que ya no tuvieron más fuego intentaron encenderlo nuevamente pero ellos no podían ya que aquella vez que lo obtuvieron fue por el rayo que había caído sobre el árbol. Esperaron días y días hasta que hubiera otra tormenta como aquella pero no volvió a ser lo mismo, cada vez que llovía; solo era lluvia algunos relámpagos pero no se producía el fuego.

Al pasar los días, semanas y meses llego la primavera, los hombre se habían resignado a que apareciese de nuevo el fuego, ya cansados de esperar siguieron con sus vidas cazando mientras que algunas de las mujeres tallaban las lanzas de los hombres para que estos tengan herramientas para cazar otras armaban las tiendas donde se cubrían por las noches y las niñas mayores cuidaban a los más pequeños y jugaban con ellos golpeando rocas, sujetándolas una en cada mano como si estuvieran produciendo música, el choque de cada una de ella sonaba distinto. Hasta que en un momento entre los choques de las rocas de uno de los pequeños salió una chispa que cayó sobre el pasto, que usaban las mujeres para armar las tiendas, al principio salió humo del pasto luego empezó a crecer una llama rojiza que ocupaba gran parte del pasto. Los pequeños se preguntaban que era hasta que una de las mujeres se percató de ello y grito –fuego-; los hombres salieron corriendo a donde estaban ellos y los vieron asombrados preguntándose cómo había aparecido nuevamente. Los niños entre ellos señalaron a una pequeña, mientras se alejaban de ella, que mantenía en sus manos rocas. Los hombres se abalanzaron sobre ella y le dijeron que demostrase como había hecho eso, ella los miro y choco nuevamente las rocas que tenía en sus manos con tanta fuerza como pudo para que saltase de nuevo una chispa pero no lo pudo lograr, ya de noche la niña seguían chocando sus rocas, cansada, golpeo las piedras por última vez y de ahí se produjo una nueva chispa con la que hizo nuevamente fuego.

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