Cómo Gertrudis enseña a sus hijos
Enviado por robertovelazquez • 6 de Enero de 2014 • 365 Palabras (2 Páginas) • 462 Visitas
Pestalozzi, Juan Enrique
Cómo Gertrudis enseña a sus hijos
, preparación del texto castellano, introducción ynotas por el profr. Domingo Tirado Benedi. Luis Fernández G. editor, México S.F. pp.112-269En este fragmento de la obra de Pestalozzi, que comprende de las cartas cuarta aduodécima, encontramos los principios pedagógicos que éste postula, así como losmotivos que lo orillan a proponer dicho método. En principio, podemos decir que elmotivo principal es el descontento que tiene para con los sistemas educativosimplementados en Europa en esa época. Pestalozzi lo plantea del modo siguiente:
Cuando abarcaba con la vista el estado general de la enseñanza, o mejor dicho, laenseñanza considerada en su conjunto y en sus relaciones con la masa de los individuosque tenían necesidad de ser educados, me parecía que lo poco que podía hacer en todami ignorancia era aún infinitamente superior a lo que veía hacer a ese respecto en favor del pueblo. Mientras más observaba a ese pueblo, más encontraba que el poderoso ríoque parece correr para él en los libros se avapora [sic.], en la aldea y en el salón de laescuela, en una niebla oscura y húmeda que ni lo moja ni lo deja a secas, y que no tiene para él ni las ventajas del día ni las de la noche.
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Más adelante lo expresa de manera todavía más abierta:
No podía suceder otra cosa: Europa, a causa de su instrucción popular, debía caer en elerror o más bien en la locura a que a quedado subyugada. Por una parte, se ha elevadoen algunas artes en particular a una altura gigantesca y, por otra, ha abandonado lassendas de la naturaleza en la dirección que ha dado a toda la humanidad. Ninguna partedel mundo se ha elevado tan alto; pero, por otro lado, ninguna ha descendido así mismo[sic.] a una profundidad tan grande. Como la estatua del profeta, toca las nubes con sucabeza de oro, es decir, las artes aisladas en que sobresale; pero la enseñanza del pueblo, que debería ser la base de esa cabeza de oro, es por el contrario, como los piesde la gigantesca estatua, el barro más vil, más frágil y más despreciable. Estadesproporción, desastrosa para el espíritu humano, entre las prerrogativas de lo alto y
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