Tu Hijo Tu Espejo

El presente trabajo hace referencia a la lectura del libro “Tu hijo, tu espejo” el cual se enfoca en comprender que cada ser humano es diferente ya que cometemos errores y por supuesto no somos perfectos pero eso no quiere decir que nos vamos a frustrar o bloquearnos y nos vamos a quedar estancados en el pasado es por eso que tenemos que vivir y disfrutar el momento, el aquí y el ahora, y así disfrutar de todas las ventajas que existen en nuestras familias tanto como padres y/o hijos.

Así mismo el libro nos habla de cómo podemos enfocar de una forma distinta y buena la educación hacia los hijos y dejar a un lado las experiencias, preocupaciones, y vivencias que a cada uno nos pasa ya que es muy claro que en la mayoría de las familias esto sucede, quizás sea por naturaleza propia o por costumbre, pero es bueno pensar en la habilidad que hay en cada uno de nosotros y aunque aun seamos jóvenes, mayores, hijos o padres podemos aun realizar aquellas cosas que en algún momento dejamos pendientes.

Quizá si la mayoría de la gente pensara en que es más hábil o que es lo que más le gusta hacer no habrían tantas diferencias tanto en las familias, en la sociedad y sobre todo en los trabajos ya que cuando estas satisfecho y cumples tus sueños y metas se está bien consigo mismo y por consecuencias con los demás que te rodean.

Se dice que cuando los hijos son pequeños es fácil que los padres impongan sus deseos, como el qué comer, cómo vestirse e incluso a qué jugar, pero los años pasan y ese dominio va desapareciendo conforme va aflorando la personalidad y la madurez de los hijos. En ese momento, pueden empezar de modo inconsciente los conflictos, los hijos no son extensiones de los padres, pueden parecerse en algunas cosas, ya sea porque las han adquirido o porque son naturales en ellos.

Se dice que los hijos somos el vivo retrato de nuestros padres será verdad? Muchas actitudes que caracterizan la personalidad de nosotros como hijos se encuentran ocultos frente a los ojos de nuestros papás aun que a veces ellos no quieran ver ni aceptar la realidad de lo que está pasando y uno de los principales problemas es cuando yo papá pretendo que mi hijo sea igual que yo. Inculcándonos inconscientemente una personalidad que no nos gusta a los hijos inculcándonos sus deseos, pasiones, aficiones, actitudes, gustos, creencias y muchas cosas más.

Tal vez será que se acostumbran a que ágamos lo que ellos quieren, porque desde pequeños nos imponen todo como el solo comer dulces una vez por semana, como vestirnos e incluso a que si jugar y a que no, con quien juntarnos, como comportarnos en frente de la gente que decir y qué no decir, entonces cuando nosotros crecemos ese mando va disminuyendo ya que maduramos y ya somos capaces de escoger como visir, cuales serán nuestras amistades que hablar y que no hablar, en que creer. Y es ahí cuando nuestros papás no entienden que ya no somos los mismos de hace 19 años y entonces ahí comienzan los conflictos se puede decir que de forma inconsciente, los hijos no somos iguales a nuestros

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