Tu Hijo Tu Espejo
Enviado por magdamendezperez • 2 de Julio de 2012 • 1.821 Palabras (8 Páginas) • 874 Visitas
• Introducción
En mi ciudad natal vivían una mujer y su hija que caminaban dormidas. Una noche, mientras el silencio envolvía al mundo, la mujer y su hija caminaron dormidas hasta que se reunieron en el jardín envuelto en un velo de niebla. Y la madre habló primero:
—¡Al fin! ¡Al fin puedo decírtelo, mi enemiga! ¡A ti que destrozaste mi juventud y que has vivido edificando tu vidaen las ruinas de la mía! ¡Tengo deseos de matarte! Luego la hija habló, en estos términos:
—¡Oh, mujer odiosa, egoísta y vieja! ¡Te interpones entre mi libérrimo ego y yo! ¡Quisieras que mi vida fuera un eco de tu propia vida marchita! ¡Desearía que estuvieras muerta!
En aquel momento cantó el gallo y ambas mujeres despertaron. La madre dijo, amablemente:
—¿Eres tú, tesoro?
Y la hija respondió con la misma amabilidad:
—Sí, soy yo, querida mía.1
• Análisis del relato
Ustedes creen que ¿Pueda existir sentimientos como esos entre una madre y una hija o entre un padre y un hijo? SIIIIIIIII
Si se ve desde el punto de que existe una "parte oculta" en la relación padres-hijos, conformada por una variedad de facetas de la vida de los padres, proyectadas de manera inconsciente en la vida de sus hijos, proyecciones que se desconocen y se niegan, porque descubrirlas a veces asusta y casi siempre avergüenza.
Entonces ¿creen ustedes que tenga caso adentrarnos en este laberinto? ¿Para qué hablar de este tema y correr el riesgo de sentir culpa, dolor o vergüenza? La respuesta es simple: de todas maneras sentimos esto en muchos momentos de la relación con nuestros hijos, sobre todo después de esas explosiones donde surgen los sentimientos reprimidos y negados, donde nos agredimos mutuamente y dejamos la marca de esas ofensas que el tiempo casi nunca borra, y que se van acumulando una sobre otra dañándonos profundamente, tanto a nosotros como a nuestros hijos.
Por lo que podemos pues decir que es mejor conocer esa “parte oculta” de nuestra relación y de esta forma saber:
• ¿por qué ese hijo, específicamente él, te saca tan fácil de tus casillas?
• ¿por qué te desagrada tanto?,
• ¿por qué te es tan difícil amarlo?,
• ¿por qué estás empeñado en cambiarlo?,
• ¿por qué lo presionas con tal insistencia para que haga o deje de hacer?
Darnos cuenta contribuye a trasformar los sentimientos de rechazo , rencor, y su consecuente culpa, que puede n resultar devastadores, facilitando el paso al único sentimiento que sana, une y trasforma ; el amor
1. Las defensas
Para comprender este asunto de la –“parte oculta” de la relación padres e hijos se debe hablar primero de los mecanismos de defensa los cuales son: medios que utilizamos inconscientemente para afrontar las situaciones difíciles, distorsionando, disfrazando o rechazando la realidad y así reducimos la ansiedad
Y existen alrededor de trece mecanismos de defensa pero para fines de este tema solo veremos el de la proyección, negación y formación reactiva.
Si bien todos, en ciertos momentos, utilizamos algún mecanismo de defensa, esto sucede en mínimo grado en las personas psicológicamente sanas y maduras, ya que tienen un muy buen grado de autoconocimiento y manejo de sus propios procesos.
La proyección
Es el proceso de atribuir a otros lo que pertenece a uno mismo, de tal forma que aquello que percibimos en los demás es en realidad una proyección de algo que nos pertenece; puede ser un sentimiento, una carencia, una necesidad o un rasgo de nuestra personalidad.
Si bien la proyección es un mecanismo que puede ser activado ante cualquier persona, nosotros nos enfocaremos específicamente en la proyección en las relaciones con nuestros hijos.
Por eso se dice que las personas que nos caen mal son una maravillosa fuente de información para detectar lo que no hemos solucionado dentro de nosotros mismos, ya que este mecanismo de defensa no está mal en sí mismo, ya que puede ser un eficaz medio de autoconocimiento
La proyección no sólo aparece en un sentido negativo, es decir, no sólo proyectamos en los otros nuestros conflictos de personalidad, sino también nuestras áreas de luz, de manera que todo eso que te gusta de otra persona es también una proyección de los aspectos bellos y sanos de ti mismo.
Las personas que critican constantemente, que en todo y en todos encuentran un motivo de queja, que perciben siempre el punto negro en el mantel blanco, tienen un gran desprecio por sí mismos, una sombra tan grande que constantemente la proyectan a su alrededor. Asimismo, quienes ven belleza, bondad y luz en otros están proyectando su propia belleza, bondad y luz.
La negación
Ésta se refiere a la no aceptación de una realidad que puede ser externa, por ejemplo algo que está sucediendo en la vida de las personas, o interna, como una necesidad, un sentimiento, un deseo o un rasgo de personalidad, los cuales resultan amenazantes y difíciles de reconocer.
Lo primero que necesitas hacer, es salir de la negación, ya que es imposible manejar lo que no aceptas ni reconoces. ¿Cómo buscar soluciones a un problema si te aferras a la idea de que dicho problema no existe? Salir de la negación y reconocer que hay algo qug no funciona, que necesita ser cambiado, e incluso reconocer que a veces no puedes solo y que necesitas ayuda, es primer gran paso, sin el cual no son posibles la curación y el cambio.
Después de este paso, por cierto quizás el más difícil, todo lo demás viene casi por añadidura.
Pero ,¿por qué es tan difícil reconocer nuestros sentimientos mal llamados "negativos" (los
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