EL CABALLERO DE LA ARMADURA OXIDADA FUNDAMENTACIÓN Y ARTICULACIÓN TEÓRICA

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                       EL CABALLERO DE LA ARMADURA OXIDADA  

                     FUNDAMENTACIÓN Y ARTICULACIÓN TEÓRICA

   Para comenzar este trabajo de integración de conceptos, comenzamos enfocándonos en los vínculos como fundamento motivacional de las acciones del caballero. Siendo el vínculo un circuito espiralado de comunicación y aprendizaje, que puede reposicionarse modificando su estructura. En una relación vincular, como la del caballero con otros, tenemos una historia de vida en común, recuerdos, sentimientos, que marcan huellas en la vida, afectan el esquema referencial, modos de pensar, sentir y hacer, entrando en el terreno subjetivo y formando un real vínculo.

  El vínculo es una estructura subjetiva compleja, que implica una relación entre procesos de comunicación y aprendizaje, algo del otro “me toca, me impacta, me interesa”. El vínculo es la unidad mínima de análisis y la pertinencia de la psicología social está en la concepción del sujeto interconectado con el mundo, en situación. En el cuento vemos los vínculos interconectando a los personajes de un grupo en la tarea de buscar alternativas que le permitan al caballero salir de la armadura.

  Para Enrique Pichón Riviere, existe un tercero estructurante con quien nos vamos a relacionar. El ser humano es un ser social que necesita vincularse, y cuando el vínculo es sano se caracteriza por diálogos de inclusión, respetando opiniones y contradicciones de otros. Aspecto que el caballero entiende que debe modificar y lo vemos reflejado en el cuento cuando él comienza a abrirse, a exponer sus virtudes y defectos, actuando introyectivamente, exteriorizando lo más vulnerable de él mismo en el mundo que lo rodea.

   Para el caballero su problema es su miedo de enfrentar sus temores y salir herido en la situación. Ante el miedo a la soledad guardó en su inconsciente la causa de su sufrimiento, creó una barrera defensiva hablando consigo mismo, hablar y no permitir que otros hablen.

   Así fue activando diferentes mecanismos de defensa. El caballero justifica cada una de sus acciones. A este mecanismo se lo denomina racionalización. Ejemplo: cuando Julieta, su mujer, le reclama por su falta de atención hacia ella y su hijo, él se justifica diciendo que tenía que luchar contra dragones, rescatar damiselas y que lo hacía solamente por ellos para que puedan vivir bien. 

   Utiliza la negación, niega que él sea el problema y lo atribuye a su esposa como incomprensiva y exagerada.

   Otro mecanismo de defensa es la sublimación donde el impulso es canalizado en una nueva y más aceptable salida. Su deseo de ser reconocido como un hombre bueno, generoso y amoroso lo llevo a convertirse en un gran caballero, lo cual era muy bien visto en la época medieval.

   En definitiva su armadura es su mayor mecanismo de defensa, dentro de ella reprime, proyecta, racionaliza, etc. Lleva a su inconsciente todo aquello que le genera sufrimiento, pero es consciente que si no produce en él un cambio que le permita salir de su armadura perderá a su familia, es en este camino de transformación interior va al encuentro con su YO.

   El caballero es un sujeto emergente de un sistema  vincular, a partir del interjuego necesidad y satisfacción, entre causas internas y externas que operan en la construcción como sujeto en términos de dialéctica entre él y la trama vincular. Esta contradicción se da en el interior del sujeto, pero las fuentes de gratificación se encuentran en el exterior, por lo cual irá en su búsqueda para conseguir la satisfacción. Es así como la necesidad del caballero será el fundamento motivacional de toda experiencia de contacto con el mundo exterior. Fundamento motivacional de todo aprendizaje y vínculo, sintetizado en su sentir, pensar y hacer.

     Así el caballero se enfrenta a un cambio en su esquema referencial, se da la verticalidad que son los conceptos que el trae de sus experiencias previas y la horizontalidad cuando comienza a producirse una ruptura en el aprendizaje adquiriendo nuevos conocimientos, al conocerse a sí mismo. Al verse amenazado, dado que la situación le genera temor e incertidumbre, se va desestructurando y tomando de los demás, aprendiendo de la realidad de los otros. La construcción de este ECRO es parte de la tarea del grupo.

   La situación hace que primero tome la posición persecutoria y una vez aceptada esta realidad y atravesado aquel temor o amenaza, adopte la posición depresiva, que implica tolerancia a la contradicción, la incompletud, la ambivalencia. Ambas modalidades vinculares son necesarias y complementarias, pasar por ellas nos permitirá lograr aprendizaje y crecer como sujetos sociales.

   En el proceso grupal, observamos como en el grupo primario de la familia se  fueron evidenciando, sus carencias y la necesidad de no perder a su esposa e hijo llevó al caballero a cambiar su actitud, para poder recrearse nuevamente como en su grupo, aún más consolidado. Observamos además que se conforma un grupo operativo entre Merlín y los animales del bosque que acompañan al caballero en su proceso de quitarse la armadura.

   Los grupos trabajan siempre en una espiral dialéctica que va y viene entre contradicciones, un recorrido de ida y vuelta que necesitamos para estar en un estado de equilibrio y armonía, lo que nos lleva a complementarnos, a humanizarnos.

   Los distintos personajes se van integrando a las escenas del cuento conforman un  grupo operativo y cumplen con la condición de grupo como un “conjunto reducido de personas ligadas por constantes de tiempo y espacio, y articuladas por su mutua representación interna que se propone en forma implícita o explícita, que tienen una tarea que constituye su finalidad interactuando a través de complejos mecanismos de asunción y adjudicación de roles.”

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