EL PRINCIPITO
Enviado por AngieElizarraraz • 3 de Febrero de 2014 • 1.458 Palabras (6 Páginas) • 278 Visitas
El Principito
Antoine De Saint Exupery
Capítulo
Antoine De Saint Exupéry
Antoine De Saint Exupéry Antoine de Saint-Exupéry, el autor de El Principito, fue un aviador y literato francés
que sólo vivió 44 años. Nació en Lyon, en 1900 y falleció en 1944. En realidad, nunca se supo que ocurrió con
él. Saint-Exupéry desapareció para siempre en una misión de reconocimiento, cuando sobrevolaba la Francia
ocupada por los nazis, durante la Segunda Guerra Mundial.
Entre sus novelas sobresalen Vuelo Nocturno y El Correo del Sur. Pero su obra más famosa y por la que ha
trascendido es el principito, un cuento largo en formato de libro.
En el prncipito se encuentran algunos valores humanos como: solidaridad, bondad, entereza, tenacidad,
compañerismo, entusiasmo por el conocimiento, y aq
-Este es demasiado viejo. Quiero un cordero que viva mucho tiempo.
Falto ya de paciencia y deseoso de comenzar a desmontar el motor,
garrapateé rápidamente este dibujo, se lo enseñé, y le agregué:
-Esta es la caja. El cordero que quieres está adentro. Con gran sorpresa
mía el rostro de mi joven juez se iluminó:
-¡Así es como yo lo quería!¿Crees que sea necesario mucha hierba
para este cordero?
-¿Por qué?
-Porque en mi tierra es todo tan pequeño…
Se inclinó hacia el dibujo y exclamó:
-¡Bueno, no tan pequeño…!Está dormido…
Y así fue como conocí al principit
render de dónde venía. El principito, que me hacía muchas preguntas, jamás
parecía oír las mías. Fueron palabras pronunciadas al azar, las que poco a poco me revelaron todo. Así,
cuando distinguió por vez primera mi avión (no dibujaré mi avión, por tratarse de un dibujo demasiado
complicado para mí) me preguntó:
-¿Qué cosa es esa? -Eso no es una cosa. Eso vuela. Es un avión, mi avión.
Me sentía orgulloso al decirle que volaba. El entonces gritó:
-¡Cómo!¿Has caído del cielo? -Sí -le dije modestamente. -¡Ah, que curioso!
Y el principito lanzó una graciosa carcajada que me irritó mucho. Me gusta que mis desgracias se tomen en
serio. Y añadió:
-Entonces ¿tú también vienes del cielo? ¿De qué planeta eres tú?
Divisé una luz en el misterio de su presencia y le pregunté bruscamente:
-¿Tu vienes, pues, de otro planeta?
Pero no me respondió; movía lentamente la cabeza mirando detenidamente mi avión.
-Es cierto, que, encima de eso, no puedes venir de muy lejos…
Y se hundió en un ensueño durante largo tiempo. Luego sacando de su bolsillo mi
Capítulo 4
De esta manera supe una segunda cosa muy importante: su planeta de origen era
apenas más grande que una casa.
Esto no podía asombrarme mucho. Sabía muy bien que aparte de los grandes
planetas como la Tierra, Júpiter, Marte, Venus, a los cuales se les ha dado nombre,
existen otros centenares de ellos tan pequeños a veces, que es difícil distinguirlos
aun con la ayuda del telescopio. Cuando un astrónomo descubre uno de estos
planetas, le da por nombre un número. Le llama, por ejemplo, "el asteroide 3251".
Tengo poderosas razones para creer que el planeta del cual venía el principito era el
asteroide B 612. Este asteroide ha sido visto sólo una vez con el telescopio en 1909,
por un astrónomo turco.
Este astrónomo hizo una gran demostración de su descubrimiento en un congreso
Internacional de Astronomía. Pero nadie le creyó a causa de su manera de vestir.
Las personas mayores son así. Felizmente para la reputación del asteroide B 612,
un dictador turco impuso a su pueblo, bajo pena de muerte, el vestido a la europea.
Entonces el astrónomo volvió a dar cuenta de su descubrimiento en 1920 y como
lucía un traje muy elegante, todo el mundo aceptó su demostración.
Si les he contado de todos estos detalles sobre el asteroide B 612 y hasta les he
confiado su número, es por consideración a las personas mayores. A los mayores
les gustan las cifras. Cuando se les habla de un nuevo amigo, jamás preguntan
sobre lo esencial del mismo. Nunca se les ocurre preguntar: "¿Qué tono tiene su
voz? ¿Qué juegos prefiere? ¿Le gusta coleccionar mariposas?" Pero en cambio
preguntan: "¿Qué edad tiene? ¿Cuántos hermanos? ¿Cuánto pesa? ¿Cuánto gana
su padre?" Solamente con estos detalles creen conocerle. Si les decimos a las
personas mayores: "He visto una casa preciosa de ladrillo rosa, con geranios en las
ventanas y palomas en el tejado", jamás llegarán a imaginarse cómo es esa casa.
Es preciso decirles: "He visto una casa que vale cien mil pesos". Entonces exclaman
entusiasmados: "¡Oh, qué preciosa es!"
De tal manera, si les decimos: "La prueba de que el principito ha existido está en que era un muchachito
encantador, que reía y quería un cordero. Querer un cordero es prueba de que se
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