ENSAYO: El Arte De Contar Ideas

ENSAYO: EL ARTE DE CONTAR IDEAS.

Cuando se menciona la palabra “ensayo”, la primera idea que se viene a la cabeza de muchas personas es: argumentación, reflexión e inclusive polémica, pero para otras el escuchar la palabra “ensayo” implica un gran problema, que va desde bloqueos, hasta desordenes en el pensamiento. Esta discrepancia de ideas se debe principalmente a que el ensayo es una composición escrita en la que damos a conocer nuestras ideas y puntos de vista particulares sobre un tema de interés determinado. Esta definición de ensayo sugiere dos problemas para el escritor (especialmente novato) que va encaminado a la producción de dicho tipo de texto. primero, el simple de hecho tratarse de un producción textual escrita lo vuelve dificultoso para muchas personas, escribir en sí es un arte que no todos saben manejar de manera correcta, que requiere de práctica y que quienes lo hacen son altamente privilegiados; en segundo lugar, el hecho de manifestar ideas se vuelve una difícil tarea, o al menos expresarla de manera correcta, ya que para ello se requiere una precisión léxica que combinada con elocuencia y algo de retórica se transforma en un don casi majestuoso; ahora bien, si por separados estos factores presentan dificultades para muchas personas, al ser conjugadas son casi un caos para quiénes no dominan correctamente este género. A raíz de esto, se puede concluir que el ensayo más que una simple composición escrita y más que una exposición de ideas, es un arte en todo sentido, un arte en el que el escritor conjuga perspicacia, sagacidad y elocuencia para exponer y convencer con sus ideas.

Como primera instancia, se debe tener claro el concepto de arte, el cual se define como el producto realizado por el ser humano con un fin comunicativo o estético, en donde se expresan emociones y una visión del tema mediante recursos, que para este caso, son de índole lingüísticos. Ahora bien, partiendo de esta definición, se puede hacer un análisis sobre cómo está ligado este concepto con la práctica de escribir ensayos. Inicialmente, se cumple con el primer requisito, el cual establece que el arte es el producto realizado por el ser humano con un fin comunicativo, esto se ve reflejado en la su cualidad de exposición de ideas que posee este tipo de texto y por consecuencia el carácter comunicativo inherente a él; comunicar es dar a conocer algo y el presentar ideas de manera lógica a un lector se traduce a comunicar el pensamiento del autor. Pero además de poseer un propósito comunicativo, también el arte va encaminado a un propósito estético, el cual se ve reflejado en el ensayo con el uso de diferentes recursos retóricos. Además, se dice que el arte es sinónimo de expresar emociones, y el ensayista debe poseer la cualidad de crear sentimientos en el lector, ya sea de rabia, indignación, alegría, duda, zozobra, inquietud, etc. Un buen ensayo debe sembrar emociones en el lector. Todo lo anterior reafirma la naturaleza artística que este posee.

Analógicamente, el artista que dibuja con su pincel es comparable con el escritor que produce ideas, el lienzo es al pintor lo que la hoja en blanco (virtual o física) es para el ensayista. Es esta el área de inspiración, o más bien, el lugar en el cual se reflejarán las emociones, donde se verá evidenciado el producto final de un proceso de producción, en el caso del escritor, de ideas, de argumentos, de acuerdos u oposiciones; así mismo, en el caso del pintor, un proceso de producción de inspiración, talento, precisión, sentimientos, a través de manejo correcto de instrumentos. Hay que hacer notar que al dar las cualidades de estos dos personajes, parece que estuviéramos aludiendo a uno solo, ya que, si se acoplan las dos características o procesos

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