ENSAYO: NO HAY RAZONES PARA SER OPTIMISTAS: STIGLITZ

ENSAYO: NO HAY RAZONES PARA SER OPTIMISTAS: STIGLITZ

A lo largo del tiempo se ha venido demostrando que los países tienen distintas economías y formas de manejarla, por lo tanto los programas contracíclicos que cada uno crea como estrategia no han de ser similares e igual de exitosos, sin embargo el hecho de que algunos países impulsen su economía garantiza la mejora de otros, ya que los segundos dependen de alguna u otra manera de los manejos políticos y económicos que tengan los primeros.

Este tipo de decisiones y comportamientos que toman los países industrializados y desarrollados han permitido que muchas economías de distintas naciones se vean declinadas o en ascenso, aunque últimamente se han visto afectadas negativamente por la restricción de consumo que están haciendo los países ricos para aplacar algunos déficit y facilitar así la restauración de un excedente de ingresos que conceda el aumento del ahorro y la inversión. Sin embargo, la crisis que se está viendo mundialmente ha concedido observar que aunque algunos países quieran tomar medidas de mejoramiento para evitar la crisis mundial y su estancamiento, el comportamiento de otros no lo permiten, pues está demostrado que a pesar de su gran influencia global existen otros factores que evitan que la economía logre salir a flote, pues los errados manejos que otras naciones han aplicado siguen perturbando la estabilidad económica mundial, por lo tanto la decisión de crear estrategias viables para obtener la mejor salida a la actual crisis debe tomarse en conjunto y no sobrellevar la carga de comportamientos y mejoramientos ante una situación de tal magnitud, pues no tendría la mayor transcendencia.

Ahora bien, el problema de tal crisis viene siendo desfavorable para los países en vía de desarrollo, pues sus economías se están viendo afectadas cada vez más, por lo que deben tomar medidas inquiriendo fuentes de crecimiento, creando estrategias que les permitan no versen afectados con la crisis y verlo como una oportunidad de transformar sus mercados y reformar algunos rumbos económicos que les permitan tener más solvencia y desarrollo permitiendo con esto el bienestar de su población, mejores políticas expansivas, disminución en la deuda externa y también aportándole más a la productividad para así mejorar en los diferentes aspectos y no dejarse afectar de esa gran bola de nieve creada por los países ricos que ha venido arrasando a diferentes naciones en los últimos tiempos.

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