EVALUACIÓN DE LA ALIMENTACIÓN DE LOS ADOLESCENTES
Enviado por 1317439709 • 22 de Septiembre de 2018 • Ensayo • 1.904 Palabras (8 Páginas) • 104 Visitas
EVALUACIÓN DE LA ALIMENTACIÓN DE LOS ADOLESCENTES
INTRODUCCIÓN
Durante toda la vida de un ser humano promedio su alimentación siempre será un factor decisivo con respecto a su salud de la persona. Como es de esperarse los alimentos ingeridos a lo largo de la vida no son los mismos. Esto es debido a que con el pasar del tiempo el cuerpo humano necesita diferentes tipos de nutrientes a lo largo de su vida, en otras palabras la alimentación de un niño es totalmente diferente a la de un adulto y cada una de las etapas es fundamental para su futuro. Una edad relativamente crítica es la que afronta la persona entre 12 y 19 años ya que en ese tiempo el cuerpo humano presenta un gran número de cambios antes de llegar a la etapa adulta. Por lo consiguiente es de gran interés conocer en que influye la alimentación a los cambios que conllevan a la adultez.
Según Maria Adams (2012) mediante la publicación en el sitio Women's Health & Wellnes afirma: “La adolescencia es un momento de crecimiento y cambio. Los adolescentes necesitan más calorías y nutrientes que cualquier otro grupo de edad para apoyar a sus cuerpos en crecimiento. Sin embargo, la mayoría de adolescentes comen demasiados alimentos de calorías vacías y tienen deficiencia de muchos nutrientes importantes.” (01). Esto da a entender que la nutrición general de los adolescentes no es debidamente atendida como es deseada, por lo que se debe recalcar los problemas alimenticios y buscar una solución.
Lo principal para un adolescente son las calorías que necesita ya que está comenzando a crecer, esto al igual que un auto necesita gasolina, los jóvenes necesitan una fuente de energía que rinda lo necesario para que el proceso de pubertad sea llevado.
Los adolescentes necesitan muchas calorías para soportar el rápido crecimiento que ocurre durante este momento y para impulsar sus ocupadas vidas. La cantidad de calorías que necesita su adolescente varía dependiendo de su edad, sexo, y nivel de actividad. La mayoría de las niñas adolescentes necesitan aproximadamente 2,200 calorías al día, mientras que la mayoría de adolescentes varones necesitan de 2,500 a 3,000 calorías al día (2).
En medio del trabajo en la escuela, los deportes, y otras actividades, los adolescentes con frecuencia están tan ocupados que no tienen el tiempo de comer alimentos balanceados que proporcionen las calorías y nutrientes que necesitan. Sin embargo, también es fácil comer demasiadas calorías, especialmente cuando se toman malas elecciones de alimentos, las cuales con el tiempo pueden conllevar a sobrepeso y obesidad. Por eso el hecho de comer en grandes proporciones no asegura que se esté obteniendo los nutrientes que se requieres por lo que mucha de la comida que se consume tradicionalmente es el claro ejemplo de que cantidad es totalmente diferente a la calidad no es lo mismo que calidad
Para contrarrestar el problema de la mala alimentación lo que hay que hacer es proporcionarle una variedad de alimentos ricos en nutrientes de todos los grupos alimenticios diferentes. Esta variedad de alimentos lo que buscar es saciar las necesidades de carbohidratos, proteínas, grasas, vitaminas y minerales.
Los carbohidratos son la principal fuente de energía para su adolescente. Aproximadamente del 45% al 65% de sus calorías deberían provenir de los carbohidratos (3). La elección alimentos saludables ricos en carbohidratos, como granos enteros, frutas, verduras, y leche.
Las proteínas son necesarias para crecer y estar en buen estado, y para formar músculos. Aproximadamente del 15% al 25% de las calorías de su adolescente deberían provenir de las proteínas (4). Buenas fuentes de proteínas incluyen aves, carne magra, mariscos, huevos, nueces, soya, leguminosas, y productos lácteos bajos en grasa y sin grasa.
Los adolescentes necesitan entre 25% y 35% de sus calorías como grasa. La grasa alimenticia proporciona ácidos grasos esenciales que son necesarios para un crecimiento apropiado; también ayuda a transportar las vitaminas A, D, E, y K solubles a la grasa y mantener una piel sana (5). El consumo de grasa de su adolescente debería provenir principalmente de grasas saludables, como las que se encuentran en aceites vegetales (p.e., aceite de canola y de oliva), nueces, aguacates, aceitunas, y pescado grasoso (p.e., salmón, sardinas, y atún).
Comer una variedad de alimentos de cada uno de los grupos alimenticios le ayudará a asegurarse que su adolescente consuma todas las vitaminas y minerales que necesita. Sin embargo, la investigación muestra que muchos adolescentes, particularmente las niñas, no obtienen todas las vitaminas y minerales que necesitan. Si usted siente que la dieta de su adolescente no está tan "equilibrada" como debería, pregunte a su pediatra sobre la complementación vitamínica. Una manera para ayudarle a asegurarse que está recibiendo todas las vitaminas y minerales es servir cereal fortificado para desayunar.
Aunque todas las vitaminas y minerales son importantes, éstas son algunas de las que los adolescentes tienen deficiencia frecuentemente:
El calcio es esencial para formar huesos y dientes fuertes. Buenas fuentes incluyen leche, queso, yogurt, tofu, jugo de naranja fortificado con calcio, cereal fortificado con calcio, y salmón enlatado.
El folato es importante para el crecimiento adecuado durante la adolescencia. Buenas fuentes incluyen el jugo de naranja, cereales fortificados para desayunar, pan, leche, guisantes secos, y lentejas.
El hierro es necesario para transportar glóbulos rojos; no recibir suficiente de la dieta puede dar como resultado anemia por deficiencia de hierro. Buenas fuentes de hierro incluyen carne, pollo, pescado, y cereal fortificado para desayunar.
El zinc ayuda a fomentar el crecimiento adecuado y la maduración sexual durante la adolescencia. Buenas fuentes incluyen pollo, carne, mariscos, granos enteros, y cereal fortificado para desayunar.
La vitamina A es necesaria para una visión adecuada, y el funcionamiento del sistema inmune. Buenas fuentes incluyen zanahorias, cereal fortificado para desayunar, leche, y queso.
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