EXPOSICION CONSERVACION.

Para ser práctico, la restauración ecológica debe considerar la velocidad de restauración, el costo, la confiabilidad de los resultados y la capacidad de la comunidad biológica final de persistir con poco o ningún mantenimiento adicional (Falk et al., 2006). Consideraciones como la cantidad de semillas que cuestan y cómo están disponibles, cuándo regar las plantas, cuánto fertilizante agregar, cómo eliminar las especies invasoras y cómo preparar el suelo superficial puede llegar a ser primordial para lograr un resultado exitoso.

La ecología de la restauración desempeñará un papel cada vez más importante en la conservación de las comunidades biológicas si las tierras degradadas y las comunidades acuáticas pueden ser restauradas a sus composiciones de especies originales y añadidas a la limitada área existente bajo protección. Si bien la conservación de los ecosistemas naturales existentes es crítica, a menudo sólo a través de la restauración podemos aumentar el área de ecosistemas dominados por especies nativas. Debido a que las áreas degradadas son improductivas y de poco valor económico, los gobiernos pueden estar dispuestos a restaurarlas para aumentar su valor productivo y de conservación.

Objetivos de los principales esfuerzos de restauración

Muchos esfuerzos para restaurar los ecosistemas se han centrado en humedales, lagos y praderas. Estos ambientes han sufrido graves alteraciones de las actividades humanas y son buenos candidatos para el trabajo de restauración. Además, los proyectos de restauración en áreas urbanas pueden mejorar la calidad de vida de las personas que viven en la zona.

HUMEDALES Debido a la reconocida importancia de los humedales en el control de las inundaciones y otros servicios de los ecosistemas, los gobiernos suelen exigir grandes proyectos de desarrollo que dañan los humedales para repararlos o crear nuevos humedales para compensar los daños irreparables (Robertson 2006). El foco de estos esfuerzos ha sido la recreación de la hidrología original de la zona y luego la plantación de especies nativas (Brinson y Eckles 2011). Las estrategias para restaurar la biodiversidad de los ríos incluyen la remoción completa de presas y otras estructuras y liberaciones controladas de agua de las presas (Helfield et al., 2007).

La experiencia ha demostrado que esos esfuerzos para restaurar los humedales con frecuencia no coinciden estrechamente con la composición de las especies o las características hidrológicas de los sitios naturales. Las sutilezas de la composición de las especies, el movimiento del agua y los suelos, así como la historia del sitio, son a menudo imposibles de igualar, y después de unos pocos

Años, los humedales restaurados están dominados por especies exóticas e invasoras. Sin embargo, los humedales restaurados pueden tener algunas de las especies vegetales originales del humedal, a menudo proporcionan servicios ecosistémicos y pueden tener un grado de equivalencia funcional con los sitios de referencia (Meyer et al., 2010).

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