Educación libertaria.
Enviado por pre5 • 30 de Junio de 2014 • Tesis • 728 Palabras (3 Páginas) • 216 Visitas
Educación libertaria.
Todo aquel que esté involucrado en política libertaria, desafía constante y consistentemente el rol de las instituciones del estado y sus representantes sobre nuestras vidas. El rol de los patronos, la policía, los trabajadores/-as sociales, el servicio secreto, los gerentes, doctores/-as y sacerdotes, son todos vistos como parte de una jerarquía que existe para mantenernos a nosotros, la clase obrera, subyugados. Sin embargo, es relativamente raro que la izquierda cuestione el rol de los maestros. La mayoría de los activistas de izquierdas, y un gran número de libertarios, creen que la educación es buena, que toda la educación es buena, y que la educación siempre es buena. Como dijo Henry Barnard, el primer comisionado de educación de los E.E.U.U, "la educación siempre lleva a la libertad".
Creemos que los sistemas de educación nacional existen sólo para producir ciudadanos que serán ciegamente obedientes a los dictados del estado, ciudadanos que defenderán la autoridad del gobierno aún cuando vaya en contra de la razón y de su interés personal.
El mito de que toda la educación es sagrada ha conducido a la aceptación de las calificaciones educacionales como la medida del valor social aceptable, y como base para privilegios sociales, aun cuando estas credenciales están claramente distribuidas de acuerdo a las divisiones de clases sociales existentes.
La educación libertaria o radical en general, busca producir niños que exigirán mayor control personal y más opciones.
Desde que han existido los sistemas de educación nacionales, también ha existido la oposición a dicha educación. El pionero de la crítica fue William Godwin, quien en 1793 escribió "Un Estudio Concerniente a la Justicia Política" - considerado como el primer ataque anarquista moderno al concepto del estado.
La tenaz continuidad de la educación libertaria a través de los diferentes escenarios sociales sólo se explica por la espléndida energía y persistencia que otorga el convencimiento de su papel decisivo en la consecución de una sociedad más libre y más justa.
A veces, se ha traducido en identificables prácticas educativas y otras veces se ha quedado en el plano de las ideas pedagógicas, pero la presencia de una educación y una pedagogía propias son rasgos de identidad del anarquismo.
Este enfoque no puede ser más opuesto al que el Estado, la Iglesia de turno y los grupos sociales dominantes han utilizado siempre para mantener sus privilegios y su situación de predominio social, económico e ideológico. Predominio que generalmente se consigue instaurando formas de comportamiento sumiso y competitivo desde la infancia.
La dimensión educativa de una gran idea
Aproximarse a la pedagogía libertaria supone algún que otro problema. En primer lugar, es víctima del poco espacio que se le dedica en el ambiente
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