El Adverbio
Enviado por Lucirafaela • 3 de Junio de 2014 • 349 Palabras (2 Páginas) • 210 Visitas
El adverbio
El adverbio es la parte de la oración que modifica, complementa o precisa el significado de un verbo, del adjetivo o de otro adverbio.
Carece de accidentes gramaticales, lo que significa que no va a sufrir variaciones; siempre se mantiene igual (partícula invariable).
Clasificación:
Lugar (dónde)
Aquí, ahí, allí, afuera, detrás, cerca, lejos, arriba, abajo…
Ejemplo:
• Allá están las casas que te conté.
• Los postres están abajo.
Modo (cómo)
Mal, bien, mejor, peor, regular, así. Muchos de los vocablos terminados en -mente son adverbios de modo (elegantemente, buenamente)...
Ejemplo.
• Cada vez lo hace mejor.
• Lo hizo rápidamente.
Tiempo (cuándo)
Pronto, luego, ayer, entonces, mañana, hoy, ya, temprano, luego, después, siempre...
Ejemplo:
• Siempre te amaré.
• Mañana tendremos el examen.
Cantidad (cuánto)
Bastante, poco, mucho, demasiado, más, menos, muy, tan...
Ejemplo:
• Esa canción me gusta más.
• Corrió demasiado.
Afirmación, negación
Cierto, efectivamente, sí, claro No, nunca, jamás, tampoco...
Ejemplo:
• Efectivamente, él es el mejor de la clase.
• Los participantes sí llegaron a tiempo.
Duda
Acaso, tal vez, quizás, posiblemente..
Ejemplo:
• Tal vez llegue a la competencia.
• Acaso no hiciste la tarea.
Locuciones adverbiales
Son combinaciones fijas de palabras o frases que funcionan de igual manera que un adverbio.
Ejemplos
A brazo partido, a granel, a la suerte, a la moda, cada día, a tientas, a medías, al pie de la letra, de ningún modo, de prisa, de ninguna manera con seguridad, sin pensar, a ciegas, en especial, de sol a sol, por dicha, a la deriva a oscuras, entre otras,
Actividades para resolver en el cuaderno.
1. Escriba una oración con cada uno de los siguientes adverbios y frases adverbiales: pronto, cómodamente, nunca, sí, temprano, cerca, acaso, mañana, primordialmente,
a medias, de ninguna manera, por dicha, a tientas, lejos…
2. Subraye todos los adverbios del texto y clasifíquelos.
Muchos alumnos siempre miran aquí y allá mientras explico la lección. Los que están más cerca procuran moverse despacio. Los que se sientan detrás siempre hacen ruido y nunca parecen estarse quietos. Yo no me enfado con ellos: quiero que comprendan que solamente ellos pueden decidir si desean aprovechar el tiempo o no. Efectivamente, creo que eso es lo más conveniente que pueden aprender. Quizá un día me den las gracias.
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