El Caso De Lucia.
Enviado por VAZOS • 26 de Febrero de 2014 • 904 Palabras (4 Páginas) • 267 Visitas
El caso de Lucia
De la nada llego a mi una sensación de soledad, de pronto me sentí sola en el mundo, alejada de mis seres queridos, en un lugar en dónde no conocía a nadie y pocas personas hablaban mi idioma, la visita del presidente municipal me pareció ridícula y autoritaria, me sentía en el derecho de querer tener un lugar digno y confortable en dónde trabajar con los alumnos, además era su responsabilidad gestionar los recursos, ya que no sólo era un "capricho" mío sino una necesidad para toda la comunidad.
Esa visita no causo más que un espíritu de emoción y motivación Muy resignada, viendo las condiciones precarias de la escuela y de la comunidad no esperaba gran cosa, ni una casa lujosa pero con el viaje tan largo y cansado anhelaba un lugar para dormir y descansar. La casa era sencilla, pero cómoda, la luz eléctrica a veces fallaba y luego de mucho barrer y trapear el lugar estaba listo. Con todo ese trabajo de mudanza me quede dormida en la colchoneta que llevaba.
Al otro día ya descansada, pero aun sintiéndome sola en un lugar desconocido para mi. Me levante temprano, hacia ese frio típico de la madrugada, pero los nervios de la emoción pudieron mas y me di un baño con el agua de tanque, con un traste que hacia la función de la regadera que tenia en la ciudad, en casa, en donde seguro mi mamá se estaba preguntando como me iba y que tal me la estaba pasando. Llevaba un teléfono celular conmigo, pero de poco o nada me servía, ya que el pueblo estaba tan alejado de la cabecera municipal que la cobertura de red era insuficiente. El único medio de comunicación telefónico era una caseta, al que todo el pueblo accedía para llamar por teléfono a sus familiares, que muchos de ellos se habían ido a trabar a los Estados Unidos, y que llamaban para informar que estaban bien o también para informarse que era lo que ocurría con la familia en México.
Después de ese baño con sabor a añorar las cosas que deje atrás, me dispuse a preparar el desayuno del día. En mi alacena improvisada en la mochila llevaba alimentos enlatados, un sándwich sin sabor pero muy satisfecho fue suficiente para comenzar mi primer día en la escuela primaria rural. Fui caminando para la escuela, la casa que me habían asignado no estaba tan lejos de ella. Aun así, caminar era la única opción, no contaba con un transporte público que me llevara.
El día anterior había recibido las llaves de la escuela así que yo tuve la responsabilidad de abrir. Era una puerta grande, de herreria y ya algo vieja, abrirla costo un poco de trabajo, la chapa ya fallaba, quise que alguien mas me auxiliara pero no tuve mas remedio que arreglármela sola.
Con emoción entre a salón que me había tocado, ese que estaba acado, con el pizarrón verde y las paredes húmedas. Donde las bancas para los alumnos era insuficientes y con las que contaba estaban en muy mal estado. Con el paso
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