El Ecosocialismo En La Perspectiva Marxista Y La Necesidad De Su Construcción
Enviado por anagil432 • 4 de Noviembre de 2013 • Examen • 1.994 Palabras (8 Páginas) • 355 Visitas
EL ECOSOCIALISMO EN LA PERSPECTIVA MARXISTA Y LA NECESIDAD DE SU CONSTRUCCIÓN - Lucía Caisso
Actualmente lo que se conoce como problemáticas ambientales (la contaminación, el saqueo de los recursos naturales, la deforestación, los problemas de acceso a los recursos vitales para la existencia) vienen tomando cada vez más relevancia, tanto en las agendas de discusión oficial como en las luchas de las organizaciones y movimientos sociales.
Hay que reconocer que para las organizaciones de izquierda, socialistas, revolucionarias, esta temática como otras, fue relegada por distintas razones. Tal vez el problema de la izquierda para abordar estos problemas urgentes se deba por un lado a su tendencia a centrarse en los problemas reivindicativos de la clase obrera ocupada, pero también al desarrollo incipiente que tiene el análisis de esta realidad en términos de clase y dentro de un programa que tienda al socialismo.
Es porque entendemos que no estamos hablando simplemente de la desaparición de un bosque o una especie sino de la calidad de vida y de la supervivencia de millones de personas, que creemos que ni las asambleas, ni los partidos ni cualquier organización que pretenda representar a los oprimidos puede obviar estas problemáticas. En este sentido, postulamos que el concepto de ecosocialismo es clave para acercarse a ellas desde una óptica socialista y revolucionaria.
“Ecosocialismo“es un término instalado fuertemente por Michael Löwy, filósofo y sociólogo marxista de origen franco-brasilero. Según este autor, el ecosocialismo designa una corriente de pensamiento y acción, es decir una corriente política, que se ha venido desarrollando en diferentes partes del mundo a lo largo de los últimos 25 años. Tanto Löwy como Joel Kövel, quienes lanzaron el Manifiesto Ecosocialista en el año 2002, definen al eco-socialismo como el proyecto o necesidad de avanzar en las tareas de construcción de una sociedad donde las grandes decisiones sobre las prioridades de la producción y el consumo no estén decididas por un grupo reducido de explotadores o por las fuerzas del mercado ni, como ha sucedido en los socialismos reales, por una oligarquía de burócratas y expertos sino por los usuarios y trabajadores.
El ecosocialismo mantiene los objetivos emancipatorios del socialismo de primera época (en el sentido de la lucha para concretar una sociedad sin clases, la que se alcanza a través de una revolución social que coloque en el poder a todos los sectores de clase trabajadora) pero teniendo en cuenta que las experiencias de socialismo real, por resultar variantes burocráticas, han generado estructuras hiper-productivistas que tampoco han respetado el marco ecológico en el que existieron.
Si vamos a ver la obra de Marx o de Engels para ver qué dijeron sobre los problemas de la ecología, varios autores nos marcan que ahí hay una especie de tensión no resuelta, tanto para Marx como para Engels, es decir, no hay una visión ecológica de conjunto que se mantenga coherente a lo largo de toda la obra, tal vez por el incipiente desarrollo, en el S XIX, de las consecuencias nefastas de la producción capitalista para el medio ambiente.
Tanto Marx como Engels oscilan entre:
- el reconocimiento del carácter destructivo del progreso capitalista en relación al medio
- o la aceptación de las fuerzas productivas creadas por el capitalismo como base económica de la nueva sociedad
Este primer aspecto, es decir el reconocimiento del carácter destructivo del progreso capitalista, se encuentra presente en numerosos pasajes del libro 1 del Capital, como por ejemplo en la conclusión del capítulo sobre la gran industria y la agricultura. Allí se explicita la cuestión de los estragos provocados por el capital sobre el medio ambiente natural y se esboza una visión de las contradicciones del progreso inducido por el desarrollo de las fuerzas productivas :
« cada progreso de la agricultura capitalista es un progreso no solamente en el arte de explotar al trabajador [para mejorar la productividad], sino también en el arte de desvalijar al suelo ; cada progreso en el arte de acrecentar su fertilidad por un tiempo, es la ruina de sus recursos duraderos de fertilidad. La producción capitalista no desarrollará la técnica y la combinación del proceso de producción social más que minando al mismo tiempo las dos fuentes de donde surge toda riqueza: la tierra y el trabajador»
Incluso en numerosos escritos Marx et Engels presentan a la conservación des medio ambiente como una tarea fundamental del socialismo. Por ejemplo, en el volumen III del Capital se opone a la lógica capitalista de la gran producción agrícola, (fundada sobre la explotación y el despilfarro de las fuerzas del suelo) otra lógica, de naturaleza socialista:
« [es necesario] el tratamiento conscientemente racional de la tierra como eterna propiedad comunitaria y como condición inalienable de la existencia y de la reproducción de la cadena de generaciones humanas sucesivas»
Sin embargo, el segundo término de esta tensión en la obra de Marx y de Engels (es decir, la aceptación de las fuerzas productivas creadas por el capitalismo como base económica de la nueva sociedad) se encuentra en la postura poco crítica hacia el sistema de producción creado por el capital y una tendencia a hacer del desarrollo de las fuerzas productivas el principal vector del progreso.
Esta postura se halla por ejemplo en el Prefacio a la Contribución a la crítica de la Economía política, uno de los escritos de Marx más marcados por un cierto evolucionismo, por la filosofía del progreso, por el cientificismo y por una visión muy poco problematizada de las fuerzas productivas, en el cual las mismas aparecen como neutras y la revolución no tendría por tarea más que abolir las relaciones de producción que se han vuelto una traba para el desarrollo ilimitado de las fuerzas productivas .
Marx y Engels parecen concebir en estos pasajes a la transformación socialista simplemente como la apropiación colectiva de esas fuerzas, de esos medios de producción desarrollados por el capitalismo, y que en un contexto socialista podrían desarrollarse infinitamente. Habría entonces una continuidad sustancial entre el aparato productivo capitalista y el socialista, sólo que éste, sometido a la gestión planificada y racional estaría puesto al servicio de los trabajadores.
Y son justamente las experiencias del « socialismo
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