El Estado Y La Globalización
Enviado por rene4580 • 7 de Octubre de 2014 • 7.330 Palabras (30 Páginas) • 244 Visitas
CAPITULO I
1. GLOBALIZACION
1.1 ANTECEDENTES HISTORICOS
La historia de la globalización se encuentra marcada principalmente, por la conquista de Europa al Continente Americano por Cristóbal Colon, en el año de 1492, dándose así la expansión del imperio del viejo continente. Durante ese período, la política y economía que regía las relaciones tanto entre los imperios como los de las ciudades hacia las colonias era la competición por una cantidad de riqueza, lo que obligaba a un control estricto del comercio.
Esto ocasionó tensiones entre las potencias coloniales, de donde nació la necesidad de buscar arreglos entre ellas, es así como el siete de junio del año de 1494, surge el primer tratado global de la historia, en el cual España y Portugal se reparten el mundo a ser conquistado, regulando la distribución en el Tratado de Tordesillas. Dicho tratado comprende una serie de acuerdos entre el rey Fernando II de Aragón, la Reina Isabel I de Castilla, y el rey Juan II de Portugal, en virtud de los cuales se establece una nueva línea de demarcación entre las dos coronas.
El Tratado fue finalmente firmado tras laboriosas negociaciones diplomáticas entre los embajadores y letrados de ambos reinos. La modificación de la línea de demarcación que dividía el mundo entre España y Portugal, dio origen al Brasil, cuya extremidad oriental quedó situada dentro de la zona portuguesa.
Es una referencia importante, ya que permitió el encuentro de continentes y civilizaciones separados por mares inexplorados. Posteriormente, movimientos independentistas causan el fin de ese primer período colonial.
En la segunda mitad del siglo XVIII, al calor de la Revolución Industrial inglesa el mercantilismo fue remplazado por nuevas teorías: el laissez-faire (dejen hacer, dejen pasar que el mundo va solo) económico y el liberalismo político y social de Adam Smith y sus sucesores; La idea principal de estas teorías era la no injerencia de los estados en asuntos económicos. Esa nueva visión contribuyó a mediados del siglo XIX, a la extensión del modelo de la División Internacional del Trabajo, asignando a Europa la producción de bienes manufacturados y a los países no europeos la producción de materias primas, guiándose por la teoría de la ventaja comparativa desarrollada por David Ricardo, generando así una inmensa acumulación de capital que dio impulso al sistema capitalista industrial.
En el área del comercio internacional, el capitalismo es reemplazado por el libre comercio. Karl Marx y Friedrich Engels describen en 1848 este período al que algunos estudiosos han denominado, como la primera ola de mundialización. La burguesía, al explotar el mercado mundial, da a la producción y al consumo de todos los países un sello internacional. Las viejas industrias nacionales se vienen a tierra, arrolladas por otras nuevas, cuya instauración es problema vital para todas las naciones civilizadas, dando paso a industrias que ya no transforman como antes las materias primas del país, sino las traídas de los climas más lejanos y cuyos productos encuentran salida, no sólo dentro de las fronteras, sino en todas las partes del mundo. Ya no reina aquel mercado local y nacional que se bastaba así mismo y donde no entraba nada de fuera; ahora, la red del comercio es universal y en ella entran, unidas por vínculos de interdependencia, todas las naciones. Las limitaciones y peculiaridades del carácter nacional van pasando a segundo plano, y las literaturas locales y nacionales confluyen todas en una literatura universal.
La burguesía, con el rápido perfeccionamiento de todos los medios de producción, con las facilidades increíbles de su red de comunicaciones, lleva la civilización hasta a las naciones más salvajes.
En la obra Manifiesto del Partido Comunista escrita por Karl Marx y Friedrich Engels, se hace mención de la globalización “Los bajos precios de sus mercancías constituyen la artillería pesada que derrumba todas las murallas de China y hace capitular a los bárbaros mas fanáticamente hostiles a los extranjeros. Obliga a todas las naciones, si no quieren sucumbir, a adoptar el modo burgués de producción, las constriñe a introducir la llamada civilización, es decir, a hacerse burgueses”.
Esta situación empezó a cambiar con las dificultades comerciales de Gran Bretaña, las que se agudizaron en la "Larga Depresión" de 1873–96, que condujo al abandono del libre comercio entre las potencias europeas (en Alemania desde 1879 y en Francia desde 1881) lo que provocó un nuevo periodo colonial. Las potencias europeas colonizaron amplias regiones del Medio Oriente, África, Asia, etc. a veces desplazando imperios no europeos, ocasionando nuevas tensiones entre las potencias coloniales, lo que a su vez llevó a nuevas tentativas de arreglos entre ellas.
La nueva ola proteccionista desembocó en dos sangrientas guerras mundiales, que causaron grandes sufrimientos a los pueblos y enormes daños a las economías, llevando a la retracción del volumen y la importancia de los flujos internacionales de comercio. Durante este período, se produce en 1917 la Revolución Rusa, que establece el primer estado comunista que se denomino “Unión Soviética”. Sin embargo las guerras no resolvieron el problema central de la economía mundial de la época: las Fluctuaciones Cíclicas o Crisis Cíclicas, de la actividad económica, dado lugar a la gran depresión de 1929.
Hacia el fin de este periodo, entre las dos guerras, se empieza a aceptar en las naciones capitalistas, la noción de que el Estado tiene una doble función fundamental en el buen funcionamiento de la economía: uno en asegurar la prosperidad de la población y el otro en evitar los ciclos de crecimiento y recesión, surgiendo con esto las bases para la aparición del Estado de bienestar
Al terminar la guerra, el mundo se dividió en dos grandes bloques político-económicos: el bloque capitalista con el liderazgo indisputado de Estados Unidos y el bloque comunista (CAME: Consejo de Ayuda Mutua Económica) bajo el liderazgo de la Unión Soviética. El poder atómico con que contaron ambos bloques expuso a la humanidad al peligro de una guerra nuclear. Este peligro produjo la llamada guerra fría, e incremento una conciencia de destino común como especie.
Por su parte, los pueblos de las colonias europeas iniciaron una serie de luchas de descolonización o de liberación nacional que culminaron en la creación de más de 100 nuevas naciones independientes. Muchos de estos países prefirieron no alinearse en ninguno de esos dos bloques. Emergió entonces un Tercer Mundo que se organizó como
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