El Extranjero

“Meursault puede considerarse tanto como un heroico mártir de la libertad en una sociedad hipócrita, como, en cambio, una irracional amenaza al resto de la sociedad que lo condena por sus imperfecciones que no encasillan con las normas y convenciones establecidas.”

Meursault es un hombre carente de sentimientos, totalmente insensible ante lo que sucede a su alrededor; todo lo que le sucede es como si no le afectara en nada, mas, si se siente perturbado por factores externos tales como el calor, que le aflige más que la muerte de su propia madre.

Meursault considerado como un heroico mártir de la libertad es la descripción más acertada de este personaje, al ser un hombre que simplemente dice lo que siente y no acepta las reglas de los demás, sigue su propio juego y demuestra ese desprecio por la vida.

Ser considerado como un héroe no sería una expresión totalmente correcta, ya que Meursault jamás hizo algo en bienestar de los demás, solamente jugó sus propias reglas y jamás se dejó influenciar por los demás, lo que lo convierte en una persona libre y sincera, aunque no lo demostraba era, únicamente indiferencia ante la vida.

Además, Meursault no debería considerarse como una amenaza a la sociedad ya que él hacía lo que sentía, un ser totalmente diferente a la sociedad hipócrita con la que vivía, una sociedad que se rige a reglas absurdas que le han sido impuestas, ocultando lo que son y criticando e, inclusive, atreviéndose a condenar a otros por pensar diferente, tal como sucede con Meursault que fue condenado por no llorar por su madre y no aceptar a Dios para salvarse.

Mejor dicho, la sociedad en la que vivía era la amenaza, llena de mentira y falsedad, que se rigen a reglas absurdas que no quiere, pero las acepta y cumple para poder encajar. Meursault era un hombre real y verdadero; real al mostrar su frialdad, que no era solo suya sino también la de la sociedad, esa sociedad dañada y llena de maldad que solamente pensaba, e inclusive piensa, en el bienestar propio y prefiere el poder a los sentimientos. Meursault es un claro ejemplo de lo que un hombre puede llegar a transformarse por la destrucción y daño que hace pensando solo en sí mismo, y además era un hombre verdadero porque aunque jamás mostró interés por la vida, siempre leal a quien era, frío, y a veces cruel, pero jamás fingió ser alguien que no era.

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