El Gato Con Botas

EL GATO CON BOTAS

Érase una vez un molinero que tenía tres hijos. Cuando murió, les dejo como herencia todo lo que poseía. Simón, el mayor de los tres, heredo el molino; Alberto, heredo el asno y Néstor, el más joven, heredo un gato.

Inmediatamente, Simón empezó a trabajar en el molino y Alberto se dirigió con su asno a la ciudad. ‘‘Trabajare transportando mercancía”, se dijo. Néstor por su parte, meditaba en que forma podía asegurar su subsistencia. ‘Ése gato no me servirá para nada. Además de para buscar comida para mi tendré que alimentarlo a él también”, se lamentó.

-No se ponga así, amo –dijo de repente el gato-. Tengo un plan que nos hará ricos.

-¿Qué puedes hacer tu? ¡Eres tan solo un gato! –dijo Néstor.

-Consígueme un sombrero fino, un par de botas y un saco –pidió el gato-.Yo me encargo del resto.

-Porque no –dijo Néstor resignado-.Nada podrá ser Peor.

Cuando el gato estuvo vestido como deseaba, se dirigió al arroyo más cercano.

Se agazapo en la orilla y con sus garras saco una docena de peces.

Lleno el saco con los pescados, se dirigió al palacio real y pidió audiencia con el Rey.-¿Para qué quiere un gato ver el rey? -Pregunto el guardia.

-Tengo que entregarle un regalo que envía el marqués de carabas –respondió el gato. El guardia lo dejo entrar y fue recibido por el Rey, la Reina y la princesa carolina.

-El marqués de carabas envía sus respetos a vuestras Majestades y os pide que aceptéis estos pescados del lago de su hacienda –dijo haciendo una pequeña reverencia.

-Diga usted al Marques que apreciamos su amabilidad –dijo el Rey. Pero cuando el gato se retiró pregunto: -¿Quién es ese Marqués? –Nunca he oído hablar de el –respondió la reina.

Durante los días siguientes, el gato regreso varias veces al palacio, llevando siempre un regalo para la familia real.

-¡Ahí viene de nuevo ese gato! Y ¿Quién es ese tal marques de carabas? Se preguntaban los cortesanos.

Como nadie sabía la respuesta empezaron a inventar algunas:

-He oído que es el hombre más rico del reino –dijo alguien. –y el más apuesto –agrego una joven.

Un día el gato llevo un faisán a la Reina. –Tu marques parece ser muy buen cazador –dijo ella.

-es solo uno de sus múltiples talentos –respondió el gato.

-pero, ¿Por qué nunca lo hemos visto?

Dile que venga. Queremos conocerlo.

Esa noche, el gato anuncio a su amo que había sido invitado al palacio.

-¡pero esto es absolutamente ridículo!

¡Mírame! ¡ni siquiera tengo una camisa decente!

-no te preocupes, amo. Yo me encargo de todo – respondió el gato.

Al día siguiente, el gato invito a Néstor a bañarse en el rio.

-quítate la ropa y metete al agua –le dijo. –Pero no sé nadar

-respondió Néstor. –Entra y quédate cerca de la orilla –replico el gato. Pero cuando su amo puso un pie en el

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