El Machismo
Enviado por Anhdrea16 • 14 de Abril de 2014 • 2.886 Palabras (12 Páginas) • 243 Visitas
1. Introducción
El machismo constituye un fenómeno multidimensional, en el cual se hayan imbricados tantos factores y de tan diversa índole, que siempre ha de ser pretencioso el plantearse siquiera la posibilidad de realizar el más somero análisis acerca de su naturaleza, la forma en que se ha erigido como un fenómeno transcultural, los mecanismos a través de los cuales se sostiene y perpetúa, las razones de su fundación, etc. por lo que de partida asumimos los límites de nuestro "análisis teórico explicativo", en cuanto a que la explicación de un fenómeno con las características del machismo debe insertarse en un esfuerzo interdisciplinario que logre abarcar al menos en parte la complejidad que todo fenómeno social conlleva.
Nos embarcamos entonces en la realización de un trabajo de investigación teórica en el que debemos relacionar, por un lado, un fenómeno social plurideterminado que se evidencia como una realidad social enmarcada en una época histórica determinada y en un contexto sociocultural determinado, como es "el machismo", y por el otro un constructo teórico pragmático proveniente del ámbito de la psicología social, disciplina que se instaura en la contingencia de la modernidad y que tiene a su haber una serie de elaboraciones discursivas o construcciones lingüísticas operativas destinadas al desarrollo de herramientas para la investigación científica de las actividades del individuo influido por otros individuos, "la psicología social se puede definir como el estudio científico de las actividades del individuo influido por otros individuos"(Klinneberg,O. 1986). El constructo teórico al que hacemos referencia es el de "Actitud", que en breves palabras lo podemos definir de la siguiente manera; "Una actitud se considera como una asociación entre un objeto dado y una evaluación dada"(Morales, F. Y colls, 1994)
Con respecto a la multidimensionalidad del fenómeno del machismo ya hablamos de su complejidad para el abordaje teórico. Con respecto a que la psicología social se inscriba única y exclusivamente en el plano de la modernidad, implica el hecho de estar analizando un fenómeno que ha trascendido los límites epocales de tiempo, lo que no significa que ha permanecido indemne al paso del tiempo, pues es de perogrullo decir que las distintas épocas han modulado las expresiones de nuestras necesidades y nuestras pautas culturales, pero que sí significa el reconocimiento del fenómeno del machismo desde muy temprano en las historia de la humanidad (desde la aparición de la división social del trabajo). Por lo que, realizar un análisis desde la psicología social, operativizando uno de sus conceptos teóricos es abordar la problemática desde un prisma modernista cientificista que no puede otorgar una visión más corporalizada del fenómeno, por tanto teniendo claro nuestro paraguas paradigmático, ya estamos en condiciones de desarrollar nuestro ensayo/investigación.
2. Desarrollo
Toda sociedad o cultura debe, para dar garantías a su supervivencia, modular la expresión de sus necesidades adaptándose a las condiciones históricas y ambientales que están en continua relación con sus miembros, relación que es más que bidireccional, multidireccional, dado que no sólo se condicionan mutuamente, sino más bien, producen una concatenación de efectos en el plano simbólico, medioambiental, genético, evolutivo, etc.
Una de las necesidades a las que hacemos referencia antes, está relacionada con las relaciones de género al interior de una cultura, para entender esto es necesario remontarse a mucho tiempo atrás. En las sociedades que basaban su economía en la caza, sociedades tribales, se produjo por primera vez la división de las tareas entre hombres y mujeres. Los hombres tenían la misión de encontrar el alimento para el hogar, este alimento por lo general consistía en feroces animales que debían cazarse en grupos, y a la mujer le correspondía el cuidado de la progenie y el hogar. El motivo, más que un impedimento en el plano de las habilidades (antes de esto las mujeres cazaban la comida con los hombres), la división social del trabajo deviene con el establecimiento o asentamiento humano, tenía que ver con diferencia anatómicas que hacían de la mujer una mejor cuidadora de sus pequeños, principalmente por la posibilidad de amamantarlos.
Posteriormente, comienza a ser atribuido al trabajo masculino, una preponderancia excesiva en desmedro de las actividades de las mujeres, quienes son vistas en un papel más pasivo y que no guarda relación cercana al modelo icónico religioso del imaginario colectivo de los hombres de aquella época (los dioses, poderosos guerreros debían ser la imagen y semejanza de los fieros y diestros cazadores).Entonces es en este primer momento en que comienzan a instaurarse las pautas diferenciadas de los diferentes sexos, adquiriendo un carácter jerárquico, que no responde más que a una expresión cultural que se ha perpetuado bajo la forma de un "Patriarcado" en las diferentes épocas históricas y que se ha visto reforzada por prácticas religiosas, intereses económicos, ambiciones de poder, y quien sabe que otras cosas más.
Ahora sabemos que los roles de género son construcciones culturales acerca de las pautas que las personas deben explicitar como miembros de una cultura determinada según sea su sexo, "cuando hablamos de género nos referimos a las características de la mujer o de el hombre que son determinadas socialmente, estas características o roles que se les asigna a cada género, son un conjunto de reglas y normas, aprendidas, reforzadas y sancionadas dentro de la sociedad, de la cual el hombre y la mujer forman parte"
Nos referiremos ahora a la forma en que son socializados los roles en nuestras sociedades ("occidentales"). Latinoamérica ha sufrido el impacto del choque entre diversas culturas, y nuestra identidad, tan problemática para muchos investigadores se encuentra diseminado en ese torbellino de razas, en este multiverso de nociones acerca del mundo. El influjo de los pueblos occidentales calo de tal forma que su impronta se convirtió en nuestro estatuto de vida, desde la llegada del Europeo, el latinoamericano ha mirado hacia occidente para encontrar sus modelos culturales, sociales, económicos, etc. indudablemente la forma en que los géneros se relacionan entre sí también es parte de este acervo cultural.
En los antiguos pueblos de occidente (Grecia, Roma)las relaciones sociales en la familia proyectaban a la mujer a un segundo plano, todo su sistema giraba en torno a la concepción Machista del pueblo, y si bien incluían a las mujeres dentro de su sistema panteísta, los dioses femeninos encarnaban principalmente la corrupción y la maldad. La
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