El Resumen

AUTOMANAGEMENT

El éxito en la economía del conocimiento les pertenece a quienes conocen sus propios puntos fuertes, sus valores, y sus formas de rendir mejor. (Peter Druker ,1999).

Todos debemos aprender a autogestionar nuestro desarrollo, a ubicarnos donde mejor y mayor sea nuestra contribución en la sociedad actual.

Para esto debemos tener un buen conocimiento de nosotros mismos y para ello partiremos de una serie de interrogantes que nos ayudarán a encontrar nuestro verdadero potencial:

¿Cuáles son mis puntos fuertes? Para descubrir nuestra verdadera vida laboral debemos conocer nuestros puntos fuertes, aunque de cierta manera es más fácil saber en qué fallamos, que cuáles son nuestras fortalezas, no podemos desarrollarnos basándonos en nuestras limitaciones, sino a partir de nuestras aptitudes y puntos fuertes. A través de nuestras propias experiencias podemos descubrir nuestros aspectos fuertes, en inglés llamado feedback, que traducido al castellano se definiría como retroalimentación; esto consiste en tomar nota de las expectativas que tenemos o esperamos que ocurra en un proyecto y al cabo de unos meses comparar o retroalimentar los resultados obtenidos con las expectativas que teníamos en un inicio.

Esta retroalimentación o feedback, nos llevará a mejorar nuestros puntos fuertes con la capacidad de analizar en qué debemos perfeccionarnos y en qué áreas del conocimiento debemos fortalecernos para aumentar o mejorar nuestras fortalezas y en cuáles de ellas carecemos de habilidades y por consiguiente no podemos desempeñarnos.

¿Cómo me desempeño? El trabajar con costumbres o hábitos que no son propios, garantiza con seguridad un mal rendimiento. Por tal razón es importante, al igual que conocer nuestros puntos fuertes, saber que la manera en que nos desempeñamos es exclusiva de cada uno y proviene de nuestra personalidad.

Para rendir de manera eficaz y correctamente debemos tener en cuenta varios aspectos, identificándonos en primer lugar si somos “lector” o “escucha”, cuál de ellos dominamos y así obtener buenos resultados; en segundo lugar, saber de qué manera aprendemos, si por medio de la escritura, la escucha o la practica; en tercer lugar, saber si aprendemos solos o acompañados, observando si nos desenvolvemos de buena manera bajo presión, en una empresa grande o pequeña.

¿Cuáles son mis valores? Cada organización posee sus respectivos valores y para que ésta sea eficaz, los valores de cada empleado deben ser compatibles con los de la organización, no necesariamente deben ser iguales, pero sí debe haber un acercamiento para que haya armonía entre sí. De lo contrario, cada empleado estará condenado a la frustración y al mal desempeño.

Una vez conocidas las respuestas a estos interrogantes, ya podemos y debemos

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