El Romanticismo
Enviado por ale_garciaa • 18 de Abril de 2015 • 2.646 Palabras (11 Páginas) • 217 Visitas
El Romanticismo
Los cambios ideológicos y sociales que comenzaron a manifestarse a finales del siglo XVIII hicieron variar la concepción del arte, en general de la literatura, en lo particular. Estos cambios fueron consecuencia de dos acontecimientos fundamentales: la Revolución Francesa en 1789, que acabo con el régimen monárquico, declaro lo derechos humanos y sentó las bases para el liberalismo político; y la Revolución Industrial, que comenzó en Inglaterra y significo el paso de una economía agraria y artesanal a una economía obrera, de fábrica, basada en la capital. Dentro de este marco, en Europa surgió desde principios del siglo XI el movimiento estético que se conoce como Romanticismo, cuya etapa final se sitúa hacia 1850. Así como la Revolución Francesa quebró los principios regidos del mecanismo absolutista del siglo XVIII, de igual manera el Romanticismo cambio las regulaciones estrictas de la doctrina clasicista, instaurando una concepción más libre y dinámica del quehacer literario. Alemania fue el país que más tempranamente reacciono contra en Neoclasicismo y la influencia francesa. El Romanticismo fue más que un estilo o una tendencia artística, represento una nueva forma de entender y de concebir el mundo, que se caracterizó por los siguientes rasgos: la exaltación y el culto al yo, el ser romántico se caracteriza por su individualismo y su subjetividad; la búsqueda de libertad, política y personal, en literatura este deseo se manifiesta en el rechazo de reglas, en la mezcla de prosa y verso, en la ruptura de las unidades de lugar, tiempo y acción, en la búsqueda de nuevos esquemas métricos y ritmos más marcados; predomina imaginación, la sensibilidad y la liberta creadora; hay un nacionalismo exacerbado que resuelve en la literatura como una exaltación de los valores populares y nacionales; el intenso idealismo que provoca la actitud combativa, característica de los románticos.
Los temas preferidos de los escritores románticos se agruparon en dos líneas fundamentales: la exaltación de la propia intimidad y el tratamiento de sucesos históricos o legendarios. Para un romántico, lo importante no era que su obra estuviera en concordancia con la realidad, sino más bien, que se lograran concretar los estados de ánimo, los sentimientos y las intuiciones que lo impulsaban y lo motivaban para crear. Por esta razón, el mundo exterior y los objetos de la realidad se presentaban en la obra en tanto que se muestran los sentimientos del escritor que los ve y los percibe. Estas características no son exclusivas de la literatura, también se evidencian en la pintura, en donde los autores plasman con colores los mismos sentimientos.
Antecedentes
Los orígenes del Romanticismo (siglos XVIII – XIX, es decir, 1790-1890), han de buscarse principalmente en Inglaterra y Alemania, países cuya literatura ya contenía, desde la segunda mitad del siglo XVIII, los gérmenes de las corrientes intelectuales y estéticas que más adelante habían de concretarse en ese nombre. Si fue en Inglaterra donde se comenzó a manifestar con fuerza el ambiente precursor del Romanticismo. De Alemania vuelve donde surgieron los definidores de este movimiento. De Alemania vuelve a descender el Romanticismo hacia Inglaterra y de esta hacia el Mediterráneo y los ideales y formas románticas no tardan a llegar a ser un hecho en todo el continente, desde Rusia hasta España y Portugal. El Romanticismo surge como una reacción que las naciones sometidas a la influencia francesa (era Napoleónica), oponen patrióticamente a todo lo que proviene del país dominante (Neoclasicismo).
El Romanticismo es un movimiento literario y social, es un cambio profundo del arte y la vida. Este movimiento da lugar a que las nacionalidades busquen con afán sus propia personalidad y así valoran los antiguos poemas legendarios; los románticos atendieron amorosamente a lo nacional y popular, presentando temas, leyendas y tradiciones de gran riqueza humana. Los románticos se interesan en que su poesía sea enormemente musical, que exprese lo infinito, lo fantástico, lo misterioso. Se podría considerar al Romanticismo como una exaltación a la fe, la pasión y el sentimiento. Durante esta época se realizaron cambios constantes entre monarquías y republicas. La Iglesia Católica vuelve a recuperar popularidad. Es la época de la Revolución Industrial y surge una nueva clase social: el proletariado urbano; sucesos que habrían de tener gran influencia en la literatura y arte de la época. A fines del siglo XVII, los pensadores europeos entienden que el racionalismo no basta con comprender al ser humano y al mundo, por lo que se da un viraje radical en el pensamiento y en la forma de concebir al logos. Se pasa de pensar en el mundo como un mecanismo estético, regido por leyes inmutables, a concebirlo como un organismo viviente, por lo que se considera que el cambio es un valor positivo; la imperfección permite la novedad; no hay patrones fijos, cada obra de arte tiene su ley estética. Se debe de buscar la diversidad de la creación, y la creación consiste en la originalidad. Para los románticos la verdad es subjetiva. Las respuestas a las grandes preguntas son inventadas, así como las normas de conducta, ideas estéticas, morales, religiosas y políticas. No quiere decir con esto que, los románticos fueron solo sentimiento y subjetividad. Más bien, partieron de la razón para ir más allá de un mundo dual, de las ideas y de los sentidos.
Hay un nuevo énfasis en lo subjetivo y en lo ideal; lo importante es el proceso de creación, los motivos, la sinceridad y la espontaneidad. Todo sistema racional del siglo XVIII se derribó al concebir al individuo como fuente de la verdad. El mundo exterior va a ser captado a través de la propia subjetividad, por lo tanto la imaginación y la intuición representa la vía capital para el conocimiento. Este irracionalismo condujo a valorar el inconsciente y los sueños, ya que contiene lo más profundo y autentico del alma humana. Al proclamar al individuo como origen de la verdad, se crea una gran gama de direcciones y posibilidades, por lo que se ha dicho que el Romanticismo es como un poliedro que orienta sus caras hacia distintos planos. La unidad del Romanticismo se basa en las contradicciones y disonancias de la mente romántica. Ninguna fórmula apresa su esencia, ya que en este movimiento encontraremos una gran cantidad de elementos que muchas veces son contradictorios: sueños utópicos para el futuro/nostalgia por el pasado; nihilismo/ búsqueda de fe; exaltación religiosa tradicional/ negación de toda creencia; cosmopolitismo/ nacionalismo; exaltación de la energía/ exacerbamiento de lo sentimental, etc. Se conservan algunas ideas clasicistas, como por ejemplo, la ideal del progreso y la crítica. Se defiende la bondad natural
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