El deseo de escribir

El deseo de escribir

Por: Yineth Vanessa Ramírez. 11-03

No importa la forma en que se vistan, la música que escuchen o los zapatos que utilicen, la gracia de un escritor es que en sus obras exista armonía, es decir, que las palabras utilizadas no sean tan comunes o tan repetidas y en lo posible completamente originales. Igualmente, cada elemento debe ser muy bien situado, porque lo que caracteriza a un buen texto no es su simplicidad sino su complejidad. Por otro lado, el gran reto es hacerse entender, ya que de nada sirve tener palabras raras si al menos no se posee una base sobre sus significados. Una gran ayuda, sería explicarse con la mayor claridad y precisión, pero esto no es tan sencillo como se cree, porque tratar de convencer a los lectores de que lo que están leyendo es cierto, lleva mucho tiempo y sobre todo una gran dedicación y esfuerzo.

Un buen escritor, no debe temer expresarse ni ser tímido, porque al fin y al cabo él debe sentirse a gusto y muy realizado con lo escrito, así le digan lo contrario. Pero escribir no es cualquier cosa, ya que existen demasiadas reglas y no siempre se puede tener a la mano un diccionario para consultar cualquier duda o inquietud, pero eso sí, lo más importante es que exista coherencia. Así mismo, hay espacio para aceptar que cualquier escritor puede equivocarse, y no hay razón de alarmarse o empezar a criticarlo, porque es un error que puede cometer un ser humano.

A la hora de terminar el escrito o la obra, se puede llegar a un punto en el cual la emoción e incluso la expectativa dejan escribir abreviaturas que no pertenecen al lenguaje periodístico y se deben evitar con tanto cuidado como las mayúsculas en los meses, los días y los gentilicios.

Siempre se debe corregir hasta la última palabra, así sea por una tilde o porque quedó mal organizada una oración; si no se encuentra el error, lo más probable es que otra persona sí, y esto puede llegar a ser fatal. Un gran sufrimiento es lograr inspirarse, y cuando llegue éste momento, hay que aprovecharlo al máximo porque es un instante mágico que tal vez no vuelva jamás, pero si se llega a repetir, ya no será lo mismo. También, el mejor sitio para encontrar la inspiración es un lugar calmado, en el cual exista una conexión entre la mente y la hoja de papel, donde no haya ni el más mínimo tipo de interrupción que corte en su totalidad la imaginación.

El trabajo de escribir requiere ciertas herramientas, y una de ellas es la cultura general que se adquiere a diario, junto con un fuerte apoyo: la lectura. ¿Pero por qué es importante la lectura? Porque es un medio por el cual se pueden aprender demasiadas cosas, desde una gran cantidad de palabras y formas de expresarse hasta conocer detalladamente una multitud de sentimientos y sensaciones que atrapan cada vez más y dejan un legado en la mente y en el corazón. Además, esa lectura se debe hacer voluntariamente porque surge del deseo de formarse como una persona integral y responsable de sus actos.

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