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El pequeño ser que no era nadie


Enviado por   •  5 de Junio de 2018  •  Tarea  •  3.319 Palabras (14 Páginas)  •  85 Visitas

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Empezaremos esta historia en medio de la nada, en donde un pequeño ser que no era nadie habitaba; su día a día consistía en sentarse apreciar kilómetros y kilómetros de absolutamente nada. Constantemente se cuestionaba la razón de su existir, pero de alguna manera era consciente de que vivía en un lugar que era nada, sabía que sentimiento que experimentaba era propio de la soledad a pesar de nunca haber estado en compañía de alguien más y tenía el presentimiento de que en algún lugar, un lugar que si era algo, algo diferente de nada encontraría más que sólo nada.

Un día, después de que el pequeño ser se había cansado de tanto contemplar nada, empezó a recorrer el vacío; no sabía si había recorrido mucho o poco pero comenzaba pensar que no tenía sentido seguir avanzando pues de cualquier manera no encontraría más que la nada extendiéndose infinitamente, sin embargo después de unos instantes noto algo fuera de lo normal en su habitual nada, era algo diferente al oscuro vacío, el simple hecho de verlo le provocaba una sensación de euforia , así que se aproximó lo más rápido que pudo, al estar lo suficientemente cerca se dio cuenta de que era otro ser que se movía con tranquilidad y que dejaba un rastro detrás de él mismo detrás suyo mientras avanzaba, el pequeño ser se decidió por acercarse a este ser desconocido y averiguar cómo había llegado hasta allí.

— ¿Cómo es que has llegado aquí? — cuestionó el pequeño ser.

— ¡Hola! Mi nombre es Cas— dijo con entusiasmo — he salido a explorar y me encontré con este extraño lugar. ¿Cuál es tu nombre?

El pequeño ser estaba confundido
— ¿Nombre? ¿Qué es un nombre? — al terminar la pregunta notó la sorpresa en el resto del ser llamado Cas.
— Ya sabes, es lo que usan los demás para llamarte.
— No tengo uno, nunca lo he necesitado. — De pronto Cas pasó de la sorpresa a la confusión.
— ¿Y cómo hacen lo demás para llamarte entonces?
— No lo hacen, porque no hay nadie más que yo aquí, bueno — aclaró — ahora estás tú.
— ¿Qué? — Dijo Cas con un tan alto que hizo que el pequeño ser se sobresaltara. — ¿Me estás diciendo que nadie más que tú vive aquí? ¿Nadie?  

— Nadie, sólo yo. ¿Qué es esto que te rodea? — Preguntó el pequeño ser cambiando drásticamente de tema movido por su curiosidad.
— ¿Esto? — dijo Cas señalando el singular destello que desprendía. — Es mi esencia. Vaya que el amarillo hace hace juego con el negro ¿no? — continuó diciendo, refiriéndose al vacío oscuro que los rodeaba.
— ¿Amarillo? — Cuestionó una vez más el pequeño ser.
— Sí, amarillo, es el color de mi esencia, ¿es que nunca lo había visto?
— ¿Qué es un color? — Una pregunta difícil de responder, pensó Cas.
— Es difícil de explicar, pero te puedo decir que es todo lo diferente a este lugar — contestó finalmente después de haberlo pensado un rato.

El pequeño ser no lo comprendía del todo, pero aún así aceptó la respuesta, el resto del día la pasó con Cas, este ser le contó que venía de un lejano lugar en el que había girasoles, le explicó que también eran amarillos y que poseían algo llamado pétalos los cuales eran muy suaves, le dijo que le traería uno en cuanto tuviera oportunidad, le contó que en el lugar del que venía existían muchos otros seres y que la mayoría de ellos eran sus amigos, también mencionó que había un ser especial co el cual se llevaba más que bien, pero al hablar de esto el pequeño ser se dio cuenta de que él semblante de Cas cambió, la alegría y calidez se habían esfumado de su rostro, pero así como se fueron, regresaron y continuó su animada platica.

Rápidamente llegó el momento de ir a descansar y el pequeño ser cayó profundamente dormido, al despertar, de inmediato notó que algo había cambiado, Cas no estaba y eso le causó un gran pesar, con su llegada, por fin la soledad se había terminado, pero ahora sólo sentía cómo se ahogaba de nuevo en ella, cuando de pronto escuchó una voz.

— ¡Hey! — Era Cas, eso lo llenó de felicidad — parecía que estabas descansando muy bien así que no quise despertarte, fui a conseguir esto — extendió su mano hacia el pequeño ser para darle un objeto amarillo con un centro oscuro, este lo tomó y sintió su suave borde, es seguida recordó.

— ¡Un girasol! — gritó, no cabía en la emoción, no sabía cómo, pero era lo más hermoso que sus ojos habían visto hasta ese momento. El pequeño ser lo contemplaba con admiración.

El resto del día lo sostuvo contra su pecho mientras hablaba con Cas; de pronto experimento lo mismo que el día anterior, estaba viendo a lo lejos, otro ser, pero no era como Cas, su esencia tenía un color diferente, le preguntó a su acompañante cuál era el color de ese desconocido ser, le dijo que era “azul”.

Los dos se acercaron apresuradamente hacia él.

¡Hey! — Dijo Cas para llamar su atención. — Me llamo Cas y… — Estaba a punto de presentar al pequeño ser, pero no supo cómo hacerlo, ya que este no tenía nombre, así que continuó. — ¿Cuál es tu nombre?

A diferencia de Cas, que transmitía seguridad y amabilidad, esta nueva criatura parecía temerosa, pensó el pequeño ser.

— Mi nombre es Med — dijo suavemente. Casi quiso iniciar una conversación, al principio, no parecía que Med tuviera el deseo de hablar, pero poco a poco comenzaba a responder utilizando más que sólo monosílabos.
Les contó del mundo en el que vivía, dijo que estaba lleno de cosas hermosas, tan hermosas que sentía la necesidad de plasmarlas en un lienzo, que muchas veces se dejaba llevar por la imaginación  y que esto le permitía tener infinidad de posibilidades, paisajes y colores, el pequeño ser se preguntó, qué plasmaría él en un lienzo, sólo se le ocurrió que podrían ser Cas y Med sosteniendo un bonito girasol, supo que no era tan extraordinario como lo que Med hablaba de su mundo, pero ellos y aquel girasol, eran lo único que el pequeño ser conocía ademas de la nada.

Así pasaron algunos día estos tres seres, Med le había traído al pequeño ser un lienzo en blanco y le obsequió unos artefactos llamados pinceles, para que empezara a crear algo, sin embargo, el pequeño ser decidió dejarlo para otra ocasión. Al transcurrir unos días más, en compañía de sus nuevo amigos, un nuevo ser los sorprendió con su llegada a ese lugar que no era ningún lugar, al verlo Cas y Med le aseguraron que la esencia del extraño individuo era de color rojo.
El pequeño ser lo observó, se vea como alguien inseguro, pero trataba de ocultarlo con una actitud despreocupada y una sonrisa, su nombre era Lup, este le habló al pequeño ser de su hogar, le dijo que ahí había millones y millones de diferentes bellos sonidos, que en conjunto con otros recibían el nombre de música y que era lo más hermoso en el universo.
El pequeño ser pensó entonces que si era hermoso entonces podría plasmarlo en un lienzo como Med hacía con las cosas hermosas que él conocía.

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