El perro y el vagabundo

El perro y el vagabundo

 Autor: Alberth Saúl Juárez Tapia

Había una vez un vagabundo, este antes era un joven millonario, apuesto e inteligente pero todo esto se fue destruyendo gracias a las drogas y a sus amistades.

Cuando sus amigos y familiares se dieron cuenta de que este joven ya no tenia dinero lo abandonaron como si este fuera un perro de la calle, el joven perdió toda su fortuna y se quedo viviendo en las calles, sus casas se las quitaron sus familiares, este era ya controlado por las drogas, hasta que un día se encontró un perro, un perro de la calle que era muy cariñoso, le hacía compañía y nunca lo dejo solo, el perro era tan diestro en lo suyo que siempre traía comida para su amo, sin descartar que este juntaba latas para que su amo pudiera venderlas.

El vagabundo estaba extremadamente orgulloso de su perro, era el amor que nunca había sentido, se sentía seguro con el perro ya que sabía que este lo protegería hasta con su vida.

Sin embargo, nadie se salva del tiempo, pasaron años y el perro envejecía poco a poco.

Su amo se daban cuenta de que el perro poco a poco perdía su olfato, su vista, y su capacidad para escuchar pero pensaba que más bien era mala suerte, ya que buena no tenia.

Su olfato ya no servía para buscar comida, su vista ya no servía para encontrar diferentes objetos valiosos, y ya no podía oír a su amo, el perro era muy lento y débil.

Durante los meses que pasaban dejo de traer comida el perro, ya no trae cosas valiosas para su amo y el perro era débil para defender de un ataque de un asaltante.

El vagabundo empezó a sospechar que el perro más bien ya no hacía nada a propósito ya que hubo una semana en donde no le consiguió nada para comer.(el perro.)

El perro consciente de lo que le pasaba se deprimió muchísimo y mucho más cuando el vagabundo le dijo que ya no servía para nada, que era un estorbo y lo iba a abandonar, el vagabundo caminaba con su perro, pero de pronto llego un asaltante, le quería quitar sus cosas y el vagabundo se opuso, el asaltante saco una navaja, estaba a punta de clavársela, pero el perro agarro todas las fuerzas que le sobraban, le dio un fuerte mordisco al asaltante, este le soltó un navajazo al perro, este cayo al piso lentamente, el asaltante iba por el vagabundo pero se dio cuenta que una persona estaba llamando a la policía, este corrió para escaparse, el vagabundo por su enojo de ver a su perro morir, persiguió al asaltante y lo golpeo con todas sus fuerzas hasta que el asaltante quedo inconsciente, el vagabundo arrastrándose en el piso llego con su perro, este lloraba sin cesar

¿Dónde te dio, el maldito? Resiste un poco, un poco mas, necesito que estés a mi lado, tú me diste lo que nadie me dio, seré mejor, saldré adelante solo por ti, pero quédate por favor quédate!! -decía tristemente, con los ojos llorosos el vagabundo-

 Su perro le contesto:

— Buen amo mío, te agradezco todo lo que hiciste por mí, te ofrezco una disculpa por ser tan débil pero me debes entender, yo ya soy viejo y ya no tengo fuerzas que antes tuve, aun que eso ya no importa. Espero que estés bien amo mío. Te amo

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