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El realismo mágico en las novelas


Enviado por   •  12 de Noviembre de 2020  •  Ensayo  •  1.183 Palabras (5 Páginas)  •  160 Visitas

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El realismo mágico en las novelas Los recuerdos del provenir de Elena Garro y La invención de Morel de Adolfo Bioy Casares

El realismo mágico constituye un movimiento artístico, que en la literatura de América Latina representa una importante aportación a la literatura universal. Muchos de los principales exponentes del movimiento son algunos de los más importantes novelistas o cuentistas de la región en el siglo XX.  El realismo mágico se caracteriza por mostrar elementos extraños o irreales como si fueran comunes o cotidianos. En la literatura la región se desarrolló como una alternativa al realismo, en le sentido de que no sólo busca retratar la realidad social de América, sino también, proponer una realidad alternativa, en donde la imaginación desbordada ofrece un escape a la difícil realidad latinoamericana.  Entre las características fundamentales del realismo mágico se encuentran la presencia de un narrador impasible, que presenta los hechos maravillosos como normales con toda la naturalidad posible; el contenido de sucesos fantásticos que son presentados como parte de la vida cotidiana, como parte de la vida real; la posible presencia de elementos mágicos que no tienen ningún tipo de explicación; lo sensorial como una forma de percepción de la realidad. Otras características importantes son el paisaje como reflejo y refuerzo de las emociones de los personajes; las constantes alusiones a referencias socio-culturales de las comunidades particularmente pobres y la integración de los hechos verídicos de la historia de Latinoamérica como parte de la irrealidad de la obra en cuestión.

        En este trabajo abordaré los puntos que tienen en común las novelas Los recuerdos del provenir de Elena Garro y La invención de Morel de Adolfo Bioy Casares, ambas introducidas en el contexto del realismo mágico. Los elementos de este movimiento que tienen ambas novelas en común son la influencia del narrador en la visión que tenemos de la historia desde la perspectiva de la conjunción de lo maravilloso y lo real; el otro elemento que tienen en común son la superposición de dos mundos: el imaginario y el de la realidad común, los cuales, con enfatizados o atenuados por las acciones del narrador. Sin embargo, es importante aclarar que aunque ambas situaciones son observables en el desarrollo narrativo de ambas novelas, la principal diferencia entre ellas es el nivel con el que se pueden percibir a los ojos del lector, siendo en la novela de Elena Garro, los elementos de una naturaleza mucho más sutil, como si estuviera más cerca de lo real, mientras que la de Bioy Casares se caracterizará por ser mucho más vívida en sus elementos, mucho mas cercanos a la propuesta del realismo mágico.

        En lo que se refiere al papel del narrador y los efectos de las acciones en el desarrollo de las novelas como pertenecientes al realismo mágico, corresponde decir que en el caso de Los recuerdos del provenir, el narrador, es decir, el pueblo de Ixtepec, se constituye como el agente que crea la atmósfera de extrañeza en la narración, al describir desde su perspectiva los sucesos de la novela, como si el mundo de la misma se describiera a sí mismo: “Recuerdo todavía los caballos cruzando alucinados mis calles y mis plazas, y los gritos aterrados de las mujeres llevadas en vilo por los jinetes. Cuando ellos desaparecieron y las llamas quedaron convertidas en cenizas, las jóvenes hurañas empezaron a salir por los brocales de los pozos, pálidas y enojadas por no haber participado en el desorden. Mi gente es morena de piel. Viste de manta blanca y calza huaraches. Se adorna con collares de oro o se ata al cuello un pañuelito de seda rosa. Se mueve despacio, habla poco y contempla el cielo. En las tardes, al caer el sol, canta.”[1] Con este tipo de descripciones, el narrador crea una versión del mundo desde su perspectiva, como si la realidad estuviera descrita en términos de lo imaginario. Así, se contrapone la cruda realidad de los sucesos de la historia con la atmósfera casi sobrenatural de ser narradas por un pueblo viviente, personificado. Por otro lado, en La invención de Morel, el narrador crea una visión similar a la de Ixtepec, pero no sobre sí mismo, sino sobre los demás, pues observa a las personas que están en la isla desde su refugio de un modo que no puede abandonar, y a todas horas; también los ve bailar “entre los pajonales de la colina rico en víboras”[2] El narrador de la novela de Bioy Casares se muestra como una especie de personaje todopoderoso, que por medio de sus observaciones crea la misma sensación de extrañeza que percibimos en la novela de Garro, solo que en este caso, no es de manera sutil, sino directa,, enfática: la descripción de un mundo a través de un hombre. En ambos casos, la narración dará pie a la contraposición de los mundos real e imaginario, en donde espacio y tiempo jugarán también un papel muy importante.

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