El título del programa refleja sin lugar a dudas lo único que el país no debe perder: la esperanza. A través de los testimonios de las personas entrevistadas se puede ver todavía el dolor y la frustración que sienten al no poder arrancar por complet

ENSAYO CAMINO ESPERANZA

YUSLEY MARCELA MENA HENAO
ID: 389381

DANIEL IVÁN PARDO
DOCENTE
PROCESOS ADMINISTRATIVOS
NRC 18946

CORPORACIÓN UNIVERSITARIA MINUTO DE DIOS
ADMINISTRACIÓN FINANCIERA
VILLAVICENCIO
2016

ENSAYO CAMINO ESPERANZA

      El título del programa refleja sin lugar a dudas lo único que el país no debe perder: la esperanza. A través de los testimonios de las personas entrevistadas se puede ver todavía el dolor y la frustración que sienten al no poder arrancar por completo de sus pensamientos esas épocas de tristeza, esos episodios oscuros que dejaron cientos de víctimas. La labor que realiza todo el equipo de trabajo de este programa es fundamental y merecedor de aplausos, porque muestra de forma cruda y veraz la realidad del territorio y permite que la gente que duda, aclare sus ideas y conozca a fondo cada parte, cada capítulo de esta historia de guerra que lleva más de cinco décadas desangrando a la nación.

      El proceso de paz es una oportunidad para darle un nuevo aire a Colombia, una luz para dignificar y reconocer a cada víctima, porque al fin y al cabo son ellas las protagonistas y son sus familias quienes le han puesto el pecho de frente al conflicto. Aunque es muy difícil que aquellas perdonen a sus victimarios no lo es del todo imposible, porque aquí lo importante es que esos actores del mal se comprometan a reparar y a ofrecer disculpas por los hechos, que contribuyan a la búsqueda e identificación de personas muertas o dadas por desaparecidas porque con eso por fin podrán descansar y sentir un alivio al tener por lo menos los restos cerca.

     Por otro el servicio y ayuda que proporciona la ACR (Agencia Colombiana para la Reintegración) es significativo porque bridan una mano a aquellos que dejan las filas de esos grupos al margen de la ley, ya que mediante citas con psicólogos permiten la orientación y participación en la sociedad, facilitan que el camino hacia la civilidad sea más acoplable: además está también el reconocimiento monetario con el único fin de fomentar el desarrollo personal y colectivo, que empiecen de nuevo su vida por medio de programas emprendedores y fundaciones que trabajen por y para el bienestar de todos.  

      Lo primordial en este acuerdo es reconocer que el campo y su gente son los más afectados, por eso se les tiene que garantizar la no repetición y reestablecer sus derechos no sólo como víctimas sino como ciudadanos: porque es en la tierra, en el agro donde se encuentra el desarrollo del país y donde el sustento para cada hombre nace. Cabe recordar que el ejemplo de respeto y amor hacia los demás empieza desde cada hogar, que el grano de arena con esos dos ingredientes de más se debe fomentar en cada niño, para que nadie vuelva a estar en peligro, que nadie pueda ser torturado ni secuestrado, que ninguna familia de aquellos pueblos olvidados vuelvan a ser desplazados. En conclusión, tras la firma de la paz se busca que nunca más una gota de sangre pueda ser derramada por la acción de un fusil o una mina antipersonal.

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