El viaje de Casandra

El viaje de Casandra

Todos los niños esperan con impaciencia la hora de salida de la escuela, más aún cuando se trata del último día de clases. Así sentía Casandra, una niña de 12 años , que no paraba de mirar el reloj en la pared, de la hora de salida, las despedidas continuaban, unos con gran alegría y tristeza se despedían de sus amigos, mientras para otros fue como cualquier otro día, a Casandra esto no le distraía, ya que tenía planeadas casi todas sus vacaciones, primero estaba la playa con sus padres, luego donde su Hermana Yesenia, ala que tanto quería, sobre todo porque le dejaba jugar hasta muy tarde con su sobrina Ingrid, el cual era más o menos de su edad. En fin, todo sería juego y diversión en sus vacaciones.

El día de clases terminó, Casandra y sus amigas se despidieron antes de tomar el autobús que lo llevaría de regreso a su casa. Ya en el autobús solo podía pensar en lo grandiosas que serían sus vacaciones. Para Casandra y los demás, todo parecía normal en el recorrido, hasta que de pronto el cielo se empezó a oscurecer más y más a cada momento, los niños empezaron a gritar todos con miedo, el conductor se detuvo hasta entender que es lo que sucedía, cuando de pronto un enorme sonido se escuchó sobre sus cabezas, era una gran nave espacial, que estaba sobre el autobús. Todos, incluida Casandra pensaron de inmediato en los extraterrestres, cosa que no estaba ni siquiera cerca. La nave al final se detuvo en la carretera justo al frente del autobús.

Para ese momento ya la oscuridad se había adueñado lentamente, los niños y niñas igual que el conductor salieron lentamente del vehículo a mirar más de cerca la grande nave, tenía la forma de una bandeja más bien redonda, con destellos plateados en sus esquinas, sorpresivamente salió del centro de la nave, una especie de rampa o escalera que llegó al piso, y una enorme puerta dejo entrar la luz. Empezaron a salir tres personas, eran como nosotros, pero vestían de una manera un tanto rara, con grandes vestidos de color azul y con cuellos blancos que tapaban su cuello.

Estos personajes caminaron hasta los niños, niñas y conductor que se encontraban al frente, preguntaron cuál de ellas se llamaba Casandra, todos de inmediato miraron a Casandra con asombro, y Casandra que no comprendía nada en ese momento, respondió sorprendida –Soy yo. Los tres marcianos se le acercaron y en seguida la invitan para que los acompañen, todos los presentes incluida Casandra, no salían del asombro, por lo tanto Casandra accedió a acompañarlos, ya que nadie les había ofrecido resistencia alguna. Subieron los cuatro a la nave y se marcharon enseguida.

Casandra se encontraba dentro de la nave, miró a su alrededor y encontró todo muy familiar, como si se tratara de una casa moderna, de esas que uno veía en alguna revista de ciencia ficción. Las personas que la habían hecho subir a la nave, empezaron

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