En las últimas décadas ha nacido una clase de empleados y/o trabajadores asalariaos

En las últimas décadas ha nacido una clase de empleados y/o trabajadores asalariaos; una clase de empleados que, al reunirse con un viejo amigo en una fiesta, intentaran impedir a toda costa hablar sobre a qué se dedican. Esto con miedo a evitar burlas y quedar con una “buena imagen”. Inmensas cantidades de personal en América y Europa dedican la mayoría de sus vidas llevando a cabo obligaciones que, en secreto, saben que no necesitan ser realizadas. En todo esto hay una gran violencia psicológica. ¿Cómo se puede hablar de dignidad laboral cuando estamos invirtiendo 8 días de nuestro día en hacer una tarea que no debería existir? ¿Cómo no sentir esa rara mezcla de tristeza y resentimiento?

Partiendo del artículo Sobre el fenómeno de los trabajos de mierda del antropólogo David Graeber, donde construye un número de historias breves, directas e intensas en el que, entre excesivas dosis de humor, nos preguntamos que es el trabajo, como nos determina y por qué le dedicamos la parte más importante de nuestras vidas. Aunque es un artículo bastante interesante y con buenos fundamentos, no coincido del todo con el antropólogo.

Estoy totalmente en desacuerdo con la mayor parte del trabajo de Graeber, es una teoría engañosa que en mi opinión no produce nada. El ejercer trabajos de “mierda” no los elegimos cada uno de nosotros, no sé si el autor sea millonario, pero yo no lo soy y como yo, mucha gente no lo es. Así que antes de criticar tanto a la gente que no usa casi su cerebro en su trabajo considero que el autor debe ponerse más en el lugar de esta gente. No todas las personas tenemos el talento nato para ser escritor, ni para ser poeta, ni músico, ni pintor. No hay dos Gabriel García Márquez en el mundo, ni dos Pablo Picasso. Cada pintor, poeta, músico, etc. Tiene su propio talento y su propio método de hacer estas cosas y por eso es que cada uno de ellos triunfa en ese mundo. Entonces las personas que no funcionan en estas áreas se ven obligadas a probar nuevos rumbos, se puede intentar todas las veces que quiera, pero bueno, sabemos que lo que es para uno, es para uno. El autor no entiende nada en absoluto cuando menciona que los trabajos necesarios son inservibles. Los trabajos que llama necesarios son mal pagados y normalmente son trabajos intensivos por oferta y demanda dentro del sistema capitalista. Estos trabajos suelen ser aceptados por gente que tiene la necesidad de tomar este trabajo por estar en un nivel socio-económico bajo y a su vez hay una excesiva oferta por este tipo de gente que la requiere.

Con el avance tecnológico se está perdiendo bastante la mano de obra. La industrialización cada vez avanza más y más, haciendo que el desempleo crezca, y esa podría ser la principal razón por la que se crean “trabajos de mierda” para evitar ese desempleo. Esta gente ¿Tiene opción? ¿Pueden educarse  y contribuir de una mejor manera a la humanidad? Obviamente pueden hacerlo, a lo mejor no tendrán opciones inmediatas, pero pueden plantearse a dónde quieren llegar. Sin embargo la culpa no es de ellos, puede que les cueste toda una vida llegar a ser lo que se planteen y en medio de esa lucha es donde se conforman con su “empleo de mierda” pero no los culpo, sé que hay gente que por más que busquen oportunidades para salir adelante nunca las consiguen. En cualquier caso, si un trabajo es realmente inservible ¿enserio alguien pagaría para poder hacerlo? Se me hace difícil creer que una empresa renuncie a algunos beneficios por mantener una parte del personal haciendo tareas y oficios irrelevantes que en realidad no tendrían por qué hacerse. El trabajo es tan útil como cada quién lo haga. Si eres un poeta, un escritor o un músico de mierda, que lo que haces no le gusta o no le sirve a nadie, tú trabajo es infructuoso e inservible. Pero si eres un abogado empresarial que lo que haces mejora la vida de al menos una  persona eres útil. Es una estupidez o no entender los sistemas sociales aludiendo a que ciertos trabajos no deberían existir. ¿Cómo en un mundo tan desafiante y competitivo no va a existir un abogado empresarial que se preocupe por los intereses empresariales? Eso es algo bastante lógico, muy tonto de parte del antropólogo.

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