Ensayo, Colombia magia salvaje

COLOMBIA MAGIA SALVAJE

La película “Colombia magia salvaje”, gravada por un grupo de cineastas con la mejor tecnología, se puede observar las profundidades del océano Pacífico, en la Isla de Malpelo, la llegada de las ballenas que año tras año arriban al parque natural de Utría, Chocó. También mostraban las huellas de la Ciudad Perdida en la Sierra Nevada de Santa Marta, y el vuelo del cóndor en el Cocuy. Se observaron la desconocida Serranía de Chiribiquete y, la belleza de sus pinturas rupestres, las más antiguas del continente.

Los páramos y el valor que ellos tienen, el Amazonas, los Llanos Orientales y las islas de Providencia nos mostraron los paisajes y especies de la fauna nacional. Los cangrejos, el oso perezoso, el tití cabeciblanco, el cocodrilo del Orinoco, la arawana, el jaguar, la mariposa morpho, el colibrí, entre otros, nos logaron enamorar.

Después del documental visto, no cabe duda que Colombia si es “magia” ya que en ella encontramos un sin número de especies que sobreviven sorpresivamente a condiciones difíciles de vida, también se torna mágico ya que es increíble la cantidad de biodiversidad que se encuentra en un pedacito del planeta tierra. Además, decimos que es magia porque un día puede haber vida, fauna y flora completamente resguardada, pero al día siguiente, puede que no haya nada, y todo debido a la avaricia del hombre. Y decimos que es salvaje, porque las especies que habitan en los territorios colombianos, son esquivas y altamente preparadas para salir corriendo a la mínima señal de peligro, se considera salvaje, porque efectivamente, los animales que vimos durante los noventa minutos no estaban domesticados, pero consideramos que es mejor así, que estos se encuentren en su forma natural o en su forma salvaje, ya que desafortunadamente por el egoísmo del hombre, toman en cautiverio a las animales salvajes, causándole un estrés a dichas especies y mueren antes de ser comercializada. Según la Interpol, por el tráfico ilegal de especies, se genera anualmente una cifra cercana a los 17 mil millones de dólares a nivel mundial, es decir que con las ganancias de un solo año podrían comprarse casas para aproximadamente un millón de familias. En este punto, es donde debemos reflexionar, consideramos que las personas en todo el mundo deben concientizarse del daño que están haciendo al ecosistema al comprar una especie salvaje.

Ahora bien, hablar de la isla Malpelo, definitivamente es hablar de “magia salvaje”, en esta se evidencia como las especies, sobre todo invertebrados, aves y acuáticos, se aferran a ella como habitad, a pesar de no tener vegetación. Es maravilloso observar la cantidad de aves que viven sobre ella, y los pocos parches verdes que hay, es gracias a los excrementos de los seres que habitan en ella. Cabe destacar que sobre ella no hay asentamiento humano, sino una base militar que la cuida y resguarda. En ella se haría casi que imposible la supervivencia del hombre por tener un terreno tan difícil, sin embargo, vemos como la naturaleza nos da una lección de vida y nos muestra que los demás seres vivos son capaces de adaptarse y de vivir ahí, siempre y cuando este sea el más fuerte.

Por otra parte, Colombia Magia Salvaje es una aventura que nos lleva a los colombianos por paisajes que jamás hemos visto, y a conocer especies atractivas de un país, llamado el segundo país más biodiverso del mundo, aún desconocido por muchas personas. Por lo general, no somos muy dados a considerar que nuestro país es un paraíso, y tendemos a pensar que lo de afuera siempre es mejor. Y, como si fuera poco, las personas de otros países tienen a Colombia en un solo concepto: violencia.  Como por ejemplo, el realizador británico, Mike Slee, quien planteó: “Las noticias que escuchas por fuera de Colombia siempre ofrecen un panorama oscuro, lleno de violencia y narcotráfico en los titulares. Pero con la experiencia he aprendido que con cada historia, país y persona, hallas algo mucho más profundo cuando tienes la posibilidad de explorar”. Pero, luego de observar directamente lo que este país le ofrece, cambia su perspectiva.

Según la directora, Ellen Windemuthllama,  “es una película que invita a la gente a tomar conciencia de la belleza y la vulnerabilidad de este”.

De todas las cosas que se podrían decir sobre este documental y tal vez la más distinguida es que no aburre. De hecho, durante la mayor parte de los 90 minutos que dura, lo mantiene a uno interesado, con expectativas de lo que se va a exponer y emocionalmente comprometido con lo que muestra en la pantalla; la mayoría de las veces con escenas muy bien logradas como el duelo en el aire entre dos colibríes, un osezno de anteojos tratando una y otra vez de treparse en un árbol y, una especie de iguana que corre a toda velocidad sobre el agua.

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