Erradicar el temor a la evaluacion

Tema: Erradicar el temor a la evaluación

Problema: “Miedo a la Evaluación”

Fundamentación:

Este proyecto tiene el fin de tratar sobre algunos de los principales problemas que puede presentar la práctica de la evaluación en la escuela: el énfasis en los aprendizajes más superficiales y de menor nivel, la ilusión totalizante, el imposible diagnóstico como paso previo a toda enseñanza, el esencialismo, el error tomado como anormalidad, el papel etiquetador de la nota, la instrumentalización engañosa, el crecimiento desmesurado de la acción evaluadora como juicio y sentencia.

Frente a estas peligrosas deformaciones, se propone una evaluación como ayuda para seguir aprendiendo, incorporada a la actividad normal de una escuela suburbana, con una población de  372 alumnos en el turno mañana y 387 alumnos en el turno tarde, una escuela rodeada de asentamientos y de villas miseria, que trabaja en conjunto con los servicios de salud del Centro Integral Comunitario (CIC) y la Escuelita Jardín atendiendo a las necesidades de la comunidad educativa. La misma es rica en experiencias formativas. Una evaluación abierta y flexible, realizada a partir de los procesos y productos cotidianos en el aula de clases será la herramienta en nuestra labor docente.Las fichas de registro, el portafolio, el seguimiento atento del maestro, son mecanismos para ir acompañando y sosteniendo el aprendizaje infantil. La autoevaluación y la coevaluación resultan parte importante del proceso. La evaluación debe estar complementada con medidas de apoyo, dirigidas a facilitar a los aprendices la superación de sus debilidades.

“La evaluación señala aquello que es realmente valioso en la escuela, puesto que implica para los estudiantes aprobar o no aprobar y, con frecuencia, ser así mismo ubicados en una jerarquía de calificaciones, con posible trascendencia hacia el futuro” (ÁLVAREZ MÉNDEZ, Juan Manuel. (1995). Valor social y académico de la evaluación. En V.V.A.A. Volver a pensar la educación (vol.). Prácticas y discursos educativos (Congreso Internacional de Didáctica). Madrid: Morata/Fundación Paideia. P.173-193). Estas evaluaciones en los alumnos causan en cierta medida un temor frente a esta situación. Se observo en la institución que a la hora de evaluar causa en los educandos  una frustración, temor e inseguridad generando un mayor número de desaprobados en las distintas áreas.

Si se quiere que los estudiantes se orienten hacia aprendizajes profundos, hacia el razonamiento, el examen crítico de las evidencias, la aplicación práctica de lo aprendido, la valoración fundamentada, eso es entonces lo que se debe evaluar.

Revisar las formas de evaluación y sus contenidos ayuda mucho a clarificar los valores en uso, los verdaderamente cumplidos, de la acción pedagógica. Es por eso que se debe recordar que esta es una actividad mediadora entre el conocimiento y la acción.

Es Santos Guerra quien nos orientó en construir una forma, un poco diferente de los que es evaluar, ver al alumno como un todo, no solo evaluar contenidos sino también ver en ellos sus potencialidades y ayudarlos a mejorar como personas…evaluar es más que eso…” no es sólo un procedimiento mecánico que conduce a una calificación sino que encierra, por el contrario, dimensiones éticas de naturaleza nada desdeñables. ¿Se ha pensado lo suficiente sobre los sentimientos que se mueven -tanto de profesores como de alumnos- en torno al fenómeno de la evaluación? ¿Se ha planteado con profundidad lo que sucede con los componentes morales del proceso evaluador?” (Santos Guerra, M.A. 2001 Enseñar o el oficio de aprender. Organización escolar y desarrollo profesional Ed. Homo Sapiens. Rosario.

En la actualidad los docentes estamos obligados a ser profesionales no solo desde la profesión sino también personas capaces a enfrentar los retos de este siglo XXI y sensibles a la realidad que viven nuestros alumnos y alumnas, no podemos seguir evaluando con una prueba individual cuando bien sabemos que todos necesitamos del otro para la supervivencia, no podemos seguir evaluando memorias cuando no han aprendido a controlar sus emociones y menos aun cuando no reconocemos las propias.

Un docente novel es aquel que se autoevalúa, el que entiende que hoy la evaluación es una herramienta de trabajo complementaria a sus recursos y estrategias, usa el aprendizaje cooperativo como método inclusivo, no solo explica sino que también enseña habilidades y destrezas. Es por eso que “Ello exige que nos replanteemos nuestra forma de enseñar para ver que habremos de modificar en ella y que nuevas estrategias instructivas hemos de introducir para que los alumnos superen sus dificultades actuales y vayan consolidando su desarrollo intelectual en la dirección señalada” (Rabolza Miguel, Diseño y desarrollo curricular, 5° edición, pág. 259)

Vamos a contextualizar este proyecto,donde la educación emocional toma las riendas en el aula, porque está integrada a la práctica diaria, no solo para solucionar un conflicto sino también para integrar alumnos que reflejaron estar cansados de ser rotulados como “los q no saben nada”, los que molestan todo el día”, “los que nunca hacen nada” . Pero aquí no termina este trabajo,era necesario que aquellos considerados por el grupo “como los mejores alumnos” se sientan lideres positivos, es decir, que sean colaboradores del proceso de aprendizaje de sus compañeros, reconocer la empatía como la capacidad cognitiva de percibir (en un contexto común) lo que otro ser puede sentir y de esta manera construir una forma de educación colectiva. Porque como bien nos dice santos guerra en su documento “dime como evalúas y te diré que clase de profesional eres” un docente puede ser reconocido en sus actitudes a la hora de evaluar y rescato esta frase tan cierta y difícil de aceptar “si uno tiene la conciencia de que parte del aprendizaje “depende de la forma en que se ha enseñado, mantendrá la humildad de reconocer como suyo parte del fracaso de los que aprenden. No pensará que si el aprendizaje no se produce es por responsabilidad exclusiva delaprendiz.”

 Los docentes sabemos que la evaluación es un instrumento de poder pero es necesario tomarla como un recurso más de aprendizaje, seguramente ahí los alumnos dejaran de sentir temor ante la misma, los contenidos serán comprendidos y favorecerán a la adquisición de nuevos temas, logrando eso que tantas veces escribimos en los objetivos de las planificaciones pero no se practica como debería ser “lograr el pensamiento crítico y reflexivo del alumno”.

Este es comienzo de un proyecto que a nivel institucional se planteó el año pasado en la última jornada institucional, donde proyectamos una mirada nueva de evaluar, dando posibilidades a todos, sin excluir a nadie, buscando que sea un aprendizaje colectivo donde todos se sientan protagonistas de sus propias historias escolares.

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