Estrategias De Comprension Lectora

Leer no es una actividad exclusiva del ámbito escolar, es también una actividad esencial para el desarrollo del individuo; leemos para responder a la necesidad de vivir con los demás, para poder comunicarnos con el exterior y para descubrir las informaciones que necesitamos. Bien se expresa Solé (1999) al decir enseñar a leer no es una cuestión sencilla pero es imprescindible promover en los alumnos la utilización de estrategias que les permitan interpretar y comprender autónomamente los textos escritos.

No obstante, las personas adultas (incluyendo a profesores) aún nos encontramos inmersos en lo que pudiera llamarse conformismo, no vemos más allá de lo que tenemos y de dónde nos encontramos, tenemos las herramientas (los libros) para prosperar y no somos capaces de preocuparnos en darles utilidad. Peor todavía el hecho de no darnos cuenta que en nuestras manos está el ayudar a los más pequeños para que a temprana edad encuentren el gusto por la lectura y, a futuro, evitar que se encuentren en nuestra situación: no querer leer porque no tenemos ni el gusto por la lectura ni las estrategias necesarias para que eso que leamos nos proporcione un aprendizaje significativo.

Las estrategias de comprensión lectora son procedimientos de carácter elevado, que implican la presencia de objetivos que cumplir, la planificación de las acciones, así como su evaluación y posibles cambios. Además esta comprensión es producto de tres condiciones que son:

* La claridad y la coherencia del contenido de los textos, es decir, que nos resulte familiar o conocida y que proporcione significatividad lógica.

* El grado en que el conocimiento previo del lector sea pertinente para el contenido del texto, esto es que tengamos no conocimiento total del texto pero sí una proximidad.

* Y por último, las estrategias que el lector utiliza para intensificar la comprensión y el recuerdo de lo que lee.

Precisamente es la última condición la que nos atañe, pues aunque utilizamos inconscientemente esas estrategias, debemos tenerlas presentes para lograr plena conciencia y obtener el objetivo que busquemos. Luego entonces será necesario enseñar a nuestros alumnos dichas estrategias de comprensión ya que sin duda todos somos testigo como en la actualidad no son capaces de leer autónomamente ni de enfrentarse de manera inteligente a textos de distinta índole aparte de los que se usan diario en la escuela.

Así pues, la autora nos presenta seis estrategias introductorias que podemos manejar durante las actividades cognitivas de la lectura, estas son:

* Comprender los propósitos explícitos e implícitos de la lectura.

* Activar y aportar a la lectura los conocimientos previos pertinentes para el contenido de que se trate.

* Dirigir la atención a lo que resulta fundamental en detrimento de lo que puede parecer trivial, esto es, buscar

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