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Estrategias Para La Lecto-escritura


Enviado por   •  11 de Octubre de 2013  •  2.415 Palabras (10 Páginas)  •  433 Visitas

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CAPERUCITA ESTÁ MUDA

Se puede aprovechar el rincón de la asamblea para contar el cuento de caperucita roja (o cualquier otro)

El cuento está separado en diferentes fichas que contienen solamente las imágenes; nada de escritura. Dejará que los niños vayan comprendiendo que es lo que ocurre en cada imagen, sólo con el soporte visual.

Una vez que se haya contado el cuento, los niños se sentarán en sus sitios y la profesora repartirá a cada uno las imágenes del cuento en soporte de papel sin el orden original. Además, debajo de cada imagen, la profesora ha dejado unas cuantas líneas para que los alumnos recopilen lo que está pasando en las imágenes.

Por tanto, en primer lugar, deberán ordenar las imágenes en el orden en que trascurren los hechos. A continuación, deberán interpretar cada imagen y trascribir con sus palabras lo que está ocurriendo.

LA CAJA HAMBRIENTA

La profesora construye “La caja hambrienta” con antelación. Puede servir una caja de cartón de seis o doce botellas de leche cubierta con papel. Se corta un agujero en la parte superior de la caja para la boca (suficientemente grande para introducir las fichas). Se le añaden ojos y se le cuelga una etiqueta con un trozo de cuerda a la caja hambrienta con la frase DAME COMIDA en un lado y la palabra GRACIAS en el lado opuesto.

Por otro lado, se hacen fichas con folios poniendo en una cara el dibujo por ejemplo de un paquete de leche y por la otra cara poniendo deche. En otra ficha escribe pocadillo y por la otra cara el dibujo de un bocadillo. Así sucesivamente hasta hacer tantas fichas con diferentes palabras como niños hay en la clase.

A continuación se presente a los niños la caja hambrienta inventando una historia sobre el hambre que tiene la pobre caja. Explica que le has preguntado a la caja qué quería comer y que te ha contestado bocolate. Tú querías ayudarla y darle algo, pero no podías entender qué le apetecía. Entonces los niños dirán: “quiere decir chocolate”.

Es entonces cuando el niño que lleva la ficha donde pone bocolate deberá escribir en esa misma ficha la palabra correcta para poder darle de comer chocolate a la caja hambrienta. Cuando se haya escrito chocolate correctamente en la ficha, el niño en cuestión pasará a introducir la ficha por la boca de la caja. La caja se dará la vuelta para darle las gracias.

La profesora deberá continuar fingiendo que la caja hambrienta le está pidiendo comida para su estómago: “la caja me acaba de decir que ahora quiere comerpocadillo, pero yo no se a que se refiere…” Cuando los niños digan que se refiere a bocadillo, el que lleve la ficha de esa palabra deberá escribir correctamente “bocadillo” y sólo entonces podrá introducir la ficha en la caja.

El juego continúa así hasta que todos los niños hayan escrito bien las palabras de sus fichas y las hayan introducido en la caja.

LAS RIMAS Y LOS TRABALENGUAS EN LA LECTOESCRITURA

Los trabalenguas infantiles son una forma de ayudar al niño a conseguir un dominio del lenguaje mucho más fluido. Además, son vistos por los alumnos como actividades divertidas y graciosas, influyendo mucho en su actitud y ganas por trabajarlos.

Sería adecuado, por tanto, trabajar en clase o en casa una serie de trabalenguas. Primero el docente o los padres los leerán para que ellos los escuchen. Posteriormente serán ellos los que podrán leerlos y jugar con ellos.

El objetivo de trabajar los trabalenguas con los niños es mejorar la articulación de los fonemas, la fluidez verbal y que aprendan a rimar. Es un juego ideal para adquirir rapidez del habla, con precisión y sin equivocarse.

Los trabalenguas, que también son llamados destrabalenguas, son útiles para ejercitar y mejorar la forma de hablar de los niños. Los trabalenguas se han hecho para destrabar la lengua, sin trabas ni mengua alguna y si alguna mengua traba tu lengua, con un trabalenguas podrás destrabar tu lengua.

¡Aquí dejamos algunos trabalenguas!:

Dino el dinosaurio

días duros va a tener,

duras piedras, Dino el dinosaurio

tiene que traer.

Pepe pica pipas con el pico picudo

¿Cuántas pipas pica pepe con el pico picudo?

Pica pocas, pocas pipas pica pepe.

El tigre tragón

tragó carbón y quedó panzón;

panzón quedó el tigre

por tragón

Dino, Dano, Dona, Duna,

Y dos dinos divertidos y dormidos

Dino, Dano, Dona, Duna

Y diez dinos dormidos y divertidos

Pablito clavó un clavito.

¿Qué clavito clavó Pablito?

El hipopótamo Hipo

está con hipo.

¿Quién le quita el hipo

al hipopótamo Hipo?

La gallina cenicienta en el cenicero está,

el que la desencenice

buen desencenizador será

El trapero tapa con trapos la tripa del potro.

Erre con erre, guitarra;

erre con erre, carril:

rápido ruedan los carros,

rápido el ferrocarril.

Pepe Pecas pica papas con un pico.

Con un pico pica papas Pepe Pecas.

2. LOS MENSAJES DE LA LUNA

El docente cuenta en el rincón de la asamblea de clase, mientras todos están sentados en el suelo formando un círculo, el siguiente cuento:

"LA LUNA DE AZÚCAR"

Había una vez un niño llamado Lucas que creía que la Luna era blanca porque estaba cubierta de azúcar. Y a él le gustaban tanto los dulces que soñaba cada noche con viajar a saltitos, de estrella en estrella, hasta llegar hasta allí... ¡y comer azúcar hasta hartarse!

–Seguro que los que viven allá arriba –pensaba Lucas– comen azúcar todo el día. ¡Claro! Por eso a veces la Luna tiene forma de media sandía, porque sus habitantes no paran de mordisquearla. ¡Debe de estar tan rica!

Un día, Lucas se decidió por fin a vivir su gran aventura. Cogió una potente linterna de su padre y esperó a que anocheciera. Cuando toda su familia dormía, se levantó de la cama sin hacer ruido y fue hacia la ventana. La abrió de par en par, encendió la linterna y comenzó a hacer señales de luz a la Luna.

– ¡Eh! ¡Eh! ¡Si los de la Luna me veis, hacedme una señal! –exclamaba mientras encendía y apagaba la linterna.

Y así estuvo un buen rato. Pero, por más que lo intentaba, nadie le contestaba. Decepcionado, apagó la linterna. “¡Pues sí que son antipáticos!”, se quejó mientras se

...

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