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Etimologias


Enviado por   •  26 de Septiembre de 2014  •  2.319 Palabras (10 Páginas)  •  227 Visitas

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La infancia de Adolfo Hitler no fue fácil, transcurrió en medio del autoritarismo y dureza de su padre Alois, personaje que, pese a únicamente tener la educación primaria era un agente de aduanas exitoso y que había ascendido muy rápidamente.

Hay que comentar más ampliamente el origen de Alois para poder entender (al menos en parte) el comportamiento futuro de Adolfo. Alois fue el hijo ilegítimo de Anna Schickgruber, debido a eso fue que el apellido se consideraba deshonroso.

Esto posiblemente influyó a Hitler al pensar que talvez su misma persona tuviera un origen remotamente Judío. Hitler no era un alumno exitoso, al contrario no le gustaba estudiar, soñaba con ser artista, y no tenia muchos amigos, posiblemente a que su infancia transcurrió en medio de mudanzas debido al trabajo de su padre; tampoco terminó la secundaria.

"El chico no hacia caso a nadie. Tenía pocos amigos, en realidad, ninguno en la escuela ni en el pueblo. Sus profesores se quejaban de que era índole y descuidado". 1

En contraparte a la cruel y violenta figura paterna, Adolf encontraba refugio en el gran cariño materno. Vivió casi toda su infancia en Linz y su juventud en Viena.

En 1907, lleno de apatía y sin mucho que hacer, se instalo en Viena. Se dice que estuvo mendigando por unos años mientras al mismo tiempo era rechazado en sus intentos por entrar en la Academia de Bellas Artes para estudiar Pintura. Sin embargo no pudo entrar en esta pese a sus dos exámenes. Al parecer sus pinturas carecían de vitalidad y eran más propias de un arquitecto.

Tal vez estos fracasos fueron desarrollando un complejo en contra de la sociedad la diversidad cultural que se vivía en Viena, la cuál no le parecía atractiva a Hitler.

Fue en ésta época cuando se desarrolló su sentimiento nacionalista alemán y el antisemitismo. Al parecer, Hitler sentía una admiración verdadera por la orgullosa nación alemana y en el lado opuesto no se sentía atraído por su patria, a la cual consideraba débil así como a su ejército, propio de un país en decadencia.

A tal grado era su falta de apego que cuando se le requirió para presentar el servicio militar se escondió en Viena durante 3 años, enviando una carta a la autoridad correspondiente donde exponía que sus razones para no hacerlo eran que no tenía medios para subsistir y vivía en la pobreza.

Adolfo Hitler, entre la muchedumbre ante el anuncio de la primera guerra mundial

Sin embargo, Hitler no vivía en la pobreza. De hecho, tenía acceso a una pensión de orfandad y vendía algunas pinturas, de las cuáles algunas eran tomadas de estampillas postales, y se decía que no todas se vendían. Algunos de los que rechazaban las pinturas eran judíos, talvez esto contribuyó en cierta proporción a engrandecer su odio contra los mismos.

Hitler en la Primera Guerra Mundial

Pero si no prestaba el servicio militar en Austria no era por razones de cobardía, puesto que durante la primera guerra mundial se enroló en el ejército Alemán, donde debido al valor y audacia demostrados fue ascendido a cabo.

Aunque pese al ascenso se dice que sus superiores no confiaban en él como para asignarle un rango más alto debido a que no le veían capacidad de mando. Hitler debió ser un soldado extremadamente valiente y con sumo afán de lucha, que se ofrecía a realizar misiones peligrosas como el llevar mensajes entre trincheras o cuarteles, al grado que llegó a ganarse una cruz de hierro. Se dice que en la unidad en que entró al comienzo de la guerra, eran 3500 efectivos, mientras que unas semanas después solo quedaban 600.

Sin embargo, era tanta la brutalidad de la Gran Guerra que en 1916, a pesar de ser muy habilidoso en el campo de batallar, cae herido a causa de un disparo en la pierna. Sin embargo, pronto se restablece y tras pasar el invierno reponiéndose de su herida, vuelve al frente con gran júbilo.

Luego en 1918, tras un ataque por gas mostaza, cae nuevamente herido; "gaseado" según su cartilla militar.

Hitler con sus compañeros de la primera guerra mundial

Es ingresado entonces en el hospital Passewalk, donde es sometido a algunas operaciones y es presa del dolor. Es aquí donde recibe le funesta noticia del fin de la Gran Guerra que trae como consecuencia la caída del imperio Austro-Húngaro y la humillante derrota de su admirada Alemania.

Es probable que durante este lapso se sumiera en sus pensamientos y comenzara a darse cuenta de los grandes y veloces cambios del mundo en el que está viviendo.

Es aquí donde comienza su afán nacionalista y su rechazo a las demás facciones políticas como el comunismo, con sus propagandistas bolcheviques corriendo por todos lados, y la actual república demócrata de Weimar, con sus políticos a quienes acusaba de haber traicionado a Alemania al haber aceptado las desilucionantes condiciones del tratado de paz de Versalles (1918).

Hitler y el Partido Obrero Nacional

Es comprensible que Hitler se sintiera extraño e invadido por un deseo de actuar después de la experiencia de la Gran Guerra. Ahí, en el campo de batalla, Hitler era respetado e incluso admirado por algunos colegas, cumplía misiones de cierta importancia y se encontraba identificado con sus compañeros y los objetivos de la Gran Guerra, de ayudar a Alemania a demostrar su supremacía. De vuelta en la vida rutinaria no había mucho que hacer y se encontraba en un estado de pobreza.

Es aquí donde las piezas empiezan a encajar como si el destino tuviera todo resuelto y fríamente calculado para él. Se queda en el cuartel de Munich donde espera instrucciones para alguna misión, cualquier cosa que lo saque del aburrimiento en el que se encuentra.

Le es asignada una misión como espía para vigilar las muchas facciones políticas que ahora se encuentran por todos lados en la Alemania de posguerra.

Para esto lo único que tiene que hacer es asistir a las reuniones de dichas facciones y enterarse de qué es lo que traman y asegurarse que no planeen ninguna acción violenta o que atente contra el "orden".

En una reunión del DAP, el partido obrero alemán, el 19 de Octubre comienza su carrera política en una taberna en Munich. Pronto se vuelve el líder principal del partido.

En encendidos discursos que brillaban por su audacia y atrevimiento deja caer toda su ira sobre los culpables (según el) de la miseria alemana: los judíos, comunistas y todas las otras facciones diferentes, eso sin contar con la exaltación del nacionalismo alemán. En estas condiciones la clase media y baja de Alemania, estaba de acuerdo con las ideas hitlerianas; los discursos de Hitler no hacían otra cosa que reflejar el descontento de la población y lo capitalizaba contra las razas e ideas

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