Etiquetas Sociales

Discurso de Las etiquetas sociales.

F: Oye como que tú lo sabes todo; no? Digo, porque esos lentesitos no son de una niña normal “nerd”. ¿Qué, por qué no contestas, a caso eres muda? Si “muda” Si! No sale nada de tu boca ni entra verdad anoréxica? “anoréxica”. O te pongo nerviosa verdad, eres lesbiana “lesbiana”

Buenos días nosotras somos Paola Engel y Fernanda García y venimos a hablarles de ¿Qué son las etiquetas personales?, porque se provocan, cuales son y que causan en las personas.

Sabías que. . . Más del 85% de la población, se queda con la primera impresión, y esa es la imagen con la que se quedan al conocer o ver a alguien.

Las etiquetas personales son prejuicios que nos marca la sociedad para identificar a un individuo.

Según algunos diccionarios el verbo etiquetar se refiere a catalogar y/o encacillar.

Las etiquetas personales se dan gracias a que la gente ve resaltar a alguien de lo cotidiano, que se ve diferente y debe de llamarla de otro modo ya que no encaja en la normalidad. Los seres humanos tenemos un hábito por ponerle nombre a cualquier cosa que vemos, para volverse familiar; sin embargo a veces lo describimos erróneamente o con palabras no muy definidas ni claras.

Se puede decir que las etiquetas personales son esas palabras que la gente utiliza para describir a un individuo, lo que se te viene a la mente cuando lo vez pasar, sentarse y hablar; por lo tanto se podría decir que son estas palabras las que tendrían que definir quién eres y porque eres así.

Y esto no es nuevo, todo empieza en la época de la colonia cuando empezaron a etiquetar todo aquel que no era español ya que eso era lo habitual para ellos, los empezaron a etiquetar por sirvientes, y que no servían para mucho. También un ejemplo muy marcado es como trataban a las mujeres como la etiquetaban de objeto sexual y a algunas de herejes.

Las etiquetas no son malas, lo malo es darles un mal uso, excluir a alguien por ser diferentes a nosotros es un problema cultural. Debemos informarnos antes de poner una etiqueta.

Tal vez así nos podamos hacer de una tolerancia, de saber realmente como aceptar y querer a la gente por lo que realmente son, por lo que los hizo ser así; creo que tenemos que dejar de querer que todo encaje en nuestro concepto de “aceptable” donde limitamos las expectativas grandes, las sorpresas que alguien nos puede dar. Y también aprender que para no juzgar a las demás personas tenemos que empezar por no juzgarnos a nosotros mismos.

“Juzgar a una persona no define quienes son, pero si quien eres tú” –Roberto Rocha.

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