Ficha Pequeño Vampiro
Enviado por • 2 de Diciembre de 2014 • 2.346 Palabras (10 Páginas) • 241 Visitas
Ficha: “Mi hermana Ji Por Papelucho”
Autora: En 1947 nació su más famosa obra, Papelucho, que captó la esencia tipo infantil de la época. Fue presentado en el concurso literario organizado por la editorial Rapa Nui. El título de la obra se inspiró en el apodo de su esposo, "Pepe Lucho". Las ilustraciones, que se hicieron clásicas, fueron obra de su hermana, Yolanda Huneeus.
En 1954 falleció su marido, José Luis Claro. Marcela Paz se vio sensiblemente afectada.
Entre 1964 y 1967, Marcela Paz dirigió la Asociación Internacional del Libro Juvenil (IBBY). Es ahí donde conoció a quien fue su amiga y compañera de labores, Alicia Morel, co-escritora de Perico trepa por Chile. En 1968 recibió el Diploma de Honor Hans Christian Andersen. El año 1979 recibió la Medalla de Oro del Instituto Cultural de Providencia. Además el año 1981 fue galardonada con el Diploma de Honor de la Municipalidad de Santiago.
En 1982, ganó el Premio Nacional de Literatura de Chile después de una extensa serie de obras que conectaron profundamente al público infantil con la literatura. El mismo año además fue premiada con el Primer Premio Concurso Obras Infantiles para la televisión.
Personajes principales: Papelucho, Ji
Descripción física y psicológica:
Papelucho:
Física: Papelucho era flaco, de pelo oscuro, de polera roja, de pantalones azules
Psicológica: ¿?
La Ji:
Física: Ella es chica de vestido blanco con puntitos rojos, de cachetes colorados y casi nunca usa zapatos
Psicológica: siempre se esconde de todos.
Resumen:
PAPELUCHO MI HERMANA JI
Marcela Paz
Antes, cuando era chico yo quería tener una hermana menor, para poder mandarla. Pero ahora que la tengo, me arrepiento.
Resulta que en vez de poderla mandar, tengo que llevarme todo el día haciéndola aparecer. Porque mi hermana ji es lo más desaparecida que hay, y también es creída. Y cuando no se cree la caperucita roja, se cree la bella durmiente y estrepitosamente se desaparece. Entonces a la mamá ni siquiera le importa que yo tal vez voy a hacer una tarea, sino que me implora que la busque.
Que la busque la Domi digo. Nunca la encuentra ... por favor papelucho, que voy a enloquecer. Es que iba a hacer las tareas.
Las haces después, mi lindo y asoma lagrimones. Papelucho déjate de sermones y busca a tu hermana. No puede estar muy lejos. Estaba aquí hace un momento.
Dónde podrá estar decía mi mamá. Tal vez en el balcón le dije.
Dime papelucho¿ por qué pensaste que la niña estaría n el balcón?. Porque antes yo había dicho “ tengo una idea”
¿Y eso que tiene que ver con el balcón?
Ella cree que las ideas andan por el aire, y seguramente le dieron ganas de tener también una.
Realmente tú eres para mí una gran ayuda con esta criatura dijo mamá.
Yo me sentí feliz de ver que uno puede ayudar a la madre de uno, pero a la ji le dio conmigo. Mientras comía los porotos me decía que yo era un ogro y que cada porto era un niñito y yo me los comía con camiseta y todo. Ella ni los probó, y entonces le trajeron un huevo a la copa.
Y eso es lo que la mamá no se da cuenta, que le da el gusto en todo. Así que yo le dije a la ji:
-Si los porotos son niñitos, tu huevo es una princesa rubia y tú eres la mala bruja que se la va a comer.
-Y para que veas que no soy una bruja, pongo a mi princesita en las flores y dicho y hecho, vació el huevo en el florero del comedor.
La mamá se enojó mucho y me reto. ¡Papelucho, ya dejaste a la niña sin comer!
-¿Yo la dejé sin comer?
-¿Y quién otro? Decirle que era una bruja si se comía el huevo...
-Mamá la estoy educando.
-Dejar a un niño sin comer es criminal.
-No he dicho eso. Dije que dejarla sin comer es criminal. Y tampoco eres tú el llamado a educarla. Eres solamente su guardián. Guardián. Antes me parecía como un honor, pero ahora la palabra me retumba en la cabeza. Por eso me fui a acostar.
Apenitas me había dormido, sentí la voz de la mamá.
-Papelucho, despierta, por favor.
-Hijito , siento mucho tener que despertarte... me remeció suavecito, pero no desperté. Llegó el papá, encendió la luz y me tiró las ropas para atrás.
Papelucho, ¡despierta! Ordenó. Y desperté.
-Tú hermana se ha perdido. La hemos buscado en todas partes y no creo que tú puedas seguir durmiendo si sabes que no se encuentra.
Me senté en la cama tratando de abrir los ojos a la luz.
Me levanté y salí a la calle y, ellos me seguían. Di vuelta a la manzana entera. Di otra vuelta y empezaba a dar otra más cuando el papá me pescó de la oreja.
¿Que pretendes con esta ridiculez?
Estoy pensando dónde debo buscarla. No tengo pista.
¡Caramba! ¿ Y qué has pensado?. Muchas cosas. He pensado que si la ji tiene hambre, podría estar comiendo en alguna parte. Si sigue con la idea de que los porotos son niñitos, se habrá llevado el tarro de porotos muy lejos, para librarlos de la olla.
Si se cree princesa de algún cuento, ¿ Dónde podrá estar? En algún palacio de cristal o en un castillo de flores...
Bueno y ahí estaba, la bella durmiente, echada encima de los pensamientos. Pero al menos se dieron cuenta de que es difícil pensar y la mamá me abrazó...
¡Que haríamos sin ti! Eres admirable.
¿ Usted me encuentra admirable?. Sí hijo y así, nos fuimos a casa y pudimos dormir tranquilos.
Debido a las escapadas de la ji el papá y la mamá decidieron ponerle llave a la puerta, porque creen que es la única forma que no se pierda.
Resulta que esta mañana amaneció la puerta con llave, pero la llave se había perdido y también la ji.
Todos habíamos quedado encerrados en la casa, menos ellos dos.
Pero es que no es posible lloraba mamá llamando a la ferretería por teléfono, la llave no estaba al alcance de la niña... mande por favor un cerrajero.
El papá llamaba a su oficina y decía que un “asunto” lo haría llegar tarde.
Por fin, cuando llegó el famoso cerrajero, había dos colas de gente en la puerta de mi casa..En la de adentro estaba primero el papá, la mamá, el cartero, el basurero, la Domi y yo, y en la de afuera, detrás del cerrajero estaba el almacenero, un carabinero, siete curiosos y más atrás la ji, se me acercó y me dijo:
Toma te tarje un regalo... me metió en la mano una cosita caliente. Era la dichosa llave. Si la mamá me la veía en la mano, capaz que me echara la culpa a mí... Así
...